Siempre Serás Tú

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* Ian*

La noticia de la boda de Susan no me sorprendió. Ya llevaba algún tiempo con aquel hombre y parecían enamorados. Lo que me sorprendió fue que me invitara, aunque a Joe y a Peter también los invitó, sabía que Asia estaría ahí ,acompañada y seguramente a una distancia prudencial.
Todavía estaba decidiendo qué haría con respecto a Jas, porque no terminaba de convencerme. Había quedado en visitarla la última semana de octubre, pero casualmente coincidía con la boda. Mi mente,que últimamente se había vuelto un poco imaginativa,me hizo pensar que quizá debería asistir a la boda y así podría por fin,tomar una decisión.
Cuando pasamos al salón dónde se haría la ceremonia nos sentamos en la penúltima fila porque las demás ya estaban llenas. Joe se colocó cerca de la pared y yo a su lado. Peter no pudo asistir porque su novia estaba enferma. Cerca del altar, conversando con otros dos ,vi al novio de Asia ,y supe que él también me vió por la cara de matón que puso, sólo que a mí aquello me causó gracia. Decidí que iba a molestarlo un poco, después de todo se había acostado con mi exnovia cuando estábamos juntos y además, tenía algo que no debía. Todos fueron a sus lugares y el novio se colocó en su puesto. Las damas de honor empezaron a entrar una a una; primero la amiga de Asia, después aquella pelinegra que besé un par de veces en el campamento del lago y por último ella. Cuando atravesó el pasillo sonriéndole a todos,con aquella boca suya tan apetecible, sentí ganas de hacerle todo lo que antes no pude. Su vestido era igual que el de las otras, pero definitivamente a ella le quedaba mejor. Era de un color muy claro, pegado a su cuerpo, haciendo que resaltara cada curva, cuando dió la espalda para llegar al altar,pude ver que llevaba la espalda descubierta y el vestido comenzaba sólo un poco debajo de su cintura. Era una verdadera lástima que sus lindas piernas quedaran ocultas debajo de él. En cuanto se colocó en su lugar miró al frente y posó la mirada en su novio y en los invitados. Verla allí en el altar, me provocó sentimientos que nunca creí tener. La marcha nupcial empezó a sonar y mientras los invitados se ponían de pie y miraban hacia dónde venía Susan,Asia empezó a buscar algo entre los invitados, hasta que se fijó en mí. No sé si fue porque encontró lo que buscaba,o porque se quedó atrapada en mi mirada, pero cuando le sonreí,no tardó en corresponderme. Apartó la mirada después de unos segundos,para volver a mirarme luego,una y otra vez, hasta que un momento antes de que Susan llegara al altar ,su amiga le dió un codazo y le dijo algo entre dientes sin parar de sonreír. Siempre me hizo gracia cómo las mujeres tenían la capacidad de hablar sin dejar de sonreír y que nadie lo notara. No supe si ella le contestó, pero apartó la vista de mí y durante la ceremonia prácticamente no me volteó a ver. Cuando pasamos al salón ella se quedó atrás. Estaba ubicado en la mesa de los solteros junto a Joe y otros seis hombres,a un par los reconocí de los campamentos de verano, pero a los otros cuatro no los había visto en mi vida.
Toda la cena me la pasé mirando a Asia, ella trataba de no fijarse en mí, pero lo disimulaba muy mal. Cada vez que su novio me atrapaba mirándola, acortaba la distancia entre ellos y la besaba. Me molestaba demasiado, pero ella no se extendía en los besos,como si quisiera terminarlos pronto . Fueron a bailar y yo los seguí con la mirada. De pronto ella se apartó de él y salió apresurada hacia el jardín. Moría de ganas de saber qué estaba sucediendo allí afuera. Empecé una conversación con los otros que no habían ido a bailar, porque Joe estaba muy atento con una chica. Después de unos minutos que para mí fueron demasiados, entró Dean y se perdió entre los invitados. Ella entró segundos después y parecía que buscaba a alguien. Empezó a caminar entre la gente y aproveché la oportunidad para acercarme a ella. Estaba parada mirando en varias direcciones cuando me coloqué a su lado mirando al frente ,para que nadie notara que hablaba con ella, y rocé su mano para que notara mi presencia.
-¿ Se te perdió algo?- sé que le incomodó mi pregunta porque sólo dijo que le alegraba verme así que traté de molestarla un poco más diciéndole que probablemente su novio no la dejaba hablarme porque no había hablado con Joe o conmigo.
- tienes razón, al parecer piensa que si hablo contigo, volveremos o algo así- me dió la razón sin más, haciendo que sintiera curiosidad por el trasfondo de ésas palabras.
- vaya,y ¿ por qué crees que piensa así?¿ qué hay de cierto en éso?- moría por escuchar lo que iba a decirme.
- supongo que porque cuando empezamos a salir, le dejé claro que siempre serías tú, y no creo que pueda competir con éso- su voz había ido convirtiéndose en un susurro.
Qué me dijera aquello, hizo que cada músculo de mi cuerpo se tensara,no pensé en nada más y le dejé saber lo que yo mismo no había podido reconocer. La verdad no sabía cómo reaccionaría, pero no esperaba que saliera corriendo como lo hizo. Me dejó allí parado como si le hubiera pedido que me donase un riñón.

El Chico Que No Me QueríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora