Tenemos el puesto N°1 en la etiqueta Bumblebee. Alto logro che.
—Buen inicio de semana, querida... ¿Y esa cara?—
Joshua miró a la mujer que parecía no haber dormido en meses.
—He estado toda la noche reparando el auto. Ya esta listo.—____ se sirvió un poco de café en la sala de descanso—. Y luego pasé toda la madrugada acomodando mis tareas de toda la semana para que me dejes tomarme unos días libres.—
—Claro, tómate lo que... No. No ¿Qué?—el hombre siguió a la mujer que salió apresurada hacia la oficina.
—Tengo unas pocas horas para alistar todo e irme, asi que dejaré en tu escritorio todas mis cosas ordenadas para que solo tengas que sentar tu trasero ahí y poner tu firma.—acomodó una torre de carpetas en la punta de la mesa.
—No puedes irte, oye, mírame.—
Joshua tomó a la mujer de los hombros, obligándola a mirarlo.
—Si te vas, estarás en problemas.—
—Solo si me atrapan.—
—Por dios...—
—... Los descubrieron, Joshua... Tengo que ir por ellos.—
—¿Y qué podrías tú hacer, eh? Terminarás en problemas con ellos.—
—Cade no sabe que lo buscan... Y hace semanas que no se comunican... Temo que algo malo haya sucedido.—se acercó al hombre, ya algo desesperada—. No te dije porque esperaba que no fuera nada importante.—
—Importante es tu trabajo aquí, mujer.—
—Lo sé... Pero si tengo que mandar todo al diablo por Bee, lo haré... me importa un carajo la CIA, SWAT o el puto equipo antibombas... Asi que o me dejas ir, o me voy igual.—
—... ¿A dónde?—
—Washington.—
—Eso está a más de 12 horas de aquí.—
—Llegaré en 10.—
El hombre se llevó las manos al rostro, bufando frustrado.
—Eres exasperante a veces.—
—Me quieres por eso, entonces ¿Puedo irme?—
—... Le diré a los superiores que te envié a revisar unas cosas a otra ciudad. Al menos estarás cubierta un tiempo con eso.—
____ sonrió, dejando apresurada el café en la mesa y dándole un largo beso en la mejilla.
—Eres el mejor, Joshua. Casi y me arrepiento de llamarte calvo.—
—Claro, claro...—
El de gafas miró algo preocupado como la mujer tomaba sus cosas y salía del lugar.
Tenía un mal presentimiento de todo aquello, pero entendía muy bien que si ella debía saltar al vacío por sus amigos, lo haría sin mirar.
Y si se interponía, solo ganaría algunos insultos de lo más creativos.