•13•

83 8 1
                                    



Kly

Al despertar,el olor a lavanda es lo primero que siento.

Paso mis manos por el lado izquierdo de la cama sin darme cuenta y levanto la cabeza al no sentir nada.

Dorian no esta ,doy un repaso por la habitación  y confirmo lo que ya sabía.

Eso no debería de haberme molestado,Dios,me odio porque algo muy en el fondo de mi ser le dolía.

Me removí y fui hacia el asiento que dorian durmió anoche.

Había varias prendas,incluso hasta un topa cómoda y flexible.

Y al lado de ella una nota.

Vendré por ti.

Dorian.

Dejo la nota en su lugar, solo con estas pocas palabras ya hizo que tuviera una mala sensación.

Esa oscuridad que me absorbe aún sin que estemos en la misma habitación.

Tomo la ropa que dejó y la observo meticulosamente ,es algo casual, un jersey cómodo y un pantalón corto ajustado negro.

No lo pienso mas y voy a darme un baño con rapidez, para no tener la horrenda sorpresa de tener de visita a Dorian cuando estoy desnuda.

Intentado relajarme pero no puedo, la sangre y el dolor es lo que ahora definen mi vida.

El sueño de anoche fue igual de aterrador.

Esa noche,mate a mi ex novio...o eso creo.

No recuerdo con claridad ,solo se que él apareció y después todo se volvió rojo.

Estaba drogada,al menos no por que yo quería.

Siempre he sido una persona ilusa,inocente,que solo quería alejarse de todo lo malo que habita en este mundo.

La mafia destruye,eso yo lo sé mas que nadie.

Salí de la ducha y me dediqué a recoger mi pelo que estaba todo desordenado.Con rapidez hice una coleta y la marré.

Después me vestí y me dediqué a mirarme en el espejo y detallarme.

Mi pelo se ha vuelto más opaco,las dos
bolsas bajo mis ojos se hacen más notable.Incluso desde la última vez que pude sonreír ,mi rostro parecía un bloque de hielo,el vacío de mis ojos,como si esperara que me quitaran algo más...

¿Que más me quitarán?

Lo único que falta es mi vida,ya no tengo casi nada por luchar.

Con un suspiro salgo de mis pensamientos.Me termino de alistar .Pongo la mano en la manilla de la puerta ,y la abro, mis pies se detiene al ver la sombra de Dorian y sus ojos clavados en mi.

Como un dios griego, como Hades, el dios del infamando.

Está sentado en el mismo mueble en el que se sentó anoche y tal vez durmió.

DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora