8 de diciembre, 2015
10:55 a.m.
(Patio trasero de South High School)
7 años antes...
Sara
—¿Verdad o reto? —pregunta Alan, probablemente el chico más idiota que he conocido en toda mi vida.
—Reto —declara la pelinegra con voz desafiante.
—Te reto a besar a Lucas —se queda estática, no esperaba esa respuesta, tampoco yo.
Mi corazón se detiene un instante, que espero que nadie note. Su mirada se desvía levemente en mi dirección, trata de evaluar mi reacción lo más rápido posible, antes de decidir. ¿Qué se supone que diga?
—¿Qué pasa Tati, necesitas el permiso de la novia de Lucas? —Por supuesto, la burla de los chicos no tarda en llegar.
Como si se hubieran puesto de acuerdo, imitan al unísono el sonido de una ambulancia, una increíblemente ruidosa y molesta. El aludido ignora la situación de manera deliberada, se mantiene alejado del resto, sentado sobre uno de los muros que se encuentran en el exterior del edificio, concentrado en afinar las cuerdas de su guitarra.
—Sara linda, da el sí, estamos aburridos —comenta Bruno a la vez que pone los ojos en blanco y simula un bostezo. El silencio se apodera del lugar, mientras todos se mantienen a la expectativa. Entonces el otro protagonista interviene.
—¿Vas a besarme o no? —Cada estudiante presente gira su cabeza para verlo. Lucas nos observa con los brazos cruzados y una ceja levantada. No sé en qué momento se deshizo de su instrumento. Tampoco estoy muy segura de que esto realmente esté pasando, aunque pueda verlo con mis propios ojos.
Él se incorpora y camina con lentitud hacia nosotras, creo ver su mirada desviarse hacia mí, pero es apenas un segundo, además de poco probable. Lo siguiente ocurre en cámara lenta y sé que jamás voy a poder olvidarlo. Él toma su rostro entre sus manos, se relame los labios y planta un beso húmedo sobre su boca. La escena me recuerda a una de mis muchas fantasías, exceptuando el hecho de que no soy yo a quién besa, sino mi amiga.
Quiero decir que ella lo aparta o que trata de resistirse, pero no. Ambos lo disfrutan.
—¡Sara! —apenas oigo la voz de Natalia, siento que puedo volver a respirar. Me pongo de pie de inmediato y corro hasta estar junto a ella. Le dedico una falsa sonrisa —¡Vamos, quiero mostrarte algo! —exclama lo bastante fuerte como para que todos la escuchen.
Asiento mientras las lágrimas empiezan a caer por mis mejillas. A lo lejos oigo las voces de algunos de los chicos quejándose de que Lucas finalizara el espectáculo tan rápido, pero no me giro.
Ella no dice nada, solo toma mi mano. Tira de nosotras por los pasillos de la escuela, justo antes de que la campana que anuncia el final del break, resuene por todo el lugar. Me siento como una tonta, tonta por confiar en alguien como ella y por fijarme en alguien como él, ninguno de los dos vale la pena. Aunque una pequeña parte de mí sabe que no puede ni debe culparlos por sentirse atraídos o lo que sea, pero quiero ignorarla.
—Lucas es un idiota —dice antes de girarse y verme directo a los ojos. Limpia mi rostro y peina mi cabello castaño con sus dedos —, no vale la pena, tú mereces más —Aunque odio la autocompasión, decido aceptarlo —. Aguantaste como campeona —Sonríe y no puedo evitar imitarla, es tan difícil resistirse a ella.
—Te quiero —murmuro tan bajito que dudo que llegue a escucharme.
—Lo sé —dice confirmando que, efectivamente, lo ha oído fuerte y claro, pero no piensa darme el gusto de admitir que ella también, por el contrario, ríe y me guía al interior del aula maldita. El laboratorio de ciencias.
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Yo no lo hice
Misterio / SuspensoSara lleva mucho tiempo sin pisar el pueblo donde creció y del que tuvo que huir siendo solo una adolescente. Finalmente, se verá arrastrada de vuelta al "Valle", gracias al destino y a su terca mejor amiga, para asistir a la que promete ser la bod...