Wildest Dreams [Omegaverse KookV]

XXVI

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Taehyung despertó muy temprano, la noche había sido larga y cansada para él, la soledad era demasiada y su cachorro parecía reprocharle la ausencia de su padre pues nunca lo había sentido tan inquieto. El rubio se levantó con cierta pesadez y le bastó con colocar un pie fuera de la cama para que las náuseas matutinas lo hicieran correr al baño de su habitación. Luego de eso se metió a la tina con cuidado y se quedó un largo rato ahí, lo cierto es que no estaba listo para afrontar ese día que, por alguna razón, se sentía pesado, tampoco quería salir de su habitación y toparse con Jungkook o no resistiría las ganas de cuestionar su decisión.

Cuando Taehyung al fin pudo salir de su habitación caminó hasta la cocina, estaba profundamente triste, pero ya una vez había involucrado la salud de su bebé y no pensaba volver a hacerlo, desayunó algo ligero y aunque la plática con Hyungsik fue como siempre esta vez se sentía tan vacía que le dolía un poco. Cuando terminó salió hacia su parte favorita del jardín y ahí se mantuvo ¿Qué más podía hacer ahora? Pronto las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas incontrolables y él se encogió en su lugar lleno de dolor.

-Taehyung.- una voz masculina y el olor entre amaderado y picante lo hizo levantar la vista.

-Joven Bogum... ¿Qué está haciendo aquí?- preguntó mientras limpiaba sus lágrimas desesperado porque dejarán de salir.

-Quería verte ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo llorar?- preguntó acercándose a él, el primer instinto de Taehyung fue alejarse o su aroma ya marcado por Jungkook se alteraría. El alfa se detuvo para no asustarlo. -Sólo quiero ayudar.

-No hace falta.- contestó el rubio. -No pasó nada, usted no tiene que preocuparse por mí...

-Te equivocas Taehyung, quiero y tengo que hacerlo.- el alfa se arrodilló frente a él y agachó ligeramente la cabeza para que supiera que estaba siendo vulnerable frente a él. -No sé exactamente cuál es tu situación o si lo que estás pasando te tiene acongojado, pero tienes que saber que no debes estar solo, si me lo permites yo te acompañaré, ahora y hasta que así lo quieras, te protegeré y me haré cargo de ti. Taehyung eres el omega más hermoso que alguna vez he visto, estoy enamorado de ti y quiero que me permitas cortejarte.- Bogum alzó la vista y lo observó. -Antes de que me des una respuesta, ayer hablé con mi primo, él ve bien esto y nos da su bendición para estar juntos.

Taehyung abrió los ojos aún más con una mezcla de tristeza y decepción ¿Jungkook? ¿Jungkook dejaría que otro alfa lo cortejara? ¿Qué había de ellos? Un dolor punzante en la marca que el alfa padre de su hijo dejó sobre su piel lo hizo encogerse y pronto sintió que las lágrimas volverían a atacarlo. Jungkook ya no lo amaba y se lo estaba dejando claro. El rubio sorbió su nariz y agachó la cabeza.

-Bogum, me temo que deberías reconsiderar tu decisión, yo ya no soy un omega puro y estoy esperando el hijo de otro alfa...

-No me importa, si así lo quieres seré yo el padre de ese cachorro.

Esa autoproclamación hizo pedazos el corazón del omega. Su cachorro sí tenía un padre y estaba dentro de las paredes del palacio. -Nadie lo verá bien... nadie va a respetarte si te casas con un omega como yo.

-No me importa.- dijo el alfa con seguridad.

Taehyung apretó los labios y sorbió su nariz y limpió sus lágrimas antes de levantar su vista. -Deberías pensarlo mejor y yo también, agradecería si me dieras tiempo para darte mi decisión.- dijo sin esperar respuesta para caminar con prisa a su habitación. Estaba siendo demasiado.