Capitulo 6 - Nubes sobre el lienzo
Lovino miró el cielo que se había cubierto de grandes nubarrones que amenazaban con traer lluvia y truenos.
-Lovino ¿Qué vas a estudiar?-pregunto Toris sonriendo.
Lovino dirigió su mirada hacía el lituano, Natalia que estaba sentada delante de el lituano se balanceaba en la silla mientras masticaba un chicle completamente despreocupada.
-Filología italiana- dijo mirando a Natalia que cruzo sus ojos con él.
-¿Uh? ¿Para saber más sobre como España tiene repercusiones en la filología italiana?- pregunto Natalia sonriendo con picardia.
Toris miro a Natalia y suspiro.
-Lovino ¿Cómo te sentiste al besar a Antonio delante de toda esa gente?- pregunto el lituano sonriendo.
-Hacer lo que hice en la fiesta fue liberador- dijo Lovino mientras Natalia hacia una burbuja con el chicle -Opino que sería comparable con cuando las chicas se quitan el sujetador al llegar a casa-.
Natalia continuo con su balanceo mientras miraba a Lovino.
-Yo no hago eso- dijo la bielorrusa quitando los trozos de chicle de sus labios -Mis pechos son indomables, necesito algo que los mantenga-.
Toris soltó un largo suspiro.
-Natalia....-dijo algo cansado mirandolo.
-¿Qué? Solo estoy compartiendo mi experiencia como fémina-.
De repente Arthur apareció por la puerta con el ceño fruncido.
-Oigan, tengo que cerrar la clase- se quejo cruzándose de brazos.
-Ya me ocupo yo cejas- dijo la bielorrusa alzando la mano para indicar que le tirará las llaves.
Arthur bufó y le tiro las llaves a la albina la cual ,a pesar de que el tiro de Arthur estaba más curvado que una curva, la agarro con gran maestría.
-No seas tan cruel con él Natalia- dijo Toris mientras el inglés se marchaba.
-Parece que tu caballero andante ha llegado señor Vargas- dijo Natalia observando como el español estaba esperando en la entrada del edificio.
El cielo empezó a llorar desconsoladamente. Era un fenómeno que todos se esperaban, la primavera siempre traía agua.
-Y te voy a hacer un favor- Natalia se levantó y agarro el paraguas que Lovino tenia colgado de la mesa -Ya me lo agradecerás más tarde... Ahora corre a por tu hombre-.
Natalia se levantó y empujó a Lovino delicadamente.
-Corre a por tu hombre- sonrió Natalia empujandolo hasta la puerta.
Lovino miro a la albina vacilante y sonrió.
-Bastarda- Lovino chocó su puño con el de la bielorrusa.
-Toris - Natalia miro al castaño que le tiro la maleta de Lovino -Toma-.
Natalia le dio la maleta a Lovino.
-Adiós Lovino- se despidió Toris desde su asiento.
-Ciao-.
Lovino salio corriendo hacia las escaleras mientras Natalia volvía a su asiento y se sentaba poniendo los pies sobre la mesa.
-Toris....¿Tú estás bien estando conmigo?- pregunto Natalia mirando el techo.
Toris golpeaba delicadamente con sus dedos la mesa.
-Sí, me gusta estar contigo- sonrió Toris mirándola.
-Me alegro...-Natalia cerró los ojos suavemente.
Toris paró de dar golpecitos en la mesa y se levantó para acercarse a Natalia e inclinarse hacia ella para besarle suavemente.
-Natalia...-dijo el lituano acunando la cara de la bielorrusa con cuidado -Vamos a nuestras habitaciones, ya es tarde-.
Natalia envolvió sus brazos alrededor del cuello del castaño.
-Quiero dormir contigo hoy- susurro Natalia.
Toris agarro a Natalia y la levantó.
-Suena interesante- sonrió el castaño abrazandola fuertemente.
-No seas pervertido, solo quiero dormir - dijo enredando sus pies alrededor de la cintura del chico.
Toris se puso a reír.
-Sí, si-.
Lovino llego a la entrada y se encontró al español apoyado en la puerta y dormido en los laureles.
-¿A que esperas bastardo?- sonrió Lovino mientras el hispano se giraba para mirarlo con una amplia sonrisa.
-Al amor de mi vida- dijo riéndose de forma pícara.
-¿Lo has encontrado?- pregunto Lovino acomodando su mochila mientras Antonio se acercaba hacia él.
-Pues te interesará saber que si- el moreno enredo sus manos alrededor de Lovino y acerco su cara a la de él.
-Oye, oye, oye - Lovino cubrió la boca de Antonio y sonrió -Las normas son fáciles, yo te beso a ti-.
Lovino beso al español haciendo que este retrocediese un par de pasos, dejándolo a la merced de la fría lluvia primaveral.
-Nos estamos mojando bastardo- sonrió Lovino contra sus labios mientras Antonio se balanceaba al compás de la lluvia presionando al italiano contra él.
-¿Ves que me importe? Ya te echaré la culpa de mi resfriado más tarde- Antonio sonrió y siguió besando a Lovino mordisqueando y succionando sus labios hasta dejarlos tan rojos como un tomate.
-Idiota- decía Lovino contra los labios del hispano mientras sus mejillas adquirían un color carmesí -Yo no soy el que tiene el paraguas-.
Antonio se rió y abrió el paraguas.
-¿Tienes efecto retardado o que?- pregunto Lovino riéndose suavemente mientras la lluvia aplacaba su voz al hacerse mas fuerte.
-Hoy había alerta por lluvias fuertes ¿Donde esta tu paraguas Lovino?- pregunto Antonio sonriente.
Lovino dudó que en algún momento le llegara a cansar esa sonrisa refulgente llena de vitalidad, pero aun no entendía por que ese chico se había interesado en alguien tan simple y molesto como él.
-Una bastarda me lo quito-.
-¿Natalia?-.
Lovino asintió mirando al mayor que rompió en carcajadas.
-Suena muy típico de ella- dijo entre risas envolviendo con su brazo derecho la cintura de Lovino -Pero en realidad es una buena chica-.
El moreno beso el hombro del italiano y sonrió mientras Lovino reposaba su cabeza en su hombro mientras se oía tronar. Lovino con cada sonido y destello de luz se acercaba mas al español.
-¿No te gustan las tormentas?- pregunto Antonio mirando el edificio de las habitaciones al final del camino.
-Algo así....- dijo Lovino sintiéndose seguro cerca del mayor.
-Siempre puedes venir a mi habitación si quieres que me quede toda la noche abrazándote- sonrió mientras mantenía el paraguas hacia el lado de Lovino exponiendo su propio brazo izquierdo a la gélida lluvia.
-Seguro que quieres "abrazarme" un montón- dijo sarcástico Lovino.
-Puedes hacer lo que quieras- dijo Antonio sujetando el paraguas con su barbilla mientras buscaba algo en su bolsillo -Toma-.
Antonio le dejo una llave a Lovino agarrando el paraguas adecuadamente.
-Es mi llave de repuesto, no la pierdas por que es para ti- le explico Antonio.
Lovino miró durante unos segundos a Antonio y luego aparto la mirada.
-Puff.....Bastardo....-.