El repiqueteo del agua masajeaba sus hombros al mismo tiempo que las gotas que se reventaban en la baldosa de la ducha producían un sonido lluvioso que lo inducía a la calma. Hyunjin se restregó las manos a través de sus brazos, rostro, pecho y todo su cuerpo con firmeza. Se sentía sucio, como si hubiese cometido un pecado aborrecible y ahora debía redimirlo bajo agua bendita, aunque esta sólo fuese del grifo.
Seguía molesto por lo que había sucedido horas atrás. Avergonzado, con el orgullo pisoteado. Desde que comenzó esta misión que se ha sentido pasado a llevar. Ese estúpido mafioso de sonrisa lasciva y actitud altanera le hacía rugir la sangre con un vistazo, y su jefe, Chan, no sólo lo fastidiaba, sino que estaba en todo su derecho de enviarlo a misiones incluso más degradantes. Si esta fue la primera, no quería saber cuál sería la segunda, o la última.
Pero Hyunjin no pensaba quedarse de brazos cruzados. Dejaría que Chan le siguiese dando órdenes, que Felix se burlase de él todo lo que quisiera, porque cuando lo atrape, será su turno, y ya nadie podrá detenerlo.
Cerró la llave de agua cuando sintió un peso menos en su cuerpo. Frotó la toalla contra su cabello y lo anudó a su cintura para salir. Ya en su habitación se mimó la piel de su rostro y cuerpo con algo de loción, y se puso el pijama. Miró su cama haciendo un mohín, y rindiéndose ante su deseo de dormir y no despertar, se sentó sobre el escritorio, abriendo los libros llenos de jeroglíficos que, se suponía, debía entender.
Si por él hubiese sido se habría ido a dormir apenas terminó de vestirse, pero aún le quedaba un trabajo por hacer. Podrá haber bailado sobre él, podrá haberse besado con él, pero Hyunjin y Felix seguían siendo compañeros de universidad y Hyunjin ahora mismo tenía que hacer su parte del trabajo.Bufó de estrés cuando vio que tendría que buscar entre miles de leyes y códigos para poder entregarle a Felix mañana una investigación decente, porque sabía que ese no se conformaría con poco.
Maldijo entre refunfuños y continuó trabajando. Leyó un par de páginas y en menos de veinte minutos comenzó a ser presa del sueño. Los párpados le pesaron, el calor de su cuerpo lo rodeó, el pijama le hacía sentir cómodo y la ducha caliente había sido tan relajante que no se dio cuenta cuando su cabeza cayó sobre el libro.
Sin embargo, su sueño se vio interrumpido a los minutos después cuando oyó unos pasos provenientes del pasillo. Abrió sus ojos de golpe. La lámpara seguía encendida. Se quedó unos segundos en la misma posición, atento y con los sentidos agudizados. Al no oír un segundo ruido, decidió moverse. Se paró con cuidado de la silla, y del cajón del escritorio sacó una navaja pequeña en caso de emergencia.
Caminó furtivo por el pasillo. La puerta del baño estaba abierta, y dentro de él no había rastro de alguien. Podía sentir su sangre correr con más velocidad a través de su torrente sanguíneo y subiendo sus niveles de adrenalina.
Llegó hasta el comedor y desde allí encendió la luz. La cocina estaba vacía, el salón de estar también. Bajó el arma y soltó un suspiro al relajarse. Seguramente había sido producto de su imaginación.
Sin embargo, antes de que pudiese girarse y volver a su habitación, alguien se abalanza sobre él, tapándole la boca y la nariz con un pedazo de tela para ahogarlo. Sintió el efecto inmediato cuando el aire dejó de pasar a sus pulmones, adormeciéndolo. Pero él, entrenado y preparado para este tipo de situaciones, logró reaccionar antes que el ataque hiciese efecto, alzando su cuchilla y cortándole el brazo a su oponente.Hyunjin se liberó de las garras del lobo y su atacante se alejó de él soltando un gruñido. El espía lo tomó del brazo herido y de su cintura, y ejerciendo toda la fuerza de su cuerpo, le dio la vuelta y lo lanzó, cayendo sobre la mesa de centro. El vidrio se reventó y las patas no resistieron el peso repentino. Su oponente volvió a quejarse, retorciéndose en su lugar.
⏤¿Quién te mandó? ⏤vociferó Hyunjin, cambiando la navaja por un arma que tenía escondida dentro del librero. Por temas de seguridad (como este) Hyunjin debía tener armas en cada rincón de casa.
Entrecerró los ojos para ver si podía reconocerlo, pero se le hizo imposible. La gorra negra le tapaba los ojos y la mascarilla, también negra, el resto de su rostro. Usaba un traje negro parecido al de su uniforme, pero no poseía ninguna sigla o logo que le dijese de dónde era. Supuso que era un chico de más o menos su edad debido a su contextura y el tono de voz agudo que salía de sus labios con sus gemidos.
⏤¿Quién te mandó? Pregunté ⏤repitió al ver que no le respondía. Dio unos pasos hacia adelante con furia, apuntándole con la pistola.

ESTÁS LEYENDO
𝗆𝖺𝗏𝖾𝗋𝗂𝖼𝗄 ⋆ 𐙚 ̊. 𝗵𝘆𝘂𝗻𝗅𝗂𝗑
Action𐚁 ֹ ִ 𝗵𝘆𝘂𝗻𝗅𝗂𝗑 ! ୧ ֹ ִ ❝Hwang Hyunjin tenía una sola misión como espía: vigilar y atrapar a Lee Felix, heredero de una de las mafias más peligrosas del país. Todo parecía ir perfecto, nada ni nadie podría vencer a alguien tan poderoso como él...