Wildest Dreams [Omegaverse KookV]

XVI

Esa noche era particularmente solitaria para Taehyung, quizá se había acostumbrado a un calor que no le pertenecía y eso era hasta cierto punto desesperante. Su padre se había marchado esa tarde, pero en el palacio del Sur la tensión seguía presente y era tan abrumadora que casi podía palparse. Haneul había despertado y él no tenía ni idea de lo que estaba pasando ahí afuera o de lo que pasaría de ahora en adelante, quizá su padre tenía razón y fue estúpido pensar que siquiera podría competir con una señora como ella, él sólo era un joven e ingenuo omega desechado incluso de su propia dinastía y aunque Jungkook se sentía sincero la mayor parte de las veces, ahora lo dudaba tanto, la soledad era una mala consejera.

¿Y sí Jungkook sólo se acercó porque sabía que no tendría a su esposa?

Esa pregunta saltó en su cabeza de repente y la idea no le resultó tan descabellada, después de todo el alfa salía corriendo en cuanto escuchaba el nombre de la omega...

¿Estaba siendo egoísta por pensar así?

No lo sabía, estaba tan confundido que quizá todo estaba siendo resultado de una mala jugada de su cabeza, necesitaba hablar con alguien.

Taehyung se levantó del lecho, estaba vestido así que no le tomó importancia a salir así de su habitación para buscar a Yoongi, llamó un par de veces a la puerta del alfa pero no hubo respuesta ni siquiera en el segundo intento así que pensando que seguramente estaría con Jimin regresó resignado a su habitación sin imaginar que en realidad el pelinegro a quién fue a buscar estaba al otro lado de la puerta demasiado ahogado en su propia tormenta como para lidiar con algo más.

Tal cual dijo Yu-Mi, la señora Jeon estaba muy mal, aventando todo lo que tuviera enfrente, llorando y gritando. Esta vez, sedarla ya no era opción. Jungkook entró con cautela y la mujer lo miró furiosa, gruñó en su dirección. Jungkook no habló. Se limitó a observar la escena.

-¡Ya no quiero estar aquí! -gritó Haneul lanzándole un florero al alfa, éste alcanzó a esquivarlo solo por unos centímetros. Jungkook se acercó para sujetar a la omega, quien forcejeaba entre los brazos del alfa. -¡Suéltame! ¡Ya no quiero esta vida! ¡Ya no quiero nada contigo! ¡Apestas a él!

-Haneul, tranquilízate. Hablemos como adultos. -Pidió Jungkook con serenidad.

-¡No hay nada de qué hablar! -gritó la mujer. - Envía una carta a mi hermano, que venga por mí. Yo ya no soy tu esposa. Quiero el divorcio, Jungkook.

Jungkook soltó a la omega sin poder creer la petición que le había hecho, sin embargo, no iba a tentar a su suerte de que cambiara de opinión, así que asintió con la cabeza. -Escribiré de inmediato. -dijo agachando la cabeza. Haneul volvió a gruñir. Así de sencillo era terminar el matrimonio para Jungkook. -Mandaré a alguien para que limpie esto...

-¿Dónde está Jimin? -preguntó molesta. -Quiero a mi acompañante aquí.

-Haneul, Jimin está...

-¡Si me dices que está con ese omega voy a matarlos a los dos! -gritó.

-Lo mandaré a buscar. -Cedió Jungkook.

-Lárgate de aquí, no soporto tu olor. -espetó la mujer.

Jungkook, obediente, salió de la habitación y no pudo evitar sonreír. Estaba un paso más cerca de poder cortejar a Taehyung como se merecía. Antes de hacer todo lo que Haneul pedía, se apresuró a buscarlo.

Llamó a la puerta de su habitación para contarle, emocionado, lo que había ocurrido.

Taehyung se detuvo justo antes de salir al balcón y regresó hasta la entrada para abrir la puerta pensando que quizás eran Jimin y Yoongi, no esperó encontrarse con el alfa causante de su tormento. -¿Jungkook?- preguntó extrañado e inconscientemente retrocedió para que él entrara. -Creí que estarías con tu esposa.