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Kly

Mis ojos se abren lentamente una pulsada de dolor es lo que me recibo al abrirlos,me remuevo incomoda al sentir la superficie suave bajo mi cuerpo y el olor a fresas invade mis fosas nasales.

Mientras que me dispongo a levantarme,el dolor de cabeza empeora,tardo unos minutos en enfocar mi vista y tratar de reconocer el lugar,abrí los ojos demás al no reconocerlo,nunca había venido aquí..

La habitación está amueblada a la perfección,con dos Grandes ventanas a mi lado,dejando que la claridad del día entre y ilumine el lugar por completo.

Me levanto y veo que tengo la misma ropa de hace unas..

Gum..

Los recuerdos caen como un balde de agua fría,automáticamente mis ojos se nublan y puedo sentir como las lagrimas quieren salir,me lanzo al suelo y miro a mi alrededor asustada.

¿Donde estoy??

Y gum...esta muerto,por mi culpa,debí de haber aceptado el trato de Dorian...

Dorian...miro todo el lugar y pues notar los cuadros elegantes de pinturas abstractas colgados a la perfección en las paredes negras y blancas.

Caminí por el lugar buscando una salida,necesito salir de aquí antes de que alguien me vea..no pienso permitir que me tome como el quiera...mató a gum...mi gum...

Busco despertada ,intento abrir las ventanas pero es imposible están muy bien selladas.

Voy hacia la puerta y intento abrirla ,pero plan fallido.

Mi corazón galopea en mi caja torácica cuándo los minutos pasan y no logro encontrar una manera de huir.

Voy hacia la puerta de nuevo y al girarme me encuentro con esos ojos negros,siento como indaga dentro de mi,como se impregna en mi piel,poco a poco.

No respondo,y el entra por completo en silencio..

—Te voy a matar,hijo de puta

Es lo primero que digo antes de lanzarme hacia él,algo tonto,ya que sus manos me atrapan antes de lograr hacerle el mínimo daño.

—La estrategia es que sea sorpresa.

Su voz ronca llena mis oídos,me presiona contra su cuerpo y siento lo duro que esta,el agarre en mis manos no es fuerte,pero se igual forma no logro zafarme de él.

—Suéltame.—siseo entre dientes.

—No soy tan estupido como para hacer eso.

—Lo serás si no me sueltas.

Trato de moverme incorporado mi rodilla contra su entrepierna,el intenta alejarme al darse cuenta de lo que pienso hacer.

—Bien,te suelto y me escuchas ,¿me oíste ratón?

No respondo,solamente me dedico a mirarlo a esos ojos sin alma,este es el asesino de mi primo..

—Lo mataste.—susurro con ira.—Tu..

—Si,lo hice,te lo advertí.

DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora