Tom

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No frecuentaba su oficina porque en su momento él me dijo que era muy invasivo, pero ese día sinceramente necesitaba verlo, pues tenía que firmar unos documentos de un fideicomiso que teníamos en común y que cada año lo hacíamos renovar para nuestros futuros hijos.

Caminé muy nervioso hasta su oficina, su secretaria Lucy me conocía y me dejo pasar, abrí la puerta y lo vi con un hombre hablando muy cerca, entré y azote la puerta, mi rostro era de pura ira, podía sentir la comezón en ella, el tipo se apartó de él sonriendo ladino.

-llego tu niño, Bill- utilizó un tono burlón

-No seas pesado Andy, él es mi esposo, recuérdalo.

-¿qué haces aquí?- me preguntó con altivez.

-no vine a buscarte a ti, vengo hablar con mi esposo.

-déjanos solo Andy.

-como digas guapo- le dijo y cuando paso por mi lado me empujó levemente mi hombro.

-¿quién es ese?- indagué sentándome en la silla.

-es un tarado, no le preste atención, ¿por qué estás aquí?-

-sé que no te gusta que venga, pero necesito que firmes esto- le pase los documentos -es el fideicomiso- añadí.

-¿Gustav no lo había hecho ya?-

-lo hice revisar de nuevo con otro abogado.

-¿por qué tienes otro abogado, no confías en Gustav?- indagó leyendo los documentos, pero finalmente los firmó.

-es bueno tener más opiniones y él se ofreció ayudarme -

-¿quién es?- preguntó cerrando la carpeta de un manotazo.

-es Papá de unos de mis estudiantes.

-¿o sea que te relacionas con todos los Papas de tus alumnos?-

-¿qué tratas de decirme Bill?-

-Así como te relacionaste conmigo, también lo haces con los demás.

-no, solo coincidimos en una cafetería cerca de la escuela.

-eso es lo que haces en esa escuela aceptar invitaciones, se te olvida que estás casado- Me dijo mostrando el anillo de oro en su dedo.

-fue una sola vez, y no acepté su invitación coincidimos en la cafetería.

-pero si es tu abogado entonces se verán con frecuencia ¿o no?-

-Tal vez.

-Tal vez, ¿solo eso me dirás?-

-¿y qué quieres que te diga? Estás celoso por algo insignificante Bill -

-¿Celoso?, porque debería estar celoso yo, mírame serias un idiota si me dejas ir-

-¿entonces porque actúas así?-

-Porque alguien puede verte y me dejarás en ridículo-

- jamás lo haría, yo te respeto-

-pues no lo parece, que pensarías tú, si yo salgo a tomar cafés con mis clientes, seguramente le coqueteas, ¡vete a casa!-

-¿por qué?-

-estaba ocupado e interrumpiste una reunión.

-si muy ocupado, con ese tipo casi encima de ti, tú también estás casado recuérdalo.

-solo charlábamos, no ando de coqueto con cualquiera.

-yo...

-¡largo!-

Estaba muy cansado como para seguir discutiendo, así que recogí los documentos y salí, el tipo seguía afuera y entró, apenas me vio que me marchaba.

Llegué a casa enojado, tenía que hacer unos pendientes, pero como Bill me dijo que me viniera a casa así lo hice, a veces pensaba que era un tonto por obedecer, pero estaba tan ciego y enamorado que no veía más allá.

Para quitar mi molestia, ordenaría el desorden que cada día dejaba antes de irse al trabajo, los papeles regados en la mesa de star, platos y vasos sucios encima del mesón de la cocina, su ropa regada por la habitación, decidí empezar por allí, guardé lo que sabía que estaba limpio y lo sucio lo fui echando en una canasta, cuando termine entre al baño a sacar las toallas y en las de Bill envueltas en una de ellas se cayó un tarro de pastillas las levanté y vi que eran anticonceptivas, dejé todo así como estaba y lo esperé sentando en sillón, llego temprano lo cual se me hizo extraño y trajo con la cena o eso me dijo cuando entro, no le dije nada solo espere a que me trajera los platos.

-¿aun molesto por lo de Andy?-

-no-

-¿entonces qué tienes?-

-nada.

-Dios Tom, tú siempre andas de parlanchín y ahora ni siquiera me hablas.

-no tengo nada que decirte.

-ok no me digas nada, después dices que no me importa lo que piensas.

-¿te importa acaso?-

-claro que si-

-¿entonces porque ocultas que tomas pastillas anticonceptivas?- le dije arrojando el frasco.

-no te lo oculto-

-¿ah no? Porque la tenías escondidas en las toallas.

-¿qué haces revisando mis cosas?- expresó molesto levantándose del sillón.

-estaba organizando tu desorden.

-no te lo pedí.

-¿Para qué entonces tenemos el fideicomiso si no quieres tener hijos conmigo?

-solo llevamos seis meses de casados, es pronto para hablar de hijos y el fideicomiso es necesario-

-¿por qué no me dijiste, que no querías?-

-ay Tom, no tengo por qué decirte todo.

-somos una pareja, es normal la comunicación

-lo sé... pero desde que nos conocimos siempre has hablado de hijos y bla-bla-bla.

-no te voy a obligar si no quieres.

- Ya tontito vamos a la cama y de pronto dejaré que estés arriba hoy-

-Estaré enojado.

-no importa así me gusta, ven- dijo y subió las escaleras corriendo y una vez más lo seguí.

-no importa así me gusta, ven- dijo y subió las escaleras corriendo y una vez más lo seguí

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𝑵𝒐 𝑷𝒖𝒆𝒅𝒐 𝑫𝒆𝒋𝒂𝒓𝒕𝒆 𝑰𝒓  [TwcNr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora