Conocedores del problema

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Por otro lado, mientras la reciente pareja termina la entrevista, Fabricio está mirando las noticias, en donde sus ojos no dan crédito a lo que ven.

Los Moller ahora se presentan como una pareja que, a pesar de su inusual forma de conocerse, ahora quieren hacer las cosas bien e intentar formalizar, empezando desde cero. O eso es lo que dice la periodista atrevida, en vivo y directo para un canal enemigo del que trabajaba él.

Desde las noticias sobre su vida, Fabricio no ha podido salir a ningún lado, puesto que los reporteros han estado fuera de su departamento, esperando que les dé una entrevista. Sin embargo, sabe que si lo hace, terminará mal, ya que cualquier palabra dicha, va a ser malinterpretada y dejarán su reputación peor de lo que ya está.

Es consciente de que no debería meterse en problemas con Valeria, pero odia que a ella le vaya bien sin él. Más ahora que tiene un esposo muy importante y que jamás lo necesitará porque no tiene ni una cuarta parte de lo que posee Darío Moller.

Ella es famosa, vive cómodamente, la gente la ama; y él no tiene nada de eso, ya que lo tenía gracias a Valeria Rox, pero ahora no puede gozar de su suerte.

Otras personas que están asombradas, aunque felices por la reciente noticia, son los padres del CEO; Arthur y Sara, los cuales deseaban una buena mujer para el CEO y al parecer llegó de manera sorpresiva y por accidente.

 No serán de esos padres que molestan a su hijo o las decisiones que tome, y ni siquiera quieren invadir la privacidad de su nueva nuera.

Sara es la más feliz porque justamente quería que esa diseñadora fuese su familia, no por la indumentaria, sino porque siempre le pareció una niña buena que merecía amor verdadero; algo que a su hijo le sobra, aunque debe encontrarlo en su corazón.

—¿Será cierto lo que esa muchachita dice?— señala la señora a la reportera que asegura la confirmación de una verdadera relación.

— Espero que sí porque sabes que nuestro hijo necesita una buena mujer y a pesar de que lo dejamos libre de decidir su futuro, parece que el destino tenía algo diferente para él.— ríe muy  entusiasmado.

—¿Puedes investigar?— cuestiona la señora con miedo de que todo sea falso, pero él asiente.

Arthur solamente quiere hacer feliz a su esposa y promete que hará lo que pide, comenzando obviamente por lo primero. La ciudad de Las Vegas.

Ambos se abrazan con cariño mientras escuchan lo que dicen sobre la vida de los nuevos esposos, tanto del pasado de Valeria, como de Darío; sin olvidar al productor que ha sido el tercero en discordia entre esta pareja, sin saberlo.

Ninguno de los diferentes reporteros, se animan a decir algo malo de la doble relación que estaba viviendo la CEO, aunque les queda claro que ella no lo sabía y por eso mismo es que no se menciona ni por accidente.

Los actuales y recientes esposos están en la oficina de Valeria planeando qué harán en los siguientes días, puesto que por culpa de Fabricio, ahora están en el ojo de los reporteros, queriendo saber más sobre ellos.

—Creo que lo mejor es fingir un tiempo— menciona Omar dando esa opción.— El público no ha dicho nada malo sobre el tema.

—Solo si están dispuestos— contesta Oriana.— Además, recién han hablado con la prensa. Tenemos que esperar unos días para decidir.

—No me interesa lo que se diga de mí— avisa la CEO— Pero no quiero fingir.

Por un pequeño momento, Darío piensa que a ella le gustaría intentar una relación, pero su burbuja se rompe con la clara idea de lo que planean.

—Es que, mientras los medios de comunicación crean que ustedes se quieren, pueden proceder con el divorcio sin que nadie se dé cuenta.— finaliza la secretaria logrando que su jefa asienta.

—Sería la única razón.— afirma mirando a Darío, el cual desea pensar una idea para negarse rotundamente.

—¿Estás bien?— cuestiona el contador, mientras coloca su mano en el hombro de su amigo.

—Sí— responde, pero Omar lo conoce muy bien y sabe que miente, además recuerda que horas atrás, él le mencionó que no firmaría ningún papel.

Es claro que le gusta su esposa, pero el moreno quisiera saber por qué no se niega a la idea de las mujeres.

—Bien, entonces, fingirán dos meses— avisa Ori— Uno para ‘’conocerse’’ y otro para ‘’pelearse’’.

Sin evitarlo, la secretaria mira al contador y este sonríe, compartiendo el mismo pensamiento. La bendita apuesta.

—A menos…— comienza Omar— que se enamoren de verdad.

Darío no disimula su felicidad, pero Valeria se sorprende ante lo dicho y luego empieza a reír irónica.

—Eso sería imposible –responde ella, logrando que el trío que la acompaña, la mire seriamente.

—Amiga mía, nunca digas nunca— menciona Oriana haciendo que su risa se apague.

Valeria no tiene ni la menor idea de lo que pasa por la mente de su amiga y de esos dos hombres, pero para ella es claro que Darío no sería un hombre que la enamore. No parece ser ese tipo de persona, sino de lo contrario sería coqueto. Aunque tomando en cuenta el juego de palabras anterior, donde la llamó por el apellido Moller, podría considerarse una forma de conquista. ¿No?

La CEO deja de pensar en esa posibilidad y se cruza de brazos, negando con la cabeza la particular frase de Omar y se promete silenciosamente que no se enamorará de Darío.

El celular personal de Oriana suena anunciado una llamada, por lo que sale unos minutos para hablar en privado, pero mientras tanto, el trío que se ha quedado solo, no menciona ni una palabra.

Cuando la secretaria vuelve, se nota pálida, casi tan asustada como si hubiese visto un fantasma.

—¿Qué pasa?— cuestiona Valeria.

—El canal 5 quiere entrevistarlos personalmente e invitarán a tu ex prometido. — anuncia.

—Son la misma mierda— insulta Omar —Viven del chisme y juegan con la paciencia ajena — bufa.

—¿Acaso no saben qué nos podríamos matar con ese productor?— indaga Darío con el ceño fruncido —Digo, no es que me moleste, pero...

—Lo saben muy bien y esas son sus intenciones — responde la CEO.

Locuras con un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora