Landung

20 3 0
                                    


Allí en medio de un aparcamiento solitario, nadie notaria su muerte y si lo hacen "solo era una callejera".

Esa frase impacto tanto a lo largo de la vida de liliann, siempre era lo mismo: una simple callejera.

Y ahora ella estaba allí, acorralada y en su momento más delicado, esperando a que le cortasen el cuello con una frase célebre y única como siempre hacían en las películas que le ponían de pequeña, donde el bueno asesina al villano. Ella siempre sería el villano.

- nos has complicado mucho las cosas estos meses, me darán una buena recompensa por tu cabeza.

No podía hacer nada, su cuerpo no se movía, su arma estaba ordenada, sus cuchillos colocados, sus pertenencias en armonía  sus tacones habían dado sus últimos golpes y sus manos habían echado el cierre.

Quería moverse, era tan fácil simplemente agarrarle el brazo y tirar, era tan fácil dar una patada, tenía tan cerca las armas. Pero no podía.

Solo estaba ahí, esperando impaciente y con su vida pasando a 500 k/h mientras repetía en su cabeza: ¿por que ahora?

Esperaba a sentir el picor familiar, la falta de oxigeno, el mareo, el sueño, el dolor.

Pero en vez de eso, recibió un ruido externo, un ruido sordo de un golpe contra el suelo, una sombra de un cuerpo caer a su lado y el tintineo de un cuchillo contra el asfalto.

Se dio la vuelta en estado de alerta, aunque sabiendo que su mente y sus problemas de orden y su ritual la impedirían defenderse. Pero en lugar de un nuevo atacante, quien estaba delante era ese rubio que indiferente ante todo, con su sonrisa de sabelotodo, frotándose las manos de lo que parecía haber sido el golpe causante de su libertad.

○ creo que me debes una

+ la vida, para ser exactos.

○ ¿Qué hacías?

+ desaparecer las pruebas ¿de dónde ha salido?

○ le he visto salir del maletero ¿no lo has oído?

+ es largo de explicar ¿Qué haces aquí?

○ me he quedado a fumar ¿te ayudo?

+ si quieres. 

○ ¿Cómo lo hacemos?

+ hay que subir las piezas del motor a mi coche, me desharé de ellas.

○ ¿y el coche?

+ tengo un gancho, podemos llevarlo a rastras.

○ ¿y este?

+ ¿le has matado?

○ no creo. 

+ pues hay que subirlo detrás, ponle un chute, están en mi bolso, con dos dosis serán suficientes.

entre los dos subieron las cosas del motor al maletero, dejaron al hombre ya drogado en los asientos de detrás y engancharon ambos parachoques. la pelirroja se subió al lado del conductor y el rubio a su vera. el camino fue silencioso al principio, hasta que llegaron a una salida reconocida. 

○ ¿Columbia?

+ es la zona más segura ahora mismo 

○ ¿tan grave es la situación?

+ digamos que lo de hoy no llega ni si quiera a un aviso

○ ¿cada cuanto haces esto? ¿no te da miedo?

+ depende de la época y deje de sentir algo a los 12 años, la única razón por la que sigo viva es cumplir mi promesa.

○ me recuerdas a mi hermano 

Run Donde viven las historias. Descúbrelo ahora