Le Fruit de la DxD ✔️

40 - Nada se rompe dos veces de la misma manera

Oh, Dios mío.

Parecía que hacía mucho tiempo que no se despertaba, ¿al menos varias semanas o varios siglos?

Algo así.

El tiempo tenía poco significado para los muertos, pero ella tenía la ligera sospecha de que la sensación de prisa podía estar justificada.

Al oír el roce nervioso de las afiladas garras que la habían despertado, alargó una delicada mano (la que tenía todos los dedos) y acarició la cabeza del dulce ghoul, intentando calmar un poco su frenesí.

El pobre sólo sabía exagerar.

Hubiera sido una escena tierna para los espíritus de la Memoria del Arsenal.

La conmovedora visión de una abominación oxidada a la que acariciaba la cabeza la única mano intacta de una belleza mutilada y con los ojos vendados. Los jirones de su vestido hacían juego con los harapos del ghoul, y los ocho muñones de su esbelta espalda se agitaban alegremente.

Incluso mientras arrojaban sin cesar plumas de hierro negro y sangriento a la oscuridad de abajo.

... Para cualquier otra persona, habría sido un doloroso recordatorio de que toda la "población" del Arsenal estaba loca.

"Ufufu~ cada vez que me despierto estás más guapo, ¿verdad?", arrulló alegremente, sin que su voz lírica se viera entorpecida por la garganta desgarrada bajo la banda que le rodeaba el cuello. "Ahora, ¿por qué no me dices qué es lo que te tiene tan alterada~? ¿Tiene algo que ver con lo lejos que parece estar nuestro querido anfitrión~?".

Con un siseo chirriante, el ghoul movió afirmativamente su cráneo de metal atado.

Vaya, no me extraña que el Ghoul la hubiera despertado tan temprano.

Parecía que el más joven de sus innumerables juniors necesitaba un poco de ayuda.

Con un gemido exasperado, sacó las piernas de la cama y se incorporó, con cuidado de no tirar las mantas de su compañera de cama.

Se dirigió al minibar, cogió la primera botella que encontró y se la bebió de un trago.

Había una buena razón por la que nunca había intentado tener una relación seria, por muchos miles de años que hubieran pasado.

Nunca se permitiría tener una familia, porque una familia necesitaba un padre.

Y no había forma de que un hombre que sólo estaba "bastante seguro" de haber sido padre una vez pudiera serlo.

Apenas recordaba al otro mocoso que acababa de vigilar entre bastidores, así que ¿cómo demonios iba a soportar tener un mocoso propio?

Su estado de ánimo sólo empeoró por la sal que se había frotado en las heridas abiertas, Azazel buscó una segunda botella y la vació incluso más rápido que la primera.

En la habitación poco iluminada, una mujer se mordió un gemido mientras se le doblaban los dedos de los pies y se le nublaba la vista.

Su compañero se inclinó sobre la cama, cubriendo su cuerpo desnudo, y ella se aferró a él con las cuatro extremidades mientras él aumentaba el ritmo.

Con un grito breve y estremecedor, Musashi se corrió con fuerza, y las convulsiones hicieron que Yuuto bombease su carga dentro de ella.

Sin aliento y completamente satisfecha cuando su orgasmo remitió, la vivaz belleza se aferró a él con brazos temblorosos, y sus piernas se deslizaron desde las caderas de él para colgar de la cama.

Yuuto levantó la cabeza lo suficiente para que sus ojos, de un color tan similar, se encontraran y Musashi sintió un pequeño estremecimiento en el corazón cuando compartieron una sonrisa.