¿Una oportunidad?

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Estando fuera de la empresa, Valeria y Darío esperaron a sus amigos para empezar a hablar; cuando ella los vio parados detrás, le dio un pequeño golpe a su esposo para que se diera cuenta y así empezar.

— Buenos días a todos— saluda el CEO.— Sabemos que recientemente ha salido una noticia que a ustedes le interesa corroborar, por eso estamos dispuestos a contestar sus preguntas.

No hay mucho que decir, y la verdad es que el ‘’matrimonio’’ no ha hablado de qué mencionar o qué no, pero en leves gestos se han puesto de acuerdo para decir lo que realmente ha pasado. 

Cierto reportero es el primero en levantar la mano y Darío asiente en su dirección para permitirle la palabra, pero Oriana se acerca y lo toca llamando su atención; él la mira y se inclina para que pueda hablarle al oído.

— Es quien publicó la noticia.— avisa ella, retirándose segundos más tarde.

Darío vuelve a mirarlo y sus ojos anuncian la tragedia que se avecina para el pobre hombre que solamente quiere ser famoso entre los chismes.

— ¿Cómo han terminado casados?

— Fue sin querer— confiesa Valeria— Nos cruzamos en una fiesta y…

— ¿Tu informante no te brindó el cuento completo?— la interrumpe el CEO— Digo, Fabricio es quien te avisó sobre nuestra relación legal y me parece raro que no te haya dado detalles – asegura sorprendiendo a su esposa, quien mira hacia Oriana y esta asiente.

— De igual manera…— continúa Valeria— Los presentes no saben el trasfondo de nuestro casamiento, así que les diremos la verdad.— asiente mirando a Darío para saber si está de acuerdo y él la deja seguir— No mantuvimos plenitud de nuestras facultades cuando nos conocimos en Las Vegas y por eso terminamos casándonos. Me enteré hace unos días cuando quise apartar una fecha para la boda con mi ex prometido, pero como pueden ver, ahora no se puede, ya que él ha actuado mal. Además, nos tomará unos meses divorciarnos con el señor Moller.
 
Eso, en gran parte, es mentira, puesto que ella prometió conseguir los papeles de inmediato y mandarlos ya firmados con Oriana para no volver a ver a Darío, pero también sirve de excusa para que no molesten por cierto tiempo, en donde pueden actuar tranquilamente.

—Señor Moller, ¿qué opina usted de su reciente matrimonio?— cuestiona una reportera que le sonríe tímida.

—Estoy tan sorprendido como ustedes— afirma— Pero sabemos que podemos solucionarlo, así que solamente actuaremos con paciencia para no salir perjudicados. Espero que respeten nuestra privacidad.

—¿No han considerado intentar una relación formal, verdaderamente?— cuestiona la misma mujer, haciendo que los cuatro amigos se sorprendan.

Los protagonistas de tal noticia, se miran sin parpadear y sonríen sin mucho esfuerzo, para luego observar a los reporteros que esperan entusiasmados esa respuesta.

—Lo he pensado— confirma Darío mientras Valeria voltea incrédula.

—¿Y usted, señorita?— cuestiona ahora un hombre, siguiendo la idea de su colega.

Ahora, la CEO se cuestiona internamente si debe responder con sinceridad, negando tal pensamiento, o si debe mentir para que su esposo no quede mal delante de las cámaras. 

Puede asegurar que él es un hombre muy atractivo y sabe que más de una mujer quisiera derretirse en sus brazos, pero al mismo tiempo, no quiere ser una de ellas porque acaba de salir de una relación y no confía en que pueda avanzar prontamente. 

En el caso de que él hable con sinceridad y lo intentasen, no está segura de poder ser feliz o de hacerlo sentir así.

— Sí— es lo único que se anima a decir, pero segundos después, siente una mano acariciando su espalda hasta posarse en su cintura, abrazándola suavemente.

Sinceramente, le gusta ese toque y no se siente incómoda, pero al mismo tiempo le da miedo porque no quiere que él se dé cuenta. 

—¿Por qué tiemblas?— cuestiona Darío en su oído.

Ni siquiera se había dado cuenta, ya que trató de ser disimulada y su cuerpo ha reaccionado traicionándola, por consiguiente, dejándola en evidencia bajo el tacto de su actual esposo, quien parece disfrutar su nerviosismo.

—Tengo frío— miente con una sonrisa en los labios, los cuales son observados por el CEO.

— ¡No mienta, señora Moller!— susurra lentamente mientras ejerce un poco más de fuerza en su cintura.

Alguien se aclara la garganta y ambos miran en su dirección, saliendo de su nube juguetona. Justamente el causante es Omar y recibe una mala mirada de su amigo.

—Creo que será entretenido— susurra para sí mismo, aunque Oriana lo escucha y se ríe, captando su atención— ¿Qué te causa gracia?— cuestiona con el ceño fruncido.

— Tu amigo caerá rendido a los pies de mi jefa— se burla.

— Eso jamás— miente para no ser obvio delante de la secretaria.

Sin embargo, considera que su amigo ya está a los pies de su esposa accidental y por tal razón no menciona nada más, pero la pelinegra no es alguien que se quede en silencio por más de dos minutos.

— Te apuesto lo que quieras, que el señor Moller termina enamorado de Valeria.— lo reta con la mirada mientras una sonrisa ladina aparece en sus labios. 

— ¿Lo que quiera?— cuestiona Omar con una ceja alzada pensando que es una mala frase para un don Juan como él, aunque de inmediato se retracta y piensa en su futura familia, la cual no dependerá de la mujer a su lado, pero podría servir laboralmente. 

— Sí— afirma dudosa porque se ha dejado llevar por su instinto competitivo sin pensar en las consecuencias.

— Hagamos esto muy entretenido…— le sonríe con suficiencia— Si en dos semanas, tu amiga se enamora de Darío, habrás perdido y deberás trabajar siendo mi secretaria, sin pago.

— Eso es explotación laboral, además ya tengo un trabajo.— responde de brazos cruzados.

— Serán tres horas, todos los días, así no puedes denunciarme— se ríe disimuladamente para que nadie se dé cuenta.

— Bien, pero si tu amigo se enamora, tendrás que confesar tu amor por mí, públicamente, en los medios de comunicación.

— ¿Por qué haría eso si no me agradas?— cuestiona sin entender.

— Justamente, para humillarte, como quieres hacerlo con el bendito trabajo sin pago.— responde rencorosa.

Las entrevistas no continúan después de la pregunta juguetona que ha lanzado aquella periodista y que también optó por seguir su colega, pero mientras Omar y Oriana hablan entre ellos, apostando por la futura relación; los CEOS posan para algunas fotografías. 

Al parecer y sin querer, los reporteros creen que ellos intentarán una relación formal, donde casi no les dieron oportunidad de negarse, aunque ciertamente, eso los beneficiaría a ambos y sería una locura por 

Locuras con un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora