EAG [Meanie || Minwon]

Capítulo 6

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Mingyu consideró montar su caballo hasta casa de los Howard y dejar que las damas le siguieran en el carruaje; no tener que escuchar el parloteo de las mujeres Park durante media hora era tentador. Aunque más atractiva era aún la idea de estar confinado junto al joven Jeon en el pequeño compartimiento para pasajeros... estuvieran o no presentes sus dos parientes.

De modo que iba sentado junto a tía Bom mientras el coche marchaba con gran estrépito por la calle Clifford hacia la casa de los Howard. Con el cabello naranja de la señora Park oculto bajo un sombrero beige y su figura disimulada dentro de un elegante vestido de noche color teja y beige, casi podía pasar por una aristocrática matriarca... siempre y cuando mantuviera la boca cerrada.

Una vez hubo dejado a Sooyoung y a Bom al cuidado del joven Jeon y sus anfitriones, Mingyu se dispuso a entretenerse en otra parte. Aunque no jugó, bebió o se escabulló para fumar... había reservado esos placeres para más avanzada la temporada, después de haberse asegurado una novia.

En un evento tan mortalmente aburrido como éste era probable que hubiera presentes mujeres respetables, y lady Howard había invitado al menos a dos de las posibles novias de la lista del señor Mullins.

Un pequeño téte-a-téte con alguna mojigata debería demostrarle tanto a él, como al joven Jeon, que una vez que una mujer olía el dinero y un título, estaría más que dispuesta a casarse incluso con el viejo poste torcido de una valla, cuanto menos con él.

Frente a él, Sooyoung y Wonwoo charlaban en voz baja, realizando sin duda un último ensayo antes de llegar. No le envidiaba a Wonwoo su tarea, aunque él parecía tener fortaleza más que suficiente para llevarla a cabo. A Dios gracias que no intentaban casar a tía Bom de nuevo. Dudaba mucho que poseyera dinero suficiente para convencer al institutor de que se ocupase de ese trabajo.

Aunque odiaba admitirlo, el joven Jeon había estado en lo cierto, al menos en un punto... jamás debería haberlo alentado a usar un traje de madame Charbonne. No tenía nada que ver con su queja de que no parecía un institutor, si bien ése era el caso. Se trataba simplemente de que le resultaba imposible apartar sus ojos, o su calenturienta imaginación, de él.

—¿Hay alguien en particular a quien desee presentar a Sooyoung esta noche?—preguntó Wonwoo, mirándole directamente a los ojos.

—Es probable que asista mi amigo Shin Hyoseob, el vizconde de Belton. Siente bastante curiosidad por conocer a la prima Sooyoung.

Wonwoo aguzó la mirada.

—¿Y a qué tanta curiosidad?

A juzgar por su expresión, el institutor ya había deducido la respuesta a aquello, o al menos, así lo creía él.

—¿Por qué no debería? —respondió fríamente, desafiándolo a acusarle de algo impropio—. ¿Usted no sentiría curiosidad por conocer a los únicos parientes vivos del conde de Kilcairn?

—Supongo que sí —admitió él de mala gana—. Aunque usted no parece alentar la discusión de este tema.

Mingyu entornó los ojos.

—¿Ah, no?

—No, usted...

—¿Por qué no debería sentir curiosidad por mi hija el susodicho lord Belton? —interrumpió Bom—. Ella es un ángel. Deberías estar contento de presumir de ella ante tus amigos.

—¿Está soltero el vizconde de Belton? —indagó Sooyoung, mordiéndose el labio inferior.

Al menos ella parecía querer casarse y dejar su protección tanto como lo deseaba él.