EAG [Meanie || Minwon]

Capítulo 15

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—Ah, tonterías. —Wonwoo le indicó a Sooyoung que entrara primero en la sombrerería.—Estoy seguro de que no está prendado de ti.

—¡Pero es verdad! —insistió la muchacha.—Me ha enviado una carta todos los días durante la semana pasada y sé que ha visitado al primo Mingyu al menos dos veces.

—Ya sabes que son amigos.

—Won, no eres nada romántico.

Wonwoo rió entre dientes. Tal vez Sooyoung había dado con el problema. No obstante, si él hubiera sido romántico, probablemente a estas alturas se habría ahogado en el estanque más cercano.

—De acuerdo. Reconozco que muy bien podrías tener razón, y que lord Belton en realidad sí está prendado de ti, pero no quiero que te decepciones si no es así.

Sooyoung alzó un bonito sombrero azul de su pie para examinarlo.

—Supongo que tienes razón. En casa, Freddie Danvers, el hijo del terrateniente, solía decir a todas horas que quería casarse conmigo, pero nunca le creí. Y mamá dijo que se necesitaría una dote aún mayor que Dorsetshire para pagar sus deudas de juego, y que no era probable que fuera a encontrarlo en nosotras.

Wonwoo detuvo su concienzudo examen de un práctico sombrero marrón de profesor. A pesar de su falta de don de gentes, había asumido que las Park eran ricas. Parecían más preocupadas por atrapar un título que una pila de dinero, aunque puede que tuvieran la impresión de que ambas cosas iban de la mano, como en el caso de lord Kilcairn.

—Si tu dote no hubiera sido un factor importante, ¿te habría gustado casarte con el tal Freddie Danvers?

Su alumna puso cara de estar chupando un limón.

—Dios santo, no. Tan sólo tenía una casa de seis habitaciones, y ningún título. Incluso Blything Hall es más grande, y no querría mudarme a un sitio más pequeño. —Volvió a dejar el sombrero azul y se movió hacia un pintoresco bonete verde.

—Por supuesto que no. Qué tonto soy.

—Ahora te estás burlando.

—Claro que no. Por favor, continúa.

—Hace unos tres años, cuando Mingyu estaba en Londres, mamá, papá y yo fuimos a Westchester y convencimos al ama de llaves de que nos enseñara Kilcairn Abbey. Deberías haberlo visto, Won. Tiene más de doscientas habitaciones, seis salones y dos salones de baile. Mamá dijo que podía imaginarse siendo el centro de atención allí, mientras que Mingyu y yo dábamos bailes para toda la nobleza de los alrededores.

—¿Mingyu y tú? —preguntó pausadamente Wonwoo, el corazón le dio un vuelco. Esto era ridículo. No tenía motivo para volverse tan... irracional cada vez que una mujer mencionaba ese nombre, si la mitad del tiempo ni siquiera podía decidir si lo amaba o lo odiaba.

Sooyoung palideció y con un nervioso parloteo se puso el bonete.

—Oh, no es mi estilo, ¿verdad? —dijo, riendo tontamente, y quitándoselo apresuradamente otra vez.—Vamos a otra parte, Won. No me gusta nada de lo que hay aquí. —Tras eso, se fue revoloteando hacia la puerta.

Wonwoo la miró durante un momento.

—Como quieras, querida.

Aquello sí que era extraño. Pero que muy extraño, a menos que sus recientes sospechas fueran ciertas y Sooyoung tratase de atrapar a Mingyu. Aunque parecía muy complacida por las atenciones de lord Belton. Wonwoo se preguntó si Mingyu estaría al tanto de que su prima había desarrollado cierto aprecio por él.