VI

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El día fue agotador, pero la noche parecía tranquila, Seokjin al fin había podido comer como se debía y ahora se encontraba dormido, Jimin luchaba contra el sueño y no se despegaba de su amigo mientras que Taehyung velaba el sueño del otro omega, lo cierto es que, en un principio pensó que quizá acercarse a los acompañantes de la señora Jeon podría traerle muchos beneficios, pero luego de todo lo ocurrido esa tarde sabía que no era interés lo que lo motivaba sino que genuinamente quería ayudarlos y por primera vez desde que estaba en el palacio se sintió acompañado, no es que no lo estuviera pues Yoongi se la pasaba pegado a él, sólo que era diferente, quizá porque él era un alfa.

Cuando Jimin no pudo más y al fin cayó rendido a un lado de Seokjin, Taehyung sonrió y supo que era hora de irse a descansar él también, algo le decía que Haneul ya no sería un problema al menos por esa noche. Salió de la habitación y caminó por los pasillos, en un principio decidido a llegar a sus aposentos, sin embargo había algo que no lo dejaba tranquilo y confiando en su instinto desvió su camino hacia el estudio de Jungkook, al llegar ahí suspiró sin saber muy bien qué estaba haciendo y luego llamó a la puerta.

Jungkook tardó unos segundos en responder, estaba muy metido en sus propios asuntos tratando de explicarle a su amigo en una carta lo que había ocurrido ese día. No había manera suave de contar lo que había pasado ni forma de minimizar el ataque y sabía que como alfas, recibir una noticia así podía ser peligroso. Llevaba muchos intentos fracasados y éstos adornaban el escritorio y parte del piso en forma de bolas de papel arrugado. El alfa suspiró y por alguna razón, supo quién estaba detrás de la puerta, pues una sensación de cosquilleo se instaló en su pecho. -Pase. -dijo con cansancio. -¿Sucede algo? -preguntó apenas el omega puso un pie dentro de su estudio.

Taehyung observó el desastre y supo que el alfa seguramente estaría estresado así que sin ser muy consciente de eso, intensificó su aroma antes de adentrarse. -No quiero interrumpir sólo quería...- el omega habló mientras se acercaba y cuando estuvo frente al escritorio pudo notar algo en el ambiente, Jungkook no olía a él sino a la mezcla de su aroma con la de Haneul, inevitablemente Taehyung retrocedió y casi suprimió todo su olor. -Sólo quería agradecerle por cuidar de Jin, qué descanse.- habló con prisa y seriedad para salir de ahí.

El alfa no alcanzó a decir algo cuando Taehyung ya se estaba retirando, claro que había notado su aroma en el ambiente y a ser sinceros, le había ayudado un poco a relajarse. Jungkook apretó los labios para no pedirle que se quedara. -Es mi deber. -dijo a espaldas del omega. - Cuidar de todos aquí. -En soledad, Jungkook alargó un suspiro y releyó el papel que tenía en mano, le convencía medianamente, pero era mejor que las anteriores así que se dispuso a doblar la carta y meterla en un sobre para cerrarlo con su sello. Se estiró para destensar los músculos y por alguna razón, extrañó el aroma a lavanda.

El alfa se quedó unos minutos más pensando, sólo pensando. Se levantó decidido a buscar a cierto omega, pero justo cuando estaba por hacerlo, sintió a Haneul a sus espaldas. -¿Qué pasó? -preguntó con una voz suave a la omega que se aferraba a las sábanas que arrastraba por todo el pasillo, envuelta en ellas.

-No quiero estar sola, Jungkook. -Susurró con un puchero.

-Vamos a la cama. -dijo el alfa colocando su mano en la espalda baja de su esposa para caminar de regreso. Su lobo le reprochó un poco, pero lo hizo callar. No podía dejar sola a su esposa por andar jugando a las escondidas con Taehyung. Haneul era su omega y eso no iba a cambiar.

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Los siguientes días en el palacio del Sur fueron bastante, raros. Muy parecidos a los días en los que la Señora Jeon estuvo lejos, pero con una gran diferencia: esta vez no faltaba nadie. Los sirvientes se encargaban de sus tareas y los guardias no se movían de sus lugares; Seokjin se encontraba en reposo por órdenes de la curandera y era Jimin quién lo atendía, Jungkook y Haneul no aparecían por ningún lado en el palacio y las comidas las llevaba personalmente el cocinero hasta la habitación real, todo eso mientras Taehyung pasaba días muy solitarios. A veces vagaba por el palacio acompañado de Yoongi y otras prefería hacerlo solo, lo cierto es que en los últimos días se encontraba melancólico. La carta de su padre sólo era para darle la noticia de que sería tío otra vez por parte de una de sus hermanas mayores y claro con la intención de presionar un poco las cosas pues Kim Hae-Soo no desaprovechó la oportunidad para preguntar cómo iba en el palacio y saber si pronto recibiría la gran noticia, como él la llamaba. Era tan extraño, por parte de su hermana el mayor de los Kim estaba feliz de ser abuelo pero por parte de Taehyung sólo esperaba una noticia que no significaría nada dentro de su familia, eso fue triste, demasiado para el omega que hasta ese momento no había dimensionado por completo la situación. Él no estaba casado, no era parte de los Jeon y últimamente tampoco parecía de los Kim, no tendría una boda como la de sus hermanos y no podría llamar al padre de su hijo su alfa, ni a su cachorro, hijo. Eso lo hacía dudar más que nada y desear con todas sus fuerzas que aquel encuentro con Jungkook no diera frutos.

Wildest Dreams  [Omegaverse KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora