Dime lo que más deseas

La reunión

Siento una presión sobre el estómago, toso para despejar mis vías aéreas y percibo un zumbido en mis oídos -¡ugh! ¿Dónde están? - me estoy tratando de orientar, con mis manos siento la superficie lisa del escritorio, es lo que está en mi estómago.

-¡Ya basta de esto! - muevo mi muñeca y lanzo contra la pared lo que queda de la mesa. Me paro y veo a mi alrededor, sacudo mi atuendo. Modo furia escaneo la sala. Ustedes dirán Ghanima ¿Por qué no viste venir esto? Porque mi poder solo funciona si me concentro en la situación en particular.

- ¡Kiran!, ¡Zaid!

Debajo de un estante ya Kiran se está levantando, como yo solo emana ira. Tengo mis manos frente a mí, lista para atacar a quien aparezca. Levanto lo vista porque siento a Zaid, emana pura adrenalina, desde arriba observa mejor todo, me señala hacia una esquina debajo de un cuadro, es Arisha, toco el brazo de Kiran para indicar lo que sucede y en seguida va a prestar ayuda.

Siento un ruido en el pasillo, no espero a nadie. Al llegar noto a alguien de espalda, vestido con pants y sudadera oscura tratando de huir. Con mi mente lo arrojo contra la puerta del ascensor, empieza a toser sangre, al idiota lo alcanzó su propia explosión.

Coloco mi precioso zapato de tacón de charol Ixia 95 en color latte, por si deseaban saber, en su cuello.

Me salto la introducción -¿Qué quería tu grupo lograr con esto? - veo que solo mueve su boca, como tratando de escupir, pero con labios cerrados. Me paro por completo en él colocando mi otro pie en su pecho. - ¿crees que una simple explosión puede con nosotros? Más herido saliste tú - me ve a los ojos, y ya sé lo que pretende hacer. Me arrodillo e intento abrir sus labios con mis dedos, ya el bastardo se ríe. En segundos comienza a salir espuma de su boca, tenía una pastilla con veneno, ha escogido morir por su causa, algo que yo no haría por la mía, eso me deja mucho que pensar.

Zaid y Kiran vienen agarrando a Arisha por los brazos. Solo ven al hombre en el piso. Kiran, dice: -¡no tenemos tiempo!, el equipo de extracción y los expurgadores vienen en camino. ¡Subamos a la azotea!

Los expurgadores son otros seres asociados a las voluntades elevadas. Véanlos como los abogados mágicos, ellos comparten al igual que el resto de nosotros el poder de la manipulación. Arreglan problemas legales, como los que puede traer esta explosión de la oficina, cuyo frente es un supuesto asesoramiento financiero. Y con su magia manipulan situaciones a nuestro favor, saliendo de cualquier cuerpo de seguridad que quiera afincarse en nosotros. 

No me percato que aún sigo viendo al pobre hombre, que creyó que su vida no tenía más valor que defender el ideal de otro cuando Kiran me empuja con su mano libre guiándome hacia las escaleras de emergencia.

Pese a la situación y sin importar que tan terrible sea, siempre nos vamos en estilo. Ya escucho el sonido de las aspas. Al llegar al último piso, Kiran con su mente abre la puerta y ya nos está esperando un helicóptero ACH160, nuestro escape de catorce millones de dólares.

Siento algo rozando mi pierna, bajo la mirada con rapidez, ¡es un gato!, es blanco con ojos azules que reflejan los míos. No sé si es porque estoy en un momento de retrospección por lo que acaba de suceder, pero vibro bonito con él o ella (ya lo averiguaré) de inmediato, lo recojo en mis brazos. Además, ¿Qué es una bruja sin un gato? Ya era hora.

- ¡Ghanima!— me gritan desde el helicóptero.

Soy la última en subir, me siento en uno de los cómodos asientos de cuero, enseguida me aseguro para que podamos despegar y me coloco los auriculares al igual que el resto. Lujoso como todo, yo misma firmé su compra, la cabina esta personalizada con detalles de Aston Martin.