Casa G&G 1:30 amPov Daniela.
Todo daba vueltas en mi cabeza. Después haber perdido la cuenta de los tragos que iban y venían por parte del personal de la contratado , estaba aquí, mirando al techo del baño en el que había vomitado ya, tres veces.
No es usual en mi alcoholizarme hasta el punto de perder el conocimiento, tomo en ocasiones donde la situación lo amerite pero, no a este punto. Nota mental "no volver a tomar" y eso que no me llega la resaca aún.
Llevaba al rededor de 30 minutos en este baño esperando que se pasaran los mareos que sentía y las ganas de vomitar.
-Hasta que al fin te encuentro- Habló un castaño ya fuera de si, arrastrando sus palabras por el alcohol que había en sus venas.
-Ya no puedo más- Dije mientras intentaba pararme -Creo que es hora de regresar a casa- Y sin más caminé hacia ma puerta.
-Espera, espera, espera- Dijo poniendo su mano en mi pecho para detenerme - Falta tu último regalo de cumpleaños osea, mi sorpresa- Dijo alzando sus brazos al aire.
- ¿Y si lo dejamos para mañana?- Dije con intenciones de volver a caminar pero, el no me dejó.
-Mira hagamos un trato- Sugirió - Te llevo al lugar de tu sorpresa ahora y si no te gusta o te aburre, te dejo ir ¿Trato?- Dijo mirándome fijamente mientras extendia su mano esperando, que yo hiciera lo mismo con la mia.
A decir verdad ya estaba muy cansada para y fuera de mis 5 sentidos para querer quedarme pero, su ilusión de todo este tiempo y la manera en como se esforzaba en no decirme nada (porque es malo para guardar secretos) hizo que extendiera mi mano pactando el trato.
Y aquí me tienen, caminando hacia uno de los salones multiusos de la casa siguiendo a Johan quien apenas y puede caminar.
¿Cómo es que se acordó de la sorpresa si anda más perdido que una cabra?
-Taran- Dijo emocionado mientras abría la puerta del gran salón.
Salón que estaba oscuro y ciertamente daba un poco de miedo. El, al ver mi cara de confusión dio media vuelta percatandose de que estaba todo oscuro y que no se alcanzaba a ver nada.
-Oh, perdona- Dijo ahora si, encendiendo las -Taran- Volvió a decir.
En el gran salón se podía apreciar un pequeño escenario que estaba hecho de caoba fina, un telón rojo que daba una idea de para que era utilizado el salón. Todo era comfuso para mi pero lo que se me hizo aún más confuso fue, ver que en el centro de dicho escenario, se encontraba una silla rodeada por telas de color rojo, largas y aterciopeladas que colgaban del techo.
Habían 5 telas en total dos de ellas se encontraban al frente y atrás de la silla, las otras dos estaban a los laterales de la silla y la última, que fue la que me causó más intriga colba encima de la silla.
-Puedo ver arriba de tu cabeza el signo de interrupción- Hablo Johan sacándome de mis pensamientos- Creí que iba a ser bastante obvio- Finalizo rascando su nuca.-Pues no lo es- Dije con un poco de burls en mi voz.
Tal vez y solo tal vez, si estuviera en mis cinco sentidos, sería obvio este escenario pero, mi cabeza no está trabajando correctamente en estos momentos.
-¿Recuerdas la vez que mencionaste que las bailarinas de danza aérea se te hacían demasiado sexy?- Preguntó Johan- Y que podría ser una fantasía ver bailar a una solo para ti?-
Todo eso lo dijo mientras levantaba sus cejas de manera provocativa, como si fuera lo mas loco que hubiera dicho en la noche.
Y vaya que si lo era.
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Mi pequeño gran regalo
RomanceDaniela calle. Una empresaria decidída a "vivir" lo que queda de su juventud, metida entre papeles, dice disfrutar su trabajo pero la realidad es que en el encuentra "compañia" según sus palabras, lo que con el pasar del tiempo le hará caer en cuent...