Epílogo

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Doce años después...

* Ian*

Me había convertido en un viejo gruñón. Entre el trabajo, la familia y las cosas de la vida diaria, del chico que salía a ligar y a beber ,ya no quedaban más que recuerdos. Mi padre me había puesto al frente de la empresa y él tomó un papel más pasivo, dejando en mis manos las decisiones y los proyectos.
Había subido unos kilos y mi pelo se había empezado a teñir de gris aquí y allá, todos decían que a mis treinta y siete años me hacía ver atractivo e interesante, pero no terminaban de convencerme. Todavía tenía gancho para las mujeres pero no me interesaba dármelas de conquistador,no después de haberme enamorado de ella. La vida me había tratado bien, tenía casa propia,un trabajo que apesar de ser exigente me gustaba,y por otro lado mi familia ,que aunque me sacaba los colores de vez en cuando, no la cambiaría por ninguna otra. Joe se había casado hacía unos años y él y su esposa habían adoptado a un niño porque su esposa no podía tener hijos. Por otro lado Peter se había divorciado dos veces y tenía una hija de su primer matrimonio. Richard ya tenía tres hijos,Nadia que era una adolescente bastante rebelde y dos niños de cuatro y siete años, siempre haciendo travesuras. A mí me bastaba con Liam y Arya, que revolvían mi mundo y me arreglaban el día con sus ocurrencias. Apesar de tener sólo ocho años,eran muy inteligentes y sobretodo muy hiperactivos. Eran una mezcla perfecta de su madre y mía,no tan blancos como ella, pero más que yo. Heredaron su pelo y el color de sus ojos, pero su mirada y su sonrisa me la debían a mí. Definitivamente cuando crecieran harían estragos, él un galán y ella,pues le pondría guardaespaldas, porque hasta su madre se quedaba pequeña delante de su hermosura. Los años habían transcurrido haciendo mella en nosotros. Ya no sentíamos igual,ni pensábamos igual,pasamos por muchas cosas, cambios, alegrías, y dificultades. Todo sucede con un propósito,y nosotros estábamos destinados a suceder.
Ése fin de semana había prometido llevar a los gemelos al parque, pero cuando Noel y Nick se enteraron quisieron ir con nosotros, así que Isis y Richard tuvieron que ir también, porque yo sólo no podía cuidar a los cuatro.
Se llevaban muy bien entre ellos, pero cuando discutían se volvía un infierno.
Llegamos al parque y nos sentamos en los bancos más cercanos para vigilarlos mientras jugaban. Su madre había salido temprano por asuntos de trabajo y nos encontraríamos allí. Los niños llevaban un rato correteando y de pronto Liam salió corriendo y lo perdí de vista. Nunca,hasta ése momento supe lo que era el miedo.

* Asia*

Últimamente trabajaba demasiado,ya ni los fines de semana podía escaparme. Mi trabajo me apasionaba, pero tenía otras tareas que cumplir. Era verano, la mayoría de mis amistades estaban de vacaciones y yo seguía trabajando. Definitivamente necesitaba un tiempo para relajarme. Susan seguía llevando la economía de la discoteca, pero ahora Diego era el dueño, la había comprado poco después de que tuviesen a su hija Brianna. Rain se había casado con Lester y tenían un niño de tres años precioso. Rachel había tenido varias relaciones hasta que un día decidió que Randy había sido su mejor amigo, pero también su primer amor y ahora estaban recién casados y esperando un bebé, Lía estaba entrando en la adolescencia y era un poco testaruda. Bety cómo siempre,de aquí para allá,sin echar raíces, tenía dos hijas muy hermosas de matrimonios diferentes, pero prácticamente no estaba con ellas y era su mamá la que se hacía cargo. La vida siguió su curso y personas que antes eran importantes,de un momento a otro, dejaron de serlo. Diana y yo nos habíamos distanciado,desde que Eric se me insinuó borracho en una fiesta cuando llevaban unos cuatro años casados. Se lo conté y nuestra relación se enfrió. Ahora llevaba tres años casada con un hombre mayor que ella pero que al parecer la hacía feliz. No nos llevábamos mal pero las cosas no volvieron a ser como antes. De Scarlett no sabía casi nada, sólo que estaba casada con un hombre que había conocido en el extranjero y que le iba bien en la vida.  Incluso Dean tenía una vida placentera. Se había ido al extranjero después de lo que pasó entre nosotros y conoció una chica que logró lo que yo no, dejó de beber y terminó la carrera. Hacía varios años estaba casado y había tenido un hijo hacía poco tiempo. Recordaba aquel verano que conocí a Ian. No sabía que marcaría un antes y un después. Todo era tan diferente, vivíamos despreocupados,inocentes de los golpes que trae la vida, pero éramos felices,sin ataduras ni obligaciones,sin más problemas que conseguir permiso para ir a esta o aquella fiesta. Sin sucesos más importantes que besar al chico que nos gustaba o entregarle la virginidad a un imbécil. Había pasado tanto tiempo que la mayoría de las cosas se habían ido borrando poco a poco,como para dejar espacio para nuevos recuerdos. Pero había cosas que estaban grabadas en el alma,cosas que aún cuando las canas y las arrugas se adueñaran del cuerpo, seguirían vivas allí. Una mirada,un roce, una frase, una noche de pasión, quizás hasta una pequeña nota debajo de la tapa de una caja,o una cadena de oro con un búho. Cada mañana antes de ir a trabajar me miraba en el espejo,estaba por cumplir treinta y dos años y aunque había subido un poco de peso y mi cuerpo había cambiado, seguía hermosa,y lo mejor de todo era cuando el hombre que amaba,besaba mi cuello y me lo decía al oído, era una pena que sólo podíamos estar juntos poco tiempo, porque tenía que compartirlo.  Cuando lo conocí era un conquistador, al parecer estaba destinada a chocar con chicos así; Nate,Ian, Dean. Todos y cada uno me hicieron sufrir,uno más que los otros, pero hay una frase que dice que después de la tormenta viene la calma, pero nadie habla de lo que viene después de la calma.¿ Qué sigue, acaso alguien lo sabe?

El Chico Que No Me QueríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora