Capítulo 8.

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Max sobaba con parsimonia la espalda de Charles mientras sus ojos dejaban brotar con lucidez sus lágrimas, las cuales parecían hablar de la verdadera tristeza que estaba sintiendo por el daño causado debido a sus imprudentes acciones.

En el fondo, el monegasco, sabía que merecía ese dolor que estrujaba su corazón cual trapo que escondía bajo él la suciedad de sus errores. Y como una bofetada fuerte fue ver como el silencio de Carlos expresaba por si solo lo que sentía hacia ambos pilotos, y eso empeoraba aún más el estado de ánimo.

Hace unos meses hubiera dejado que el español de nuevo le endulzara el oído para volver a presenciar las mismas escenas de amor de los exs compañeros, aunque le hubiera destrozado también el corazón volver a sentir que su traición sería la acción que traería la peor consecuencia posible consigo.

Miró a su lado, vió el rostro neutro de su amigo quien no dejaba de masajear su espalda en muestra de apoyo a su situación actual. Eso era lo que amaba de Max, en un sentido amistoso, y era que el neerlandés casi nunca le preguntaba la razón de su llamada, por el contrario, se sentaba a su lado en silencio y esperaba a que el menor le dijera todo lo que sucedía cuando se sintiera listo y confiado para explicar su inquietud.

― Te lo agradezco. ― sorbó su nariz y se enderezó en la cama bajo las colchas dirigiendo su vista hinchada a su amigo.

― No hay nada que agradecer Charlie, yo siempre estaré para ti. ― una dulce sonrisa dibujada en su rostro apasiguó la angustia en el corazón del monegasco.

Pero su corazón también sentía culpa por usar a Max cada vez que se veía roto en algún sentido retórico, pues cada vez que lo veía no podía evitar querer estar cerca y sentir que tenía un apoyo a pesar de sus acciones erróneas y definitivamente que podrían ser juzgadas con odio y repudio. En vez de eso solo recibía palabras alentadoras, consejos y abrazos cálido que lo hacían sentir mejor.

― Lo siento. ― su vista bajó con vergüenza, pero por cómo lo utilizaba a su beneficio.

― ¿Por qué? ― su gesto de desentendimiento desencadenó algo dentro de Charles, como si quisiera coser sus labios para no equivocarse en sus palabras.

― Por llamarte tan de repente. ― en parte era lo que quería decir, y en parte fue una mentira alejada de la realidad de sus intenciones.

― No tienes que disculparte. ― le sonrió de nuevo y se acercó para abrazarlo ― De todas formas no estaba haciendo nada importante.

― De todas formas..... ― lo pensó dos veces antes de decirlo ― Creo que me estoy excediendo.

― ¿Excediendo? ― se alejó con confusión.

― Si, siempre estás cuando te necesito pero yo nunca te ofrezco el mismo apoyo.

―Charlie, yo hago esto porque te quiero y mereces tener a alguien de tu lado.

― ¿Y si Pierre tiene razón?

― Tú, yo, Pierre, todos sabemos que lo que hiciste estuvo mal, pero lo importante es que cortes esa relación y más aún si te está haciendo mucho daño.

― ¿Y qué pasa si Lando se entera? Va a matarme.

― No vas a ser el único muerto. ― intentó bromear viendo que no tenía resultados positivos ― Escucha, no creo que se entere si esto se detiene, lo que pasó muere conmigo en mi boca.

― ¿Y si Pierre se lo dice? ― la angustia de nuevo se presentaba en él y con intensidad mientras miraba los ojos de su acompañante.

― No se lo va a decir, pero si frenas esto no lo hará.

Infidelidad  ⎯   Charlos/LandoscarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora