The crew

2 0 0
                                    

Apoyando mis manos en el mostrador tomo impulso y me levanto. De mi bolsillo trasero saco mi teléfono y envío un mensaje con rapidez. Volteo verificando que Adal siga en la cocina.

Cierro mis ojos, ponderando los diferentes escenarios de cómo puede terminar esto.

Abro la puerta del cafetín y empiezo a caminar con premura al callejón trasero, aparentando ser la propia damisela en peligro. Mi plan funciona, el idiota me sigue, doblando mis pasos.

Apenas entro al callejón, me agarra por los hombros y le permito que me pegue contra la pared. Acabemos con esto de una vez.

Es un hombre de tez pálida, rasgos asiáticos, se le nota la ira, pero es enmascarando los nervios.

— ¿Quién te envió? — lo pregunto sin alterarme.

—  ¡Escúchame, maldita perra! ¡Vas a hacer lo que yo te diga! — saliva cae en mi rostro, estira tu paciencia Ghanima, suspiro y lo observo.

Giro mi cabeza hacia un lado, tratando de sentir su vibra, habla a la perfección el idioma, nacido aquí, es joven. Siento que por su estupidez no investigó, no sabe en qué se ha metido, piensa que tiene el control.

— ¿Qué crees que vas a obtener de esto?

— ¡Guarda silencio!

— ¡Pero me estás aburriendo! — Digo con voz chillona emulando a niña de cinco años.

Esto lo encoleriza, saca su arma y la coloca en mi sien. Solo puedo reírme a carcajadas.

— ¡Estás loca! No me sigas provocando maldita bruja.

— ¡aja! Dile a esta bruja quien te mando.

— ¡Yo no respondo a tus preguntas!, yo tengo el arma y tú haces lo que yo diga.

La primera vez que propongo esto sin ningún propósito de cumplir lo que quieren.

— Pues dime, ¡oh, hombre todopoderoso con arma en mi cabeza! ¿Qué es lo que más deseas?

— 10.000 $

— ¿no que no ibas a contestar mis preguntas? — digo con asombro fingido y me vuelvo a reír.

Le da un golpe a la pared de ladrillos con la base del arma y me grita — la próxima vez es tu cara.

10.000$ es nada, a él lo mandaron, no sé con qué intención, pero no sabe el potencial de nuestras transacciones.

Siento su presencia y luego su voz: — muy buenas noches.

Mi atacador, sin levantar la vista de mí, dice; — Sigue caminado hermano.

— ¿Hermano? No. Puedo ser algo mejor. — comenta Kiran con voz seductora.

— ¡Qué demonios! — y el hombre asiático es incapaz de terminar su insulto cuando posa su mirada en Kiran, el encantador. — Solo aprieto mis labios y observo con picardía el intercambio, es gracioso cuando son todos macho men.

Kiran usando su poder, lo mira a sus ojos, con encanto y suavidad en su voz le dice: — suelta a mi amiga.

En seguida quita sus manos de mí, no es que no lo podía hacer yo, solo estaba esperando que diera más información. Miro a Kiran y me dice— gracias por entretenerlo. Ahora vamos al fondo de esto.

Toma por los hombros a mi atacante y viendo a los ojos le pregunta

—¿Qué es lo que deseas?

— 10.000 $

— Eso es un monto y deseo estúpido. ¿Quién te mando?

— ¿Estúpido?

— Te diriges a las puertas de la abundancia y no tienes más ambiciones que esa cantidad, no sabes con quién estás hablando, por lo tanto, eres solo un señuelo.

Dime lo que más deseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora