Capítulo 3 - Dejarse llevar
Lovino abrió la puerta chirriante de lo que sería su nueva habitación
Era bastante pequeña y tenia una cama con una sabana roja, un pequeño armario, una mesita de noche, una estantería completamente vacia y un escritorio en el fondo de color caoba situado bajo una ventana por la que un se colaba una luz blanquecina y clara.
Lovino dejo la maleta de mano sobre la cama y la grande al lado de esta para abrir la ventana con la esperanza de que el olor a polvo de la habitación. Definitivamente necesitaba una limpieza.
-¡Esta es mi habitación!- desde el pasillo se escucharon voces.
-No...Mira....Es la que esta al otro lado...-decía una voz hablando con un poco más de paciencia y más suavemente.
-¡Te he dicho que no!- dijo nuevamente una voz de mujer.
Lovino abrió la puerta de su cuarto y ni siquiera miro a los individuos que estaban gritando.
-¡Qué se callen!- grito Lovino mirando como la bielorrusa agarraba a Antonio por el cuello de la camisa y el español la intentaba calmar sin usar la fuerza bruta -¿Antonio?-.
Lovino parpadeo durante unos segundos.
-Hola - sonrió mirándole a pesar de estar siendo agitado brutalmente por la chica.
La chica miro a Lovino soltando a Antonio.
-Tú....- La chica caminó hacia Lovino con el ceño fruncido -Por tu culpa me expulsaron del instituto hace dos años....-.
Lovino contuvo la respiración observando a la chica de ojos amenazantes.
-Aaaam.... ¿Quien eres exactamente?- pregunto Lovino cruzándose de brazos y piernas apoyándose en el marco de la puerta.
La albina apretó los dientes emitiendo un leve chirrido y levanto la mano dispuesto a romperle la cara al italiano.
-Natalia no es correcto usar la violencia.....-dijo Antonio agarrando la mano de la bielorrusa -Te cambio el cuarto, pero hoy no estoy de humor como para ver como los expulsan-.
Antonio había cambiado su personalidad sumisa ante la chica por una mucho más agresiva.
-Tsch....-Natalia se zafo del agarre del español y se dio media vuelta -Solo por esta vez Vargas, agradece que el españolito te salvará-.
Tras decir estas palabras la bielorrusa se metió en uno se los cuartos situados al fondo del pasillo.
-¿Estas bien?- pregunto Antonio fijando su mirada en el pequeño italiano.
-Sí no te hubieses puesto a pelear delante de mí puerta ahora no tendría estos problemas- gruño Lovino.
-Sí no me hubiera puesto a pelear delante de tu puerta tendrías de vecina a Natalia-.
-Valoraría la posibilidad de que eso fuera mejor que tener a un bastardo español como vecino-.
Antonio sonrió y le miró.
-¿Qué? Solo tengo que dejar que me pegue para que la expulsen y me libro de ella- Lovino miro al español de reojo -Tú eres como un grano en el culo-.
Esta vez el español se río suavemente y le miro directamente a sus orbes.
-¿Algo de lo que no te puedes deshacer?-.
-Pero me quiero deshacer- dijo Lovino completando la frase.
Antonio se volvió a reír, no podía evitarlo, cada palabra que pronunciaba Lovino sobre sus labios solía hacerle gracia.
De cierta forma podría decirse que era alguien que siempre le hacía sonreír.
-Sí pasa algo con quien sea estoy enfrente- sonrió dulcemente Antonio.
Lovino miro de arriba abajo al español. Había que reconocer que tenia un buen cul..... ¡Cuerpo! Si, eso....
-Callate- bufo Lovino cerrado la puerta con un sonoro portazo dándole con las puertas en las narices al mayor.
Antonio retrocedió un par de pasos riéndose, pero luego se enfrentó a la cruel realidad.
Observó las maletas que yacían delante se lo que parecía que iba a ser su futura habitación. Yacían en el suelo sin vida, obviamente eran seres sin vida, pero los tacones de la bielorrusa habían dejado varias abolladuras.
Abrió la habitación y las dejo suavemente sobre la cama intentando no seguir dejando más marcas.
Antonio agarro las llaves y salio de su habitación cerrandola.
Caminó hacía la habitación de enfrente y descanso su cabeza en la fina puerta conteniendo el aliento.
-¿Lovino?-.
-¿Qué quieres stupido?- gruño el italia desde el interior de la habitación.
-Voy a ir a una fiesta ¿Quieres ser mi acompañante?- pregunto el español sonriendo mientras miraba el suelo.
Hubo un silencio que inundó tanto el pasillo como la habitación del italiano en la que el español solo pudo oír su propia respiración.
Soltó un suspiro y retrocedió un par de pasos. Como siempre acabaría llamando a Bella para que fuera su acompañante.
Agarro el pomo de la puerta de su cuarto y se dispuso a entrar.
-¿A que hora?- la voz de Lovino apareció en el pasillo como un hilo fino de voz aunque a pesar de ser débil era demandante.
-Sobre las 7:30 de esta noche-.
El italiano chasqueo la lengua.
-Ponte guapo, no pienso ir con nadie que no esté a mi maldita altura - Lovino cerró la puerta nuevamente con un portazo.
Antonio estaba seguro de que si el italiano seguía así rompería la puerta pronto.
Lovino se dejó caer sobre la cama.
Era la primera vez que un chico le invitaba a algún sitio , es más, era la primera vez que iba a salir con alguien como acompañante.
-Espera Lovino Vargas- se dijo a si mismo -¿has aceptado ir porque te invito él? ¿O porque querías salir?....Por dios...Sólo lo conozco desde hace un par de días....-.
Lovino soltó un último suspiro.
-Me dejare llevar por la marea...-.
------
Noticias :D
Hola mis queridos lectores *acción de repartir amor* llego con noticias, pronto subiré una nueva historia de SpaMano se va a llamar "Donde la lluvia no duele", la futura portada me la pondré de foto de perfil ahora y eso...Nos leemos ❤