Narra Kardia.
- Cuando era niño no tenía energía para hacer nada, no podía correr ni jugar porque me ponía enfermo. Solo éramos mi madre y yo, a mi padre no lo conocí.
- Mi mamá me llevaba al hospital muy seguido y a veces tenía que quedarme varios días en ese lugar para que me sacaran sangre y me estuvieran revisando. Luego regresaba a casa pero todo seguía igual, no podía hacer nada sin sentirme mal.
- Un día que no estaba mi mamá me escapé de la casa y fui a jugar con otros niños, realmente estaba muy contento. No entendía porque siempre estaba encerrado ya que jugaba mejor que todos y corría mucho más rápido. Pensé que mi madre exageraba hasta que nuevamente me puse enfermo.
Kardia hizo una pausa y miró de reojo a la pequeña. Estaba muy atenta escuchando su relato.
- Esa vez me puse peor, recuerdo que casi no podía respirar y que tenía un dolor horrible en el pecho, era tan fuerte que casi perdí el conocimiento.
- Los niños con los que jugaba se espantaron mucho y le avisaron a sus padres, ellos a su vez lograron encontrar a mi mamá y de nuevo me llevó al hospital, solo que esa vez todo fue peor. Me quedé en ese lugar mucho tiempo sin que me dejaran levantar de la cama, me daban medicinas amargas y me ponían muchas inyecciones. Estaba muy asustado pero lo peor fue cuando mi mamá dejó de visitarme, no entendía porqué, pero ya no iba a verme.
- Al poco tiempo escuché a unas enfermeras hablar sobre mi, dijeron que ya no me curaría y que me quedaba poco tiempo de vida porque tenía un corazón muy enfermo y que por eso mi madre me había abandonado. Lloré mucho, estaba asustado, muy asustado y no podía creer que mi madre ya no regresaría nunca.
Kardia bajó la mirada, lo que estaba contando le resultaba muy doloroso aunque ya había pasado mucho tiempo. Sasha lo miraba sorprendida.
- Los días comenzaron a pasar y yo empeoraba más. No podía salir de ese cuarto, estaba muy débil y muy triste, mi final estaba cada vez más cerca y cuando eso ocurriera estaría solo.
- Una noche tuve un sueño, me vi de adulto, sano y fuerte. Estaba rodeado de amigos y todos teníamos un propósito, algo importante que hacer. Yo era importante y necesario para algo y eso me daba mucha alegría. Cuando desperté lo decidí, no esperaría mi muerte encerrado en ese lugar sin hacer nada, tenía un propósito y en ese momento era vivir al máximo el tiempo que me quedaba, así que ese mismo día me escapé del hospital.
- No te sé decir cuánto tiempo estuve vagando solo pero lo que sí sé es que estaba feliz, conocí lugares que no había visto, corrí y jugué con chicos de mi edad, me metí en problemas y les di buena pelea a quienes se metieron conmigo, en fin...disfruté mi libertad como nunca lo había hecho hasta que un día mi corazón comenzó a fallar. El dolor y el miedo regresaron.
- Llegué a un lugar desolado y en ruinas, caí enfermo ahí. Sabía que había llegado mi hora, tenía miedo y me negaba a aceptar que ese sería mi final porque quería hacer más, pero mi cuerpo ya no podía continuar.
- Estaba perdiendo el conocimiento cuando escuché que alguien se acercaba y como pude me incorporé para ver quién era. Una persona anciana de largas barbas y túnica se me acercó y me dijo que estaba muriendo. Obvio, pensé yo.
Me dijo que veía un gran propósito en mi y que si yo quería él me daría más tiempo de vida para cumplirlo. Me sorprendieron sus palabras pero no le creí, cómo podría curarme esa persona.- Me preguntó si estaría dispuesto a recibir la salvación aunque tuviera un precio que pagar. En ese momento el dolor en mi corazón era insoportable, sentía que se detendría en cualquier momento así que le dije que aceptaría lo que fuera con tal de no morir ahí.
- El anciano colocó su mano sobre mi pecho, la cual estaba manchada de sangre. Me dijo que era la sangre de la Diosa Athena, quien me daría salud y poder pero también una gran carga debido a ese poder. En ese momento sentí un calor enorme entrar a mi pecho y comenzó a quemarme. Pensé que había sido engañado por ese hombre para tomar mi vida, pero cuando la agonía pasó el dolor y la enfermedad abandonaron mi cuerpo. Por primera vez en toda mi vida me sentí sano.
- Luego ese hombre me trajo a este lugar y me entrenó para convertirme en caballero al servicio de Athena y claro que no me negué porque su sangre me devolvió la salud y me dio una segunda oportunidad de vida. Pero bueno, no todo es color de rosa porque ese poder que me dio la oportunidad de vivir más viene acompañado de otra enfermedad que se aloja en mi corazón, un calor terrible emana de él, como un volcán activo que hará erupción en cualquier momento. Mi maestro me dijo que aprenderé a controlarlo para no enfermar tan seguido pero aún no logro hacerlo. Cuando uso mi poder o a veces de la nada me llega esta terrible fiebre y con ella la enfermedad en mi corazón.
- Bueno chiquilla, esa es toda la historia, no sé porque te conté tanto pero te advierto, nadie puede saber acerca de mi condición porque si no...
En ese momento Kardia miró a la pequeña quien lloraba con profunda tristeza.
- ¡Ey mocosa! ¿Qué es lo que te pasa, porqué estás llorando si no te hice nada? Contéstame.
Kardia se sentó con dificultad para acercarse a la niña, quien sin pensarlo y para la sorpresa del joven, se le abrazó al cuello llorando.
- ¿Pe...pero qué?
La niña lo abrazó con fuerza y le susurró al oído.
- Haz sufrido tanto y siempre has estado solo sin que nadie te ayude, de verdad lo siento mucho, como lo siento... (sollozaba la niña)
El joven caballero estaba sorprendido, nunca nadie le había dado palabras de consuelo y empatía, siempre había estado solo.
Sentía un nudo en la garganta y lo único que pudo hacer es corresponder el abrazo de la pequeña niña.
Alguien lloraba por él...
Le importaba a alguien...
Ahora si, la vida le daba una segunda oportunidad.
Continuará ...
Gracias por leer 🦂🌸♏️
![](https://img.wattpad.com/cover/213700768-288-k167533.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Corazón solitario
RomansaNunca me importó la soledad, sabía que mi vida sería breve aunque quería vivirla al máximo, disfrutar cada segundo de ella sin arrepentimiento. Jamás necesité el amor de nadie, no lo merecía por ser como soy, alguien sin futuro, eso me dijeron pero...