Cásate Conmigo

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*Asia*

Fui hacia el parqueo mientras Dean buscaba a Susan y Diego para irnos. Y justo cuando me giré a ver si ya venían ,mi mirada chocó con aquella que me hacía perder el aliento aún después de tanto tiempo. No pude sostenerle la mirada y recordándolo abrazado de Hillary, actué como perra en vez de cómo me sentía en realidad en su presencia-¿ Cómo estás? Supongo que muy bien- sonrió de medio lado y éso sólo me enojó más- debes mantener a tu perra con la correa corta, no vaya a ser que siga ladrándole a un árbol ajeno-sí a él le divertía la situación supongo que saberse cornudo haría más divertida la conversación. Sólo que logré mi propósito porque se enojó visiblemente y contraatacó
- a lo mejor por dejar a tu árbol desatendido es que deja que otras perras le ladren- oh, éso fue demasiado, al parecer ahora era de dominio público que no tenía mucho sexo con Dean y además me había llamado perra, sabía que lo estaba siendo pero él no estaba autorizado a llamarme así. Mi mano actuó como si tuviese vida propia y fue hacia su rostro. Me detuvo justo antes de darle una bofetada. Me arrepentí de inmediato,y no porque no quisiera golpearlo,si no porque ése contacto entre nosotros hacía que desapareciera la cordura en mí. La electricidad me recorrió por completo con una intensidad que juraría había olvidado,un sólo roce derrumbaba mis defensas. Después de tanto tiempo amaba a ése hombre, ya no importaba cuánto me lo negase a mi misma. Me pegó a su cuerpo y me besó mientras rodeaba mi cintura y cedí,ya no me contendría más , había deseado tanto ése momento que olvidé que tenía novio y debía olvidarlo de una vez. Sin darme cuenta lo abracé y continúe con aquel beso que me estaba devolviendo el alma. Sin querer Dean vino a mi mente y me aparté de su boca haciendo un esfuerzo sobrehumano-¿ Cómo te olvido, si cada vez que vuelves a aparecer en mi vida,pones todo de cabeza?- ya no sonaba enfadada, incluso mis ojos me querían traicionar.
- yo no quiero que me olvides- su voz sonó tan sincera,sus palabras venían cargadas de significado . Habló en mi boca, haciendo que quisiera comérmelo a besos.
- pero haces todo para merecerlo- callé después de éso porque el nudo en mi garganta no me dejaba continuar. Respiré profundo y añadí- por favor no te acerques más a mí, al menos no mientras tenga novio, si algún día estoy soltera y todavía te acuerdas que existo, búscame, probablemente entónces,pueda darte una oportunidad- las lágrimas ya no cabían en mis ojos y salieron descontroladas al igual que lo estaba mi corazón cuando él habló- te voy a tomar la palabra, el día que sepa que estás soltera voy a buscarte- rozó mis labios suavemente y se fue dejándome sola, llena de confusión,y con un torrente de emociones que amenazaban con volverme loca.
Recordé que pronto llegaría Dean y no podía verme así;el rostro lleno de lágrimas, respirando agitada y nerviosa, y con el corazón amenazando salirse de mi pecho. Respiré profundo un par de veces mientras me envolvía la frescura de la noche y me iba calmando gradualmente. Cuando Dean llegó con Diego y Susan,yo estaba como si nada,al menos por fuera.
Ésa noche había pensado sorprender a Dean quedándome a dormir con él, pero dadas las circunstancias, ahora no me sentía capaz de hacerlo. Tener sexo era algo personal, pero pasar la noche con alguien era algo más íntimo,al menos para mí. Pasamos por su casa antes de que nos llevaran a mi y a Susan. Mientras Susan y Diego se enrollaban en la sala, fuimos al cuarto. No podía sacarme a Ian de la cabeza, aquel beso que hacía que sintiera fuegos artificiales estallando en mi pecho, el roce de su mano en la mía,el calor de su cuerpo cuando me abrazó,su aliento en mi boca mientras me hablaba. Mientras Dean me acariciaba y devoraba mi cuerpo con deseo, yo revivía en mi mente todas las veces que Ian y yo nos tocamos,nos sentimos. Ésa noche tuve un orgasmo como el de la primera vez; éso era lo que provocaba el recuerdo de aquel hombre, porque después de dos años,ya no lo veía como un chico.

* Ian*

Después de lo que pasó entre nosotros, Hillary decidió irse de la empresa, lo lamenté porque hacía muy bien su trabajo, pero era mejor así, cada vez que la veía me recordaba que el novio de Asia era un imbécil. En septiembre me fui unos días a casa de unos tíos a otra ciudad y me divertí mucho. Hacía tiempo que no me relajaba así y lo había estado necesitando. Fuimos de pesca y a cazar. Estar sólo con hombres era apacible,ninguna falda que nos desconcentrara. Pero luego de una semana , conocí una chica en la playa que me hizo replantearme el seguir esperando a Asia.
Era alta,delgada,de ojos verdes y pelo castaño claro. Sí se parecía un poco a Asia, pero sólo por fuera. Era callada,seria,e incluso un poco tímida. Trabajaba en una boutique en el centro y tenía veintiocho años. El hecho de que fuese mayor que yo, hizo que quisiera conocerla un poco más. Nos vimos varias veces en los días que siguieron,y cuando me despedí, prometí que iría a visitarla. Era extraño pensar en otra chica sin haberme acostado con ella, pero era agradable saber que existían más mujeres que podían gustarme sin llevarlas a la cama. A finales de septiembre volví a visitarla, pero está vez sí me acosté con ella. Fue diferente a todo lo que había vivido, era buena y a la vez tímida,como si no quisiera dejarse llevar por miedo a lo que yo pensara de ella. Después de la segunda ronda ya no estaba tan contenida,al principio sintió vergüenza, pero ahora era toda una experta. Hacía mucho que no disfrutaba tanto del sexo, probablemente era porque yo era el que se contenía,como si no quisiera disfrutarlo en verdad. Pasé tres días de visita,y de ellos pasamos dos en su habitación. Cuando volví al trabajo, Joe me molestaba diciendo que fui a liberar tensiones porque había regresado muy relajado. En efecto así era, Jas hacia que me olvidara de lo que me había atormentado por varios años. Aún así, no podía evitar pensar en Asia con frecuencia y preguntarme si era lo mejor haberle hecho caso cuando me pidió que me alejara. A principios de octubre volví a visitar a Jas. Ésta vez paseamos más y tuvimos menos sexo, pero mejor. Las cosas con ella se daban tan fácilmente,sin secretos,ni malentendidos,ni novios infieles. Me había empezado a gustar la idea de ir en serio con ella. Al final había notado que no importaba con quién estuviese,ni lo bien que me sintiera con alguien, Asia siempre estaría ahí, era momento de aceptar que la amaba y no podíamos estar juntos, entendido ésto, podía seguir adelante sin arrepentirme por lo que no fue. Iría despacio, pensaría bien las cosas cuando estuviese lejos de Jas y entonces volvería a visitarla a finales de octubre para hablarle de lo que habría decidido para entonces. No quería apresurarme y arruinar las cosas que hasta el momento habían marchado tan bien.

El Chico Que No Me QueríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora