Dime lo que más deseas

Dilucidaciones

Siempre imaginamos las negociaciones de los políticos tras puertas, que ofrecen o intercambian para conseguir lo que aspiran. Supongo que es algo como lo que estoy viviendo hoy, pero sin el tono mágico:

Kumar, ya luce diferente, la toxina ya absorbida, hace que su vibra difiera por completo a las de las voluntades elevadas, con normalidad los percibimos en armonía, en la misma sintonía.

Desde su esquina, empieza a escupir su veneno; — ¡Esta estúpida bruja es solo una trabajadora, yo soy la fuente!

— ¿Fuente de qué? ¿De la vagancia? Tú lo que sabes es recibir, nunca producir. — Le contesto de vuelta y sin titubeos.

— Con ira grita: — eres una insubordinada, ni siquiera deberías estar hablándome. — dice lo último con petulancia.

¿Quiere jugar este juego? ¡Vamos! — Ese respeto lo perdiste cuando consumiste un pecado capital, ya no formas parte de nosotros.

Veo a mi madre biológica. — ¿O eso no lo sabías? — No me responde, solo observa. Yo sé que sí, pero lo ignora por conveniencia. La energía podrida es imposible de no percibir. No obstante, así también se maneja la política nivel mundial.

—Este negocio es atemporal bruja, yo soy un ser superior, la base de todo esto. — Él sigue replicando, vendiendo su idea.

—A lo mejor fuiste, ya tu energía cambió, y no podrás hacerlo. Nunca lo hiciste en este plano y ni pienses que puedes ahora, estás ofreciendo algo que ni si quieras sabes qué eres capaz de cumplir. — Le digo mientras pienso que como desearía tener a Arisha a mi lado, ella manipularía esta situación mejor que yo.

De repente Kumar arremete contra mí, no me da tiempo de reaccionar y soy tirada hacia una pared. No sé qué se apodera de mí, pero la rabia que me alimenta me hace responder de la misma forma contra Kumar y corriendo hacia él, sin ni siquiera tocarlo soy capaz de devolver el golpe con igual energía y lo hago desaparecer por un momento de este plano.

Sorprendido, pero luego enmascara su reacción. Con cólera me dice, — ¡estas muerta insignificante bruja!

—Suficiente. — es el aporte que sale de los labios de esa mujer, que hasta ahora lo único que hacía era observar.

Kumar viene hacia mí, pero con solo levantar su mano lo detiene, me sorprende su poder, debo admitirlo.

Siente mi vibra y me pregunta sin siquiera yo hablar. — ¿Ves de lo que somos capaz?

Kumar solo revira desde su esquina, ya sin poder ocultar que se cuestiona el cómo una simple bruja lo detuvo. Y es en ese momento que lo veo... vencible. La idea ya está sembrada en mi cabeza; podemos ser sus oponentes y ganar.

El poder me invade. — Si los Cosima lo que quieren es abundancia y trabajar con energía auténtica, que crea y no destruye, yo soy la indicada y hablaremos.

Kumar interfiere aún pineado a la pared — yo soy la fuente directa a esa energía que ella clama manejar. — y desaparece.

—Mi pequeña mujer sabia, eso solo fue una muestra de tu poder. — me dice con dulzura en su tono mi madre biológica.

Eso no tiene efecto en mí. — Dile a los Cosima que yo puedo hablar con los políticos directamente, explorar sus faltas financieras que de seguro tienen en abundancia. — Lo digo con sarcasmo y culmino diciendo — y ofrecer oportunidades que ni se imaginan para crecer. Pero limpiaremos la casa, solo se quedarán los mejores, crearán negocios propios mientras trabajan para la nación, no tendrán necesidad de robar esa será la condición y poseerán más de lo que imaginan.

— ¿Qué te hizo cambiar de opinión? — me pregunta tajante.

— Kumar. Alguien con esa mentalidad no debe mezclarse con política, ya los funcionarios están podridos lo suficiente. —eso, falso no es.