V.

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Nerea Martín.

Estuvimos con Fermín, mi hermano y mi cuñada, María y yo habíamos hecho como ¿un postre? No se, sinceramente lo intentamos pero al final fueron rodajas de fruta con chocolate blanco y un poco de estrellas pequeñas. Estábamos todos juntos hablando. Yo y Fermín no parábamos de mirarnos o de conectar miradas durante unos segundos. La verdad que desde que lo conocí me sentía especial a su lado, como si fuéramos algo, pero sabía que no sería compatible. ¿O si?

-Bueno, yo ya me iré yendo que mañana tengo que madrugar.- dijo Fermín levantándose del sofá. Fuimos hacía la puerta para despedirnos y se fue hacía su Motorhome. Me puse el pijama y me senté en el sofá, hasta que sentí una mirada. Más bien, dos.

-¿Qué? ¿Por qué me miráis tanto?- María y Jorge se miraron con picardía.

-Tu y Fermín últimamente estáis muy juntos, ¿eh?- dijo mi hermano mirándome con una sonrisa y alzando las cejas de arriba a abajo.

-Ni de broma, somos buenos amigos y ya está.

-Fermín ha dicho lo mismo.- me dijo María sentándose a mi lado. Me miró con una sonrisa.- Venga, al menos dinos que te atrae un poco anda, y no me digas que no porque Fermín es un buenorro y encima está guapísimo.

-Eso no te lo niego, porque lo es.- la miré.- Pero si me gustará, no serían compatibles porque tiene muchas detrás y mucho más guapas que yo.

-¿Y eso qué más da?- me dijo mi hermano. Rodeé los ojos y me levanté.

-Dejarme ya pesados.- mi hermano me agarró del brazo.

-¿Podrías irte con Fermín o Alonso?- me dijo con una sonrisa.- Queremos tener nuestro momento privado y a parte de que tenemos que hablar de unas cosas.- rodee los ojos y agarré una sudadera y las bambas.-Gracias, hermanita.

-Nada.- salí y agarré mi móvil.

Fermín🖤

Fermínnnnn

Mi hermano me ha echado de su Motorhome, ¿hay un hueco en el tuyo?
Porfasss

Uffff al final me vas a tener que pagar eh
Vente anda que está lloviendo

Graciasss fermínnnnn🖤

De nada bicho🖤
Pero venga que estoy cansado

Yendooo

Espérame fuera de tu puerta, así me siento mejor

Ya estoy fuera, vengaa

Corrí hacía su Motorhome, subí las pocas escaleras y al llegar a su puerta, lo abracé. Soltó una risa y me llevó dentro cerrando la puerta.

-Estás congelada, niña.- me dijo soltándome y mirándome a los ojos. Miré las mangas de mi sudadera y tenía algunas gotas.

-Es que a ver, tú estás en una punta y mi hermano está en otra, entiéndeme sabes.- le miré obvia. Se me quedó mirando con una sonrisa.

-Uy ya ha llegado la niña exagerada.- lo miré mal y me abrazó.- Que es broma tonta.- lo abracé sonriendo. Luego de eso nos fuimos a dormir.

Al día siguiente nos despertamos y nos tuvimos que preparar.

-Ves yendo al box de tu hermano, así luego no te pilla con tanta gente.- me dijo agarrando sus cosas.

-Me iba a ir a tu box. Contigo.- le dije mirándolo. Él me miró con una sonrisa y negó con la cabeza sonriendo.- ¿Qué pasa?

-Nada, que me gusta que estés en mi box, apoyándome.- le sonreí y me acerqué para abrazarlo. Él me elevó un poco y me dio un beso en la cabeza.

-¿Vamos?- le dije con una sonrisa.

-¿Te piensas que vas a ir así?- me dijo mirándome. Agarró otra de sus camisas del equipo y me la dió. Olía mucho a colonia.- Ponte la camiseta anda.

-Qué quejica de verdad.- dije poniéndome la camiseta.

-Encima que te la dejo, niña.- se acabó de poner las bambas.- A la próxima no te la dejo, listilla.

-Uy, ya estás pensando en una próxima vez eh.- lo mire mientras soltaba una leve carcajada.

-Claro, que te pensabas.

-Nada, nada.- me puse la sudadera y Fermín me miró mal.

-Si te la doy no es para que te la tapes.- me dijo cruzando sus brazos.- Ponte la sudadera y luego la camiseta, pero no te la tapes.

-Qué mandón.- Fui al baño e hice lo que me dijo. Volví y agarre mis cosas.- Ya está, ¿algo más?

-Pues ahora que lo dices si, hazte una trenza o algo, llevas unos pelos.- rodee los ojos.

-Si venga, ¿con qué goma? no tengo ninguna goma aquí, sabes.- fue hacía un armario y cogió una goma.- ¿Porque tienes una goma de pelo?

-Me la diste tú un día por la cara.- me dijo dándome la goma de pelo. Reí ante lo dicho y me puse en el espejo intentando hacer una trenza.

-Me cago en la... Eso.- me intenté hacer la trenza.

-¿Quieres que te ayude?

-Nono, que me lo dejas peor, así que no.

-Ala, que exagerada.- me dijo acercándose.- Ven va, que yo sé.

-Fermín cómo me dejes el pelo peor te enteras.- le dije dándole la goma de pelo. Y justo en ese momento, sentí una especie de conexión con él. Me estaba haciendo la trenza hasta que acabó. Me miré, me la puse de lado y miré a Fermín desde el espejo. Me estaba mirando con una sonrisa y conectamos miradas.

-¿Te gusta?- me giré y le dediqué una sonrisa.

-Si, gracias.- me abrazó.- No pensé que serías capaz, la verdad.

-Vale vale.- me dejó de abrazar, luego le iba a devolver el abrazo pero tocaron a su puerta y no hice nada. Me acabé de arreglar y Fermín abrió.- Buenos días, bro.

-Buenas.- escuché la voz de mi hermano y miré hacía ellos. Mi hermano al verme con la camiseta de Fermín, me guiñó el ojo y negué con la cabeza.

-Pasar pasar.- dijo Fermín haciéndoles paso. Me senté en el suelo para ponerme las bambas y noté como me miraban.

-¿En serio tienes que tumbarte en el suelo para ponerte las bambas?- me preguntó mi hermano mirándome con las cejas alzadas.

-Pues si.- María y yo soltamos una carcajada y me levanté para ponerme al lado de mi hermano.

-Así estás que te tienen que hacer de todo.- dijo mi hermano dándome una palmadita en la espalda.

-Pues no.

-Pues si.- dijo Fermín.- Te he tenido que hacer la trenza porque no podías.- le miré indignada por haberse puesto de su parte.

-Bueno, dejarme a la chiquilla ya.- me dijo María abrazándome.- Ven aquí, cariño. Todos los hombres son igual de estúpidos, no te preocupes.

La abracé.- Tengo hambre, María.

-Vaya par.- dijo Fermín y ambos chicos rieron.

-Bueno, nos vamos a desayunar que hay un par de muertas de hambre por aquí y eso es malo.- me separé de María y nos despedimos para irnos a desayunar.

Quería que fuera el momento para volver a estar con él. 

Una Recta Sin Final: Fermín AldeguerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora