Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Le Fruit Ni de DxD
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Capítulo 18
Era como si hubiera parpadeado demasiadas veces y, en una de esas fracciones de segundo en que tenía los ojos cerrados, alguien le hubiera robado el color al mundo.
El mundo que se extendía ante Himejima Akeno era una mezcla de gris y blanco apagado...
Incluso aquel precioso cabello carmesí, que fluía por la espalda de su mejor amiga y Rey, había sufrido el mismo destino.
Akeno tardó otro segundo en darse cuenta de que Rias no se movía, ni siquiera respiraba, casi como si estuviera...
"¿Congelada?"
Se oyeron voces curiosas a su lado.
Akeno saltó un poco ante el siseo repentino, pero no pudo ir muy lejos porque su cabeza se giró hacia su derecha.
Lo que le devolvió la mirada fue un trozo de hierro desgastado y sin rasgos, con dos abismos vacíos y oscuros donde deberían estar los ojos.
¡No!
... Esos ojos no debían estar así de vacíos...
¡No cuando la miraban a ella!
La figura metálica ladeó la cabeza, aparentemente igual de sorprendida al oírse hablar.
El pelo oscuro que la enmarcaba era el único indicio de que bajo ella pudiera haber una persona, pues todo lo que había bajo la máscara estaba envuelto en ese mismo hierro maltrecho.
No parecía correcto llamarlo armadura.
Algo en ella parecía demasiado restrictivo para eso.
Como si no estuviera pensada para proteger el cuerpo que había debajo, sino para mantenerlo confinado.
Por inquietante que fuera, nada de eso le parecía tan importante a Akeno en aquel momento.
Se dio cuenta de que Kiba y Xenovia, de pie al otro lado, no sólo habían conservado el color, sino que observaban cautelosamente a la figura acorazada con las espadas preparadas, pero lo dejó a un lado.
El hecho de que Rias, Koneko, Raynare, Kalawarner, Sona y Tsubaki, así como Irina en el otro extremo de la sala, estuvieran todos rígidos, incoloros e inmóviles, también se archivó para considerarlo más adelante.
No, ahora mismo eso no importaba en absoluto.
No antes de la revelación de que la cosa de hierro que tenía ante ella la estaba cogiendo de la mano.
Como si quisiera cortar su pánico antes de que empezara, la multitud tras la máscara siseó dos palabras más para congelarla en su sitio.
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Le Fruit de la DxD ✔️
CasualeQuería intentar ser normal. Puede que aún consiga su deseo, pero tendrá que conformarse con ser un Diablo normal con una cantidad normal de recuerdos de gente muerta a la que nunca ha conocido... Kazami Yuuji ha empezado a preguntarse si tal vez no...