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Wooyoung

La vida da muchas vueltas y nunca avisa su próximo movimiento.

un día estás disfrutando tu inocente niñez corriendo por los amplios pasillos de un orfanato, persiguiendo una pelota de fútbol mientras ríes y juegas la calurosa brisa de verano envuelve todo tu ser, viendo como tus amigos son escogidos por familias amorosas y cariñosas quedándote atrás absolutamente solo dentro de ese gran orfanato añorando que se sentirá el cariño de una madre, cariño que alguna vez vivio.

Y al otro día estás un sábado a mitad de la fria noche en la esquina de un  oscuro callejos al lado del garaje al que se le apodaba el matadero, esperando a fieles clientes en busca de su dosis de metanfetamina, luciendo prendas sugestivas una técnica de marketing según mi jefe.

Ahí estaba yo en esa esquina expendiendo maravillosos viajes astrales empacado en pequeñas bolsitas plásticas por la módica cantidad de 24 mil wons el gramo, mientras intentaba no morir del frío ya que vestía un crop top blanco dejando descubierto todo mi delgado abdomen, mini short negros de cuerina que me apretaban como el diablo, medias de malla y botas con plataforma, repudio tener que usar esto no va con mis vibras.

Los encuentros siempre eran disimulados para no llamar la atención de la policía y lo suficientemente directos para hacerle saber al cliente lo que ofrecía, nada más con palabras clave.

— cuanto la bolsita azul? — un tipo exclama al lado mio sin hacer contacto visual con postura un tanto inquieta, que había llegado hace un momento en motocicleta.

— gramo a 24mil cuanto necesitas?— le digo firme y la mirada ligeramente desviada —24mil???! Estás de broma — exclama el cliente con una mueca de ironía mirándome de pies a cabeza.

— y si te pago 5 gramos y no los gozamos  juntos primor— en su rostro una mirada pícara y retorcida en sus palabras se notaban sus segundas intenciones, intenciones que me hacían revolver el estómago y asquear.

Pongo los ojos en blanco y le agarró brutalmente del cuello de su Caquetá de cuero, lo fulminó con la mirada — mire hijueputa problema tuyo si te las metes por el culo pero vas a comprar o no!?— entre dientes le susurro ferozmente mientras mi puño apretaba su fina chaqueta de cuero.

Desde los 15 que comencé a expender específicamente en el clan de Kim, entre semana en otros clubes y bares y los sábados en el matadero, gracias a mi amigo chanbing quien me ayudó a ingresar por mis insistencias pero este me obligaba a seguir llendo al instituto ahora que tengo la mayoría de edad puedo estar en este bajo mundo ya de lleno dando el siguente paso.

Ocasionalmente habían clientes que se me insinuaban demasiado y eso me sacaba de mis casillas, me esquiaba, me generaba repudio.

Antes de dejarle el ojo enconado  del dolor recordé por qué estaba aquí y pronto me tendría que acostumbrar a esos tratos eh insinuaciones si quería cumplir mi objetivo por el cual me adentre a la boca del lobo.

Los primeros días era tan explosivo con las insinuaciones que a más de un cliente lo dejé en el piso comiendo tierra el jefe ya me había sentenciado y castigado por ello, si quería conservar el puesto debía de hacer mas que vender solo drogas y que el cliente siempre era primero.

mi drástico cambio de  apariencia física sufriendo las consecuencias, sabía en donde me estaba metiendo, sabia que tarde o temprano me obligarían a ponerme una falda y lucir ropa explícitas, aguantarme las miradas depravadas y lascivas, me sentía como un maldito mono de feria, soy una persona demasiado ruda como para estar asi disfrazado, pero toda esta humillación valdrá la pena si consigo dar con ella.

𝑹𝑶𝑪𝑲𝒀  [ʷᵒᵒˢᵃⁿ/ ˢᵃⁿʷᵒᵒ] Enemys To LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora