Darío confundido

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Oriana le da una cita a Darío para el siguiente día y corre hasta la oficina de Valeria para avisarle, sorprendiéndola mucho, ya que esperaba tener más tiempo para tomar valentía, puesto que para ella es difícil enfrentarse a tal locura, siendo que no recuerda nada.

Darío, mientras tanto, está en su empresa, caminando por los pasillos para llegar a contaduría y hablar con su mejor amigo, notificándolo de tal acontecimiento, además, no perderá el tiempo y consultará si recuerda lo que pasó hace cinco años, ya que viajaron juntos.

Le parece que no estaba tan borracho para hacer una travesura y no recordarlo por años, pero nunca se sabe. Recién estaba empezando en la presidencia y ese fue uno de los contratos que más le había costado, así que es posible ese suceso.

Desgraciadamente, no sabía de nada con anterioridad, sino hubiese buscado el divorcio enseguida; o no, nunca podría afirmarlo con seguridad, siendo que Valeria Rox es una mujer atractiva y valiente, según puede ver.

Llegando a la oficina de Omar, abre la puerta encontrándolo con un vaso de whisky, muy pensativo, tanto que no se ha dado cuenta de su intromisión.

-No se puede tomar alcohol en horario laboral- recita una de las normas, solamente para molestarlo.

Su amigo se sorprende por verlo parado allí, justamente con una sonrisa burlona en la cara, viendo como deja su vaso con nervios de ser descubierto.

-Lo siento- expresa mientras se limpia los labios.

-¿Sucede algo con los números de la empresa?- cuestiona pensando que podría ser eso.

-Para nada, es otra cosa- responde mirando sus manos, complicado con su vida personal.

-¿Qué te tiene mal?- cuestiona Darío sentándose en uno de los sillones, frente a su amigo.

- Sinceramente, siento que se me va la vida y me cansé de las relaciones pasajeras.

-Un pensamiento profundo- suspira el CEO sabiendo lo que continúa- ¿Qué quieres?

-Hijos- menciona- Una esposa que me sea fiel y… -mira nuevamente sus manos- tener mascotas.

-Quieres lo que la sociedad llama hogar familiar- resume.

-Sí- afirma el contador.

-¿Qué te detiene?- pregunta Darío.

-Las mujeres que conozco no están listas para eso y no sé dónde encontrar una así.

-Deja de ir a los club nocturnos y vete a una biblioteca, un café o clases de baile; bachata, tango o salsa, típicos ritmos que necesitan una pareja.- recomienda.

-Luego veré –responde- ¿A qué viene el presidente?- cuestiona sabiendo que por nada, jamás iría.

-Un hombre ha entrado a mi oficina sin permiso.-menciona alertando a Omar- Resulta ser que el idiota quiere que yo le brinde el divorcio a su mujer- ríe mientras ve la cara de sorpresa de quien tiene frente a él.

-¿Cuándo te casaste?- menciona con dificultad.

- Hace cinco años en Las Vegas, pero recién me enteré por ese intruso.

-¿Y quién es la señora Moller?

-Valeria Rox, la diseñadora que ha lanzado ardientes noticias de su prometido- responde cruzando las piernas mientras analiza sus propias palabras.

- ¡CARAJO!- grita Omar sorprendido- Jamás creí que te vería en semejante enredo.

- Ni yo- suspira- Mañana iré a hablar con la señorita, ya que el idiota se enteró porque un hombre se lo mencionó a ella.

Locuras con un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora