Sweeties

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Las personas que estaban ahí comiendo tranquilamente vieron a un grupo de 5 adolescentes entrar tranquilamente, algo normal para todo el mundo una noche de finales de verano.

Pero en este mundo hay dos ojos: el ojo de lo legal en donde su entrada no supuso un gran cambio, algunas madres o señoras comentaron sobre los tatuajes y las cicatrices de la pelirroja, que para ellas seguro era una vándala cualquiera y sin hogar ni principios. Y el ojo de lo ilegal en donde los lava platos se detuvieron por un segundo detrás de la barra, las camareras se miraron entre ellas, la marca en la mejilla destacaba junto al dorado del vestido y el color de su pelo, para ellos era una advertencia.

El mundo está lleno de pequeños detalles: colores que tienen significado, palabras mezcladas que resuelven codigos, figuras ocultas en los bordados. A liliann le encantaban esas cosas, esos acertijos dignos de Sherlock Holmes que su madre le habia enseñado para sobrevivir en su mundo y que ella habia enseñado a sus cercanos para que sobreviviesen y así que le deban un favor.

Entraron como un grupo normal, solían tardar en atender y habia gente delante pero les dieron mesa nada más entrar, les colocaban en la mesa que mejor viniese para los camareros pero les dejaron elegir.

Se sentaron en una mesa con dos bancos en una esquina al lado de la ventana. Neil entre los gemelos en uno de los bancos y liliann justo enfrente con nicky al lado. No habian cogido para tener polvo de galletas pero les trajeron el plato de todas formas.

○ ¿tú has pillado?

- ya sabes que lo estoy dejando

- ¿neil?

• yo no me meto

+ sera cortesía de la casa

- ¿que tramas zanahoria?

+ ¿yo? Nada

• ¿Que mierda has hecho liliann?

+ no he hecho nada nathaniel.

- neil, no le hables así, somos personas civilizadas

+ eso, ademas he ido en el coche con vosotros todo el tiempo, me habrias oido hacer llamada o ne habrias visto mandar mensajes.

- ¿y el mesnaje en japones ese?

+ nada que ver

Al rubio no le dio tiempo a rebatir cuando una camarera se acerco a tomarles nota, los chicos pidieron unos helados y lili un batido.
Antes de que la camarera se fuese la chica la detuvo sacando su mechero del bolsillo.

+ por cierto, ¿tenéis maquina de gas? Necesito recarga.

- oh, si, claro señora.

+ gracias, ya vengo chicos.

Y ambas fueron dirección a la puerta que habia al lado de las cocinas, una puerta trasera por la que andrew y aaron veían perfectamente la calle.

- no me fio nada

• por ahora no ha hecho nada raro.

○ por que tu lo digas.

- por favor, un poco de confianza

- ¿desde cuando te fias de ella? Habeis salido juntos y ya sois mejores amigos.

- nada que ver, solo hemos hablado y ya.

- ¿que te ha contado?

○ ¿que le has contado?

- le he contado de mi vida, hemos hablado de ropa, de anecdotas.

• ¿anecdotas?

- si, cosas de la vida

- cuenta

- pues no se andrew, hay cosaz que son privadas suyas ¿sabes?

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