Cuerda Floja

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*Asia*

Era imposible describir la sensación que me embargaba cada vez que hacíamos contacto. Todo de él me atraía; su voz, sus labios,su mirada. Dicen que los ojos son el espejo del alma y estaba convencida de que la profundidad a la que me arrastraba cada vez que su mirada se posaba en la mía, era producto de la peligrosidad que entrañaba.
Lo sabía tentador, con un aire ya conocido para mí; ése del tipo de hombre que sólo se divierte y no da explicaciones pero que sabe como hacerse irresistible para una mujer. Estaba muy segura de que yo sólo sería una raya más para el tigre,que pasaría a la siguiente en cuanto yo bajara la guardia y me dejara llevar por sus trampas. Me propuse a mi misma que no cedería. Prefería derretirme interiormente cada vez que lo tenía cerca a estar dispuesta a sufrir cuando se cansara de jugar a conquistarme. Si bien era cierto que sólo lo había visto comportarse así conmigo, nunca el león se muestra depredador delante de una posible presa.
Miré nuestras manos entrelazadas. La electricidad no había pasado pero había algo más en ése toque. Su mano se sentía cálida y era como si estuviera hecha a la medida de la mía. Su piel oscura era muy diferente . Éso me hizo ver que éramos como el día y la noche; totalmente opuestos. Solté su mano suavemente y lo miré por un segundo. Me miraba fijamente y tuve que quitar la vista.
- ahora que somos amigos podemos pasar tiempo juntos- dijo en tono juguetón. Aquello le divertía. El simple hecho de que me gustara y me negara a enrollarme con él,le suponía un reto.
- no sé si pueda, tengo otros amigos y un novio además de tí - trataba de dármelas de desinteresada pero no funcionó.
- tus amigos te ven siempre y tú novio- puso los ojos en blanco- puede esperar a que tengas tiempo para él porque mientras estés aquí lo quiero todo para mí- ahí estaba de nuevo al ataque.
-vaya , eres muy ambicioso¿Se puede saber para qué quieres tanto tiempo conmigo?- quería resistirme a él pero el coqueteo me salía automático.
Se levantó de golpe e inclinándose hacia mi rostro , y tomándolo con una mano acarició mi labio inferior y respiró su aliento en mi boca. El muy cabrón sabía cómo desestabilizar en segundos y yo era la víctima perfecta. Él sabía que sus tácticas daban resultado y yo quedaba expuesta a su antojo. Si no me controlaba las hormonas acabaría besándolo allí mismo.
- quiero todo tu tiempo para ésto- no miraba mis ojos sólo mis labios entreabiertos.
No me aparté, no podía, estaba paralizada y en secreto deseaba que me besara de una buena vez. Pero llegar a la meta es más divertido cuando hay obstáculos en la pista. Así que sólo se apartó de mi suavemente y cuando dió la espalda dijo en voz baja que tenía hasta el mediodía para estar con los demás porque de ahí en adelante el día era suyo.
Me estaba volviendo loca por él a una velocidad desastrosa y no me sentía con fuerzas para activar los frenos. Era una hipócrita por haberme puesto celosa de lo que hacía Bety, yo hacía casi lo mismo con aceptar sus flirteos aunque no los buscara.
Odiaba sentirme así, odiaba el hecho de que ése chico me hiciera fantasear con él, de que quisiera traicionar a mis amigas y que incluso me trajera pensando en sexo muy seguido. Imaginaba lo que sería estar en sus brazos, él acariciándome y besándome con pasión, nuestros cuerpos enredados. Me mordí el labio y Susan tuvo que reírse.
- está bueno ése pensamiento porque no has comido nada- me sacó del trance erótico en el que estaba.
Ciertamente no había probado el almuerzo desde que Ian pasó a mi lado y me hizo un gesto indicándome que recordara que la tarde era de él. Siempre había sido independiente, pero me encantaba que él me quisiera dominar así. Pasamos la mañana en la plaza viendo un juego de béisbol. Jugaban chicas contra chicos y estuvieron a punto de ganar ellos hasta que una pelirroja alta le dijo un secreto al chico en tercera y éste se " tropezó" por accidente antes de llegar a home ,y marcar la carrera que haría el desempate. Lucas se acercó a mí y apesar de que no me aparté sólo hablamos como amigos en el grupo . Me besó fugazmente cuando los chicos iban a dar una vuelta. No sé por qué no aclaraba las cosas con él de una vez,en el fondo  era porque creía que él me mantenía a raya con Ian. Sí cómo no.
Le conté a Susan lo que me había pedido Ian y me ayudó a escabullirme del comedor sin que Lucas me viera.
Estaba lista para ir a mi tienda cuando lo ví recostado a un poste y fui hacia él.

El Chico Que No Me QueríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora