Capítulo 23.

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Viernes 28 de agosto, de 1970.

10:45 am.

El padre de Micaela fue un salvaje, dejó a la chica sin poder dormir boca arriba por los cintarazos que recibió en la espalda.

Micaela no podía salir de su casa sin llorar.

Su madre había estado curando sus heridas. Le dolía el corazón de ver cómo lloraba cuando sentía el ardor del algodón con alcohol.

El primer día cuando fue curada, intentó levantarse, pero cuando lo hizo sus heridas se volvieron a abrir.

Micaela odiaba a su padre porque no la dejaba ir al hospital a ver a María. Se sentía cansada y con poco ánimo.

—Tu padre me dijo que nos vamos a ir cuando ya te sientas mejor... —No podía dejar de llorar al ver la cara de su hija— Vamos a estar bien, Mica... Tal vez, tu papá tiene razón y si nos vamos, quizás, te olvides de esa niña.

—Ayúdame a volver al hospital, mamá.

Cuando su madre escuchó eso, se asustó porque sabía que si su esposo se enteraba las iba a matar a las dos.

—No, Micaela. Eso es muy peligroso, tu padre me dijo que va a volver más temprano para vigilar que no te escapes.

—Voy a quedarme encerrada en esta habitación.

ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ


Lunes 31 de agosto, de 1970.

09:12 am.

Micaela estaba en su escritorio a punto de escribirle una carta a su novia.

Planeó cómo enviarle la carta sin que su papá se dé cuenta de ella.

Su madre estaba en complicidad con ella, y Guadalupe iría al mercado por cosas, y le pasaría la carta a Nicolás.

No se hacía muchas ilusiones porque María seguía en coma. ¡Qué doloroso! Pensó con mientras trataba de sentarse enfrente de su escritorio.

—Tengo que escribir esa carta antes de irme del país —susurró mientras trataba de recuperar el aire que se le fue cuando se sentó en la silla.

Sacó un papel blanco y un bolígrafo. Trató de pensar cómo empezaría la carta.

No sabía cómo iba a escribir todo lo que sentía en una sola hoja de papel.

Escribir y arrugar el papel se estaba volviendo frustrante para Micaela.

Se quería arrancar los pelos de la cabeza hasta que se calmó y dejó "fluir" las palabras que salían de su corazón.

"Querida María...

No sé cuándo vayas a leer esta carta, tal vez, aún no estés despierta... yo voy a volver a México en poco tiempo.

Papá me volvió a golpear solo porque cuido a la persona que amo. Me quiere lejos de ti.

Con su cinturón golpeó mi espalda hasta sangrar... No sé cómo sigo con vida después de esto.

Mari, eres lo más bonito que me pasó este año en tan solo pocos meses.

Eres una persona muy especial para mí, aunque mi papá quiera que me arrepienta de haberte conocido, no lo haré. Nunca me voy a arrepentir de haber sido tu novia.

Yo quería estar a tu lado por mucho tiempo más. No quería terminar de esta manera, yo quería que lleguemos hasta viejitas.

Hacías que mi mundo no sea gris y que tenga color.

Can't help falling in loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora