CAPITULO 1

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Pov Daniela

MIAMI ~ 5:30 am

Un ruido muy molesto me despertó indicándome que ya era hora de levantarme e ir directo a mi trabajo.

-Creo que por millonésima vez, fue mala idea quedarme trabajando hasta tarde- Me dije a mi misma recordando la hora en la que regresé a casa la noche anterior.

Luego de tomar una corta ducha y casi quedarme dormida en el baño, me aliste rápidamente para pasar buscando que desayunar, inconscientemente tome una calle que hace mucho no transitaba.

Después de tanto tiempo no había vuelto a la ahora ostentosa cafetería que frecuentaba de pequeña con mis padres. Entré a ella escuchando la inconfundible campanilla de que alguien recién llegaba, un deje de nostalgia se posó en mi pecho haciéndome retroceder aturdida, sintiendo mis ojos aguados, indcando que en cualquier momento soltaría la primera lagrima.

Empuje la puerta con fuerza para irme rápido de ahi, sin percatarme que detrás de esta habia alguien apunto de abrirla, lo que ocasionó que la golpeara con mi arrebato y ansias por salir del lugar.

-Oiga, tenga cuidado- Dijo la chica del otro lado de la puerta.

-Sisi, lo siento- Fue lo único que salió de mi boca mientras trataba de buscar refugio en mi misma abrazándome, intentando caminar de regreso a mi coche.

-Le dije que tenga cuidado- Repitió la chica jalandome de regreso a la acera escuchando el ensordecedor sonido de la bocina del coche por el coque casi, soy atropellada.

Estaba tan aturdida que no me di cuenta que el semáforo peatonal estaba en rojo y yo estaba a un paso de ser golpeada por ese coche.

-¿Te encuentras bien?- Preguntó la chica sacándome de mis pensamientos.

No respondí

-No, no lo estás- Dedujo, mientras intentaba regresar conmigo a la cafetería.

-NO- Dije casi gritando, parando sus pasos en seco por el pequeño grito que salió de mí. -Estoy bien, en serio, solo tuve un poco de migraña. Y Si no te molesta, debo ir a mi trabajo- Dije mirando su mano que sujetaba con fuerza mi brazo.

-Esta bien, pero déjame llevarte- Sugirió mirándome fijamente mientras soltaba el agarre en mi brazo.

-Te agradezco la oferta pero, traje mi coche- Respondí conectando mi mirada con la suya, dándome cuenta de sus ojos saltones admirando lo largas y gruesas que eran sus pestañas.

Su sencillo pero impecable maquillaje, también era algo de admirar.

-En ese caso, déjame acompañarte a el- Dijo mientras hacia un ademán con su mano, indicando que me seguiría -No acepto un no como respuesta -.

No quise insistir en denegar su ayuda, después de todo fui yo quien ocasionó el inconveniente, así que no me quedó de otra más que aceptar que me acompañara a mi coche, mucho estaba haciendo ella luego de haber sido yo quien la golpeara con una bendita puerta.

Vaya inició de día.

-Bueno, he llegado a mi destino- Dije mientras me posaba al lado de un coche que obviamente, no era el mio.

Era una desconocida, no le andas mostrando mostrando tus pertenencias a desconocidos ¿no?

-No parece tan tu estilo ¿no crees?- Dijo mientras le echaba un vistazo al coche notablemente viejo y con signos de abandono.

-A que te refieres- Pregunté, haciéndome la ofendida pero, el coche si que estaba horrendo.

-No me mal entiendas, puede que sea tu gusto pero, portas tanta elegancia que algo me dice que aquel de allá- Señaló una camioneta lujosa- Es más tu tipo.

No sabia si sentir asombro o miedo con respecto a la bonita pero, desconocida chica, sus comentarios estaban siendo muy acertado a mi parecer.

-Bueno, creo que se te hará tarde ¿no?- Mencionó sacándome de mis pensamientos por segunda vez en el día.

-O cierto, cierto- Dije mientras intentaba buscar las llaves de mi supuesto coche.

Luego de unos minutos, dándome por vencida con la búsqueda en mi bolso de alguna excusa del porque no entraba a "mi coche" decidí en voltearme a ella y decirle la verdad....

-No encontré las llaves-

Me miró por unos segundos aguantandose un poco la risa ¿está estúpida qué?

-Porque seguramente no es tu coche- Dijo en tono burlón.

-Que te hac.....-

-Tus llaves las traías en tus manos, se te cayeron en la puerta de la cafetería y al verte aturdida decidí acompañarte hasta aquí para ver que "tan bien" estabas como dijiste estarlo- Dijo mientras me miraba de forma burlesca y mostraba las llaves de mi Audi colgando de uno de sus dedos. - No era mi intención incomodar ni mucho menos, pero me preocupo por el bien estar mis clientes asi que, tomé las llaves al ver que no te percataste que se te habían caído, lo que me llevo hasta acá. Ahora, si alguno de mis empleados te hizo algo a tal punto de sentir miedo estando en la puerta, dímelo y yo lo resuelvo - Finalizó regresandome las llaves.

Dijo tantas cosas en un segundo que lo único a lo que puse atención fue "llaves" "Bien estar de mis clientes" "Mis empleados te hicieron algo" a lo que hice una deducción de su corto pero largo argumento.

- No no no, nada de eso, solo que....- No sabia que decirle, era una desconocida-Tuve recuerdos, nada más- Finalicé.

Ella me miró con su mirada curiosa, podría atreverme a decir que me estaba analizando.

-Esta bien, no te presionare para que te desahogues conmigo pero, ten en cuenta soy una desconocida las probabilidades que nos volvamos a encontrar de nuevo son muy bajas- Dijo -Aveces hay cosas que nos aturden y generalmente no hablamos de ellas por miedo al que dirán, más que todo, nuestros seres queridos- Finalizó con un toque de nostalgia en sus últimas palabras.

¿Acaso estaba sugiriendo ser mi psicóloga por hoy y tomar una sesión terapéutica a mitad de un parqueadero?

- Las probabilidades de no volver a encontrarnos, tan bajas no lo son, vivimos en la misma ciudad- Respondí lo más natural que pude omitiendo un poco su pequeña "oferta".

-Creeme, no creo que me vuelvas a ver por acá en mucho tiempo, no suelo venir tan amenudo.Vivo en Italia- Respondió luego de notar mi cara de confusión - Así que sin más me despido- Finalizó -.

Se arriesgo a querer tener una "sesión de sanación" conmigo aún sabiendo que las probabilidades de que la rechazara serían muy altas.

Mientras se daba media vuelta y empezaba a caminar de regreso a su cafetería pensé en que las probabilidades de no encontrarnos, eran medianamente altas.

-Espera.....- Dije llamando su atención.

Y así fue como entable una conversación con una desconocida que al final terminó confesando su extenso conocimiento en el campo psicológico interesandome más en ella.
Ella contándome sobre su vida y reciente viaje express y yo la razón del porque me aturdí al regresar a su cafetería. Y Sin darnos cuenta nos pasamos toda la mañana y parte del mediodía hablando, recordándome ella que yo tenia un retraso a mi trabajo y ella tenia que regresar al suyo. Sin más nos despedimos, sabiendo un poco de la vida de la otra, no supe su nombre y ella tampoco el mío solo nuestras raíces colombianas, fue una decisión tomada por ambasz, no decir nuestros nombres para más "confidencialidad" según nosotras.

No suelo hablar acerca de cómo me siento con las personas, menos con desconocidos pero con ella sentí tanta confianza que le conté un poco de la perdida de mis padres, sin profundizar en el tema, solo comentando lo necesario para completar mi inconveniente en su cafetería.

No pensé que mi cumpleaños empezaria de esta manera.

"No crees expectativas y deja que la vida te sorpenda"
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Disculpen los errores ortográficos. Se acepta cualquier crítica, siempre y cuando sea desde un lado amable y comprensivo.

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