19 de abril, 2022
6:15 p.m.
(10 minutos para la mansión Romero)
Sara
—Lindo auto —es todo lo que consigo decir, tras casi cinco minutos de trayecto.
—Gracias —Esboza una sonrisa lastimera.
Hay algo en lo que coinciden todas las personas con las que me he detenido a hablar últimamente, ya sea por gusto o por obligación, como en este caso, y es la forma en que sonríen. Delicada, cuidadosa y acompañada por un par de ojos que me observan asustados y, sobre todo, con pena, como si temieran romperme. Empiezo a hartarme de eso.
—Cómo... —se aclara la garganta —, ¿Cómo has estado? —pregunta con cautela.
—Hecha mierda —Traga saliva. No estoy segura de que esperaba escuchar, pero es agotador fingir que soy de piedra, por lo que elijo sincerarme.
—Lo siento —casi susurra. Simulo no haberla oído y solo cambio de tema.
—¿Por qué viniste? —No dice nada, no en un principio, por un momento pienso que estoy siendo demasiado brusca, pero la sensación desaparece tan rápido como llega. No le debo nada, ni a ella ni a nadie.
—Solo... —se aclara la garganta —, quería pasar algo de tiempo a solas contigo, ya sabes, como en los viejos tiempos —Se está esforzando mucho, puedo notarlo.
—Los viejos tiempos —repito —, fueron buenos.
—Lo fueron —se apresura a responder —. A veces pienso en ello y...
—¿Charlie te pidió que vinieras, no es así? —Se sobresalta y no estoy segura de si es porque he acertado, o por la forma en que lo digo.
—Sí, pero...
—Está bien, no importa —la corto —, tampoco es que muera por pasar tiempo contigo, así que las dos estamos igual —Aprieta el volante.
—No es necesario que te portes así —dice molesta —, sé que estás sufriendo, que has perdido a alguien muy importante y también sé cómo te sientes, aunque no lo creas —Traga saliva antes de continuar —, perdí a mi madre el año pasado —declara y la culpa no tarda en hacerse presente.
—Lo siento —susurro.
—¿Qué es lo que sientes? No tenías forma de saberlo... Nunca he entendido porque la gente se disculpa en estas situaciones —me dedica una pequeña sonrisa —. Creo que es estúpido.
—Pienso lo mismo —digo casi en contra de mi voluntad, por lo raro de estar de acuerdo con ella.
—Podemos estar en silencio el resto del camino, si eso quieres, pero que conste que no tengo ningún problema en que hablemos, es más... — suspira.
»Lo que pasó en el colegio... eso sí lo lamento, jamás quise que termináramos como lo hicimos y sé que no te interesa nada de esto, pero tengo que decirlo. Yo no corrí el rumor sobre tú y Joshua Romero, Laura lo hizo, ella sola, no me preguntó, no le importó lo que le dije después, fue su idea y también el quiebre de mi amistad con ella. Quiero que lo sepas.
No sé qué decir, no esperaba que este viaje improvisado, ni mucho menos su auto, se convirtiera en una especie de confesionario.
—Lo de Lucas, yo... sabía que te gustaba y me equivoqué, me dejé llevar, lo siento mucho, Sara, él ni siquiera estaba interesado en mí, no tengo idea de porqué lo hice, después de lo de Joshua... y Lucas, él nunca me miró como a...
—Oye... —Creo que ya es demasiado y por suerte, el destino parece estar de mi parte, pues acabamos de llegar —, después lo hablamos mejor, si quieres —Asiente.
ESTÁS LEYENDO
Yo no lo hice
Gizem / GerilimSara lleva mucho tiempo sin pisar el pueblo donde creció y del que tuvo que huir siendo solo una adolescente. Finalmente, se verá arrastrada de vuelta al "Valle", gracias al destino y a su terca mejor amiga, para asistir a la que promete ser la bod...