Cambios

13 2 0
                                    

No dormí durante estas dos últimas noches, solo miraba el techo de lo que sería mi hogar de ahora en adelante. El olor a humedad impregnaba el lugar, se nota que no reciben muchas visitas, y siendo sincero me agrada que sea así.

— Buenos días — dije sentado en la mesa del comedor, keylin, soltó un grito ahogado, al parecer se le había olvidado el detalle de que ahora vivimos juntos.

— Me costará acostumbrarme... A lo que sea que esté pasando ahora— exclamo indiferente dando un sorbo a su té.

— Sobre la niña... Lo siento, debí ser más rápido— iba a seguir, pero keylin me interrumpió.

— Eso ya no importa.  Ya te lo había dicho, solo nos queda investigar. Ella regresará con su familia — luego de esto su mirada se mantuvo lejana por un buen rato.

Durante el camino a la escuela mi mirar se vio perdido contemplando las hojas y el viento, recordando que aquel extenso bosque que alguna vez fue mi hogar. Me pregunto qué pensaría mi mamá, o que estará haciendo mi papá y mis hermanos.

Keylin anduvo todo el camino tratando de asimilar el porqué si yo iba a la escuela vivía en el bosque tal vez en un intento de formar una charla casual, me limite a mirarla, ella simplemente se rindió y no esbozo ninguna otra palabra durante el trayecto.

Tenía previsto otro día rutinario para hoy, pero creo que desde el fin de semana el universo se ha pactado para sorprenderme.

— Estás fuera del club, lárgate ahora— La mirada de la presidenta y de los demás miembros del club de antigüedades era helada y apática, me siento diminuto.

— ¿Por qué? ¿Hice algo mal?

— No solo algo, hiciste todo mal, ya estamos hartos de cargar contigo rarito, no sé que clase de problemas o fobia social tengas, pero no nos cargues con eso, mejor vete a un lugar que si te interese y no estorbes.

Derrotado y confundido fui a clases intentando pensar en que debería hacer ahora, pero claro que el pensar claramente iba a ser difícil con los ojos de Leo, clavados en mí tratando de descifrar mi expresión.

— Escúpelo— dijo en un tono lo suficientemente bajo para que la profesora no nos escuche.
— ¿disculpa, Por qué te escupiría? Eso es asqueroso, Leo. — conteste asqueado y confundido, realmente detesto cuando usa frases las cuales no tienen sentido.

— A veces olvido lo denso que eres – suspira derrotado leo con una expresión molesta— La profe nos está mirando, pero tú, yo y el grupo hablaremos de lo que escuche una vez esta clase esté terminada.

Es que este día va de raro a rarísimo, todo esto se está manifestando en mí como una tormenta, la herida de mi brazo arde, el clima está frío y mis amigos insistentes. 

— ¡Yo hablaré primero! — enuncio Eva, aclarándose la garganta y colocando ambas manos sobre la mesa en una pose un tanto intimidante—. Ronan, sabemos que eres pacífico y todo ese rollo, pero creemos que—

 Eva fue abruptamente interrumpida por Leo, que se exaltó de su asiento y me miro enfadado.

— ¡Deberías defenderte! ¡Y hablar con nosotros! ¡Somos tus amigos y me tengo que venir a enterar de lo de esta mañana a boca de terceros! Aparte vienes herido y haces como si no nos diéramos cuenta, me hieres, ronan.

 Todos nos quedamos callados por un momento, la impresión no me dejaba articular bien lo que decía, así que sonaba como un artefacto defectuoso, tartamudeando y arrastrando palabras donde no iban.

— Me disculpo— finalmente dije escapando un largo suspiro, cabizbajo con tal de que no me ven — solo no me afecto tanto lo de esta mañana, y creo que no debería afectarles a ustedes, sé que actuaron mal, pero no hay nada que yo haga para cambiar la actitud del otro y sobre mi brazo me lastime el fin de semana caminando por el bosque.

— Eres un cabeza hueca — exclamo Leo colocando sus manos en su frente — pero solo intenta ser más ... Hablante con nosotros y ya.

En casa, le di vuelta a las palabras de Leo, siempre creí que lo mejor para mí es mantener una distancia con todo, pero creo que eso ya no es aplicable. Después de todo, ya no estoy solo en este lugar extraño, me digo a mí mismo viendo a keylin y Karol arreglar la mesa para cenar.

Unos de esos dias  en la escuela me decidí, me atreveré a faltar a clases y pasaré mi día en la biblioteca investigando, es lo mínimo que merezco luego de todo el ajetreo que va siendo mi vida últimamente.

Una hora paso, y luego se convirtieron en dos y yo no me sentía satisfecho, ¡¿no se supone que vine hasta aquí por la información?! Donde está lo útil, nunca ayudaré a mi madre de esta manera.


Andaba quejándome cuando de entre los libros me cayó una larva, una enorme y asquerosa larva, aterrado y asqueado, comencé a correr despavorido, chocando con una chica en frente de mí.

— Disculpa— me dijo levantándose lentamente y tendiéndome la mano.

— no, no, discúlpame, corrí sin mirar y choque contra ti.

— Ya no importa, ya escuché lo que necesitaba—  decía con voz chillona recogiendo sus cosas—, Ya tengo mi próximo misterio, ¡no puedo esperar para decirle al grupo!

—¿Misterio? ¿Grupo?

— ¡cierto! ¡Soy Yumi, presidenta del club de misterios de s.a! — grito emocionada sacando y pasándome un volante de su mochila.

— ¿no había escuchado de ustedes... que hacen?

— ¡ahhh! ¡Qué bueno que preguntes! Nos encargamos de investigar y descubrir los misterios y actividades extrañas de este pueblo 

— Eso suena, interesante... sabes mi amiga keylin también está en uno así 

— ¡conoces a keylin!

—  todos lo hacen, ¿no? Creí que era un tanto popular aquí, porque se vive quejando de que nunca esta en paz.

Yumi resulto ser muy simpática, un tanto ruidosa, pero su energía se pega. Me contó sobre su nuevo misterio, una biblioteca que tiene toda la información que buscas, incluso para cosas que están por pasar.

Escuchar eso me emociono, sentí como el pecho se me inflaba y una risa se escapaba, si eso existía todos mis problemas y preocupaciones desaparecerían, podría regresar a casa.

— ¿Y qué esperas? — dije levantándome animado— porque no lo buscamos, dile a tu equipo!

— Pues sucedes que... No tengo pistas 

— ¿Qué? 

— Eso, no tengo pistas, es un rumor que escuche nada más, ¡PERO NO TE DESANIMES! Sé que es real — dijo agarrándome de las manos —. Te vi, sé que tienes la misma curiosidad que yo, únetenos — su tono se volvía cada vez más insistente, eso me asusto y por algún motivo salí corriendo.

Pase los siguientes cuatro días dandole vueltas y vueltas a la propuesta de Yumi.

— Quiero unirme —  dije firme frente a Yumi, quien estaba organizando unos papeles, al escucharme su mirada se iluminó y de un momento a otro se encontraba saltando por todas partes, tengo la esperanza de que mi decisión haya sido la correcta.

Club de Misterios S.ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora