𝗧𝗘𝗥𝗖𝗘𝗥 𝗘𝗣𝗜𝗦𝗢𝗗𝗜𝗢
𝗔𝗻𝗵𝗲𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝗟𝗶𝗯𝗲𝗿𝘁𝗮𝗱 𝘆 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮𝘀
𝗘𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮𝗻𝘇𝗮𝘀
LA VIDA A MENUDO PARECE UN CAMINO plagado de miedos y desastres, pero en el corazón de cada persona late un anhelo profundo de una existencia libre y sin sombras. Este deseo de paz y estabilidad es lo que nos impulsa a seguir adelante, a pesar de las adversidades. Para muchos, la idea de una vida sin temor se convierte en un faro en la distancia, una promesa de que algún día, las tormentas se calmarán y el sol brillará de nuevo.
comenzó con un aire de pesadez que parecía imposible de disipar. Desperté al lado de Touya, ambos con ojeras profundas bajo los ojos. La noche anterior había sido una tormenta de gritos y llantos, con nuestros padres enzarzados en la discusión. En medio de ese caos, Touya y yo habíamos encontrado consuelo en la compañía del otro, durmiendo juntos en un intento de escapar, aunque fuera temporalmente, de la realidad que nos rodeaba.
Nos miramos en silencio al despertar, sin necesidad de palabras para entendernos. La conexión entre nosotros era un refugio en medio de la tormenta. Touya trató de esbozar una sonrisa, y yo le devolví el gesto, aunque ambos sabíamos que nuestras expresiones no ocultaban la preocupación que sentíamos.
-Vamos, kiki -dijo Touya con voz ronca- Tenemos que prepararnos para la escuela
Asentí y me levanté, notando el frío del suelo bajo mis pies. Cada uno se dirigio a un baño diferente a arreglarnos tratando de recuperar algo de normalidad en nuestras rutinas. El aire en la casa estaba cargado de incomodidad, un recordatorio constante de la pelea de la noche anterior.
Bajamos a la cocina, donde Fuyumi y Natsuo ya estaban. Fuyumi intentaba mantener el ánimo alto para todos, aunque sus ojos delataban el miedo y la tristeza. Natsuo, apenas un bebé, estaba en su silla alta, ajeno al drama que nos envolvía.
Mamá se movía por la cocina como un fantasma, su mirada perdida en algún punto distante. No dijo nada mientras nos servía el desayuno, su silencio era más elocuente que cualquier palabra. Intenté no mirarla demasiado, porque cada vez que lo hacía, mi corazón se encogía de preocupación por ella.
Comimos en un silencio incómodo, el ruido de los cubiertos chocando con los platos era lo único que rompía la quietud. Cuando terminamos, nos dirigimos hacia el auto para ir a la escuela, cada uno sumido en sus propios pensamientos.
La escuela, aunque no era perfecta, ofrecía un respiro temporal de la tensión en casa. Al llegar, me despedí de Touya y fuyumi dirigiéndome a mi clase. El día transcurrió con lentitud, las lecciones pasaban como una niebla en mi mente. Sentía que estaba en piloto automático, haciendo lo necesario para no llamar la atención.
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𝗦𝗔𝗟𝗩𝗔𝗧𝗢𝗥𝗘 ─ BNHA
Hayran Kurgu𝗦𝗔𝗟𝗩𝗔𝗧𝗢𝗥𝗘 | Soy la sombra en la noche, la mano que sostiene a los caídos, la esperanza que susurra en los oídos de los desesperados. A los ojos del mundo, soy un héroe, un salvador, el pilar de la tranquilidad en tiempos de caos. Pero solo...