Lunes 15 de junio de 1970.
5:00 am.
María se levantó con mucha pereza. Ella odiaba los lunes, más cuando hacía mucho frío.
Odiaba el frío, prefería el calor porque podía estar con vestidos coloridos y hermosos.
Este lunes lo detestaba, pero estaba contenta porque tenía un objetivo esa mañana.
Pedirle a Micaela ser algo más que amigas, o sea, ser novias.
Se puso el uniforme con unas medias muy largas negras.
Agarró su mochila con fuerza y con muchos nervios por la decisión que estaba por tomar.
Bajó las escaleras y saludó a su madre con entusiasmo, y se fue de su casa, dejando a su madre confundida y con mate servido en la mesa que preparó para su hija.
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Corría demasiado rápido, chocaba con cualquier persona y ella por educación pedía perdón, mientras corría, ya eran las 07:30 y tenía que llegar al colegio antes de que el profesor de física llegase; y le cerrara la puerta.
Eran las 7:40 y por fin llegó al colegio, le dificultaba respirar y lo único que pensó fue "Tengo que empezar a hacer baile para estar en forma y no cansarme demasiado"
María se asustó cuando sintió el tacto de una persona y por el susto dio un brinco, provocando que la otra persona también dé un brinco.
—¡María! ¡Mierda! —Camila tocó su pecho al sentirlo latir demasiado rápido— ¡Me asustaste, mierda!
—¡¿Por qué mierda me asustaste vos?! —gritó demasiado fuerte, atrayendo la atención de los demás alumnos que estaban llegando.
Las dos chicas miraron con vergüenza al darse cuenta la escena que provocaron.
—Cami, vayamos al aula, quiero hablar seriamente con vos de... —Se acercó a la oreja de la chica y susurró lo que tenía que decir.
—Sí. —Camila quería explicarle a su amiga sobre su embarazo— Vamos a hablar de tú ya sabes, pero vayamos rápido porque ya va a querer tocar el timbre de entrada.
Fueron al aula y en eso tocó el timbre, con rapidez dejaron sus mochilas en sus bancos, y fueron a hacer fila a cantarle a la bandera.
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Ya cuando estaban en el aula, los alumnos estaba confundidos porque su profesor de física no llegara, hasta que recibieron la noticia que no iba a llegar por problemas personales.
María esperaba ansiosa a Micaela porque no llegaba y en eso alguien se sentó a lado de ella. Ella se fijó que era su amiga, Camila.
—Que raro que no vino el profesor de física y Micaela —dijo la chica con mucha confusión y eso se lo notaba por los gestos que hacía.
—Tal vez, Mica no vino porque está enferma. Sabes que ella no falta así por así, le importa mucho el estudio.
María llevó uno de sus dedos a su boca para comenzar a morder su uña y la piel que se estaba despegando.
Camila se dio cuenta de esta acción. Sabía que su amiga estaba ansiosa.
—¿Qué tenés? —preguntó con curiosidad.
—Nada. Solo que estoy preocupada por Micaela, no llegó y ya son las 8:30.
—Bueno, tal vez, ella está enferma de algo.
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Can't help falling in love
ספרות נוער-Mari... Te amo... -dijo la chica. -Yo también te amo, Mimi... Pero tengo miedo -susurró la otra adolescente.