Una Recta Sin Final: Fermín Aldeguer

IX.

Nerea Martín

Estábamos de vuelta del circuito para poder dormir unas horas antes de irnos al aeropuerto para coger un vuelo hacía Barcelona para luego ir en coche hasta Andorra. Pero antes de coger el vuelo tenían que dejar los coches en un barco rumbo a Barcelona y a partir de ahí ir con coche hacía Andorra. Me iba a quedar con mi cuñada y mi hermano en estas vacaciones. Llegamos al circuito y nos despedimos de Jorge y María para ir hacía el Motorhome de Fermín. ¿Estaba nerviosa? Mucho, pero sabía que con él los nervios desparecerían. Estábamos de la mano y llegamos al Motorhome y entramos. 

-¿Quieres ver una película o algo?- me preguntó dejando las llaves en la mesa.Lo miré con una sonrisa. Eran las; 23:04 p.m. 

-Hay una serie que me estoy mirando y me faltaba poco para acabar con la temporada, creo que me quedaban dos capítulos.- afirmó con la cabeza. 

-¿Te he dicho lo guapa que vas?- me miró con una sonrisa y se acercó un poco. Negué con la cabeza nerviosa y puso sus manos en mi cintura.- Pues vas muy guapa. 

-Lo mismo digo, Fermín.- le dije poniendo mis brazos en su cuello. Me miró a los ojos fijamente y se humedeció los labios antes de poner una sonrisa. 

-Quiero mi premio por haber ganado.- ladeó la cabeza y miró mis labios antes de subir su mirada. Sabía lo que quería y se lo iba a dar. 

-Ganar es tu trabajo.- le dije. Me miró serio y solté una carcajada.- Vaale, ¿que quieres? 

-¿En serio me lo preguntas, Nerea?

-Si. 

-Quiero un beso. 

-¿Un beso?- pregunté nerviosa. Me afirmó con la cabeza y me acercó mas a él mientras que acercaba su cara a la mía. Estábamos muy cerca. 

Nos sonreímos y Fermín estampó sus labios con los míos. Mi cabeza estallo pero en seguida le seguí el beso, era tierno, necesitado, poco a poco se fue profundizando, se notaba el amor entre los dos, las ganas que nos habíamos aguantado después de todo. Me estaba besando con Fermín, lo estaba haciendo, y los nervios ya habían desaparecido. Le acariciaba el pelo mientras que el pasaba sus manos por mi cintura bajando y subiendo. Al quedarnos sin aire nos separamos y nos miramos con una sonrisa. Y nos abrazamos con una sonrisa. Me subió a sus brazos y empezó a hacerme cosquillas. 

Yo y Fermín estábamos viendo una película, bueno, mi favorita; Rapunzel. Estaba con unos pantalones cortos y una camiseta. Jorge me había traído la maleta y me puse mi pijama. Fermín me acariciaba el pelo mientras que yo estaba tumbada en su pecho acariciándolo por encima de la camiseta. Los ojos se me iban cerrando. Ya eran las doce pasadas y el sueño se notaba. 

-¿Tienes sueño, princesa?- me dijo Fermín mirándome. Lo miré y afirmé con la cabeza. Me dio un beso corto repetidas veces.- Venga, vamos a dormir que hay que levantarse temprano, princesa. 

-Que palazo.- me moví como si fuera una croqueta y bufe. 

-Es lo que hay.- se levantó y apagó la tele. Se giró y se tiró encima de mi. Ambos soltamos una sonrisa y empezó a darme besitos repentinos en los labios. 

-Quiero dormir, Fermín.- me quejé riendo. Fermín me dió un último beso un poco mas largo y se puso a mi lado. Estiró el brazo y me puse a su lado poniendo una pierna encima de él y me apoye en su pecho desnudo. Se había quitado la camiseta cuando había apagado la tele. 

-Buenas noches, princesa.

-Buenas noches, precioso.- le di un último y nos dormimos. 

Fermín Aldeguer

Tenía a Nerea dormida en pecho. Sonreí como un tonto y le di un beso en la cabeza. Era demasiado cariñoso con ella, pero necesitaba serlo. Después de todo, llevaba enamorado de ella cinco meses esperando este momento. Estar con ella con mis brazos, dándonos besos, cariños y sentirnos bien el uno y el otro. Verla dormida, cómoda y lo bien que estaba a mi lado, me daban ganas de comerle la boca aún mas. Me abracé mas a ella y cerré los ojos. 

-Te quiero, Nerea. 

Nerea Martín

Un despertador de uno de los dos estaba sonando, teníamos que levantarnos para dejar los coches y irnos al Aeropuerto. Noté como Fermín se levantaba y apaga el despertador. Se fue al baño y yo me quedé abrazando la almohada. Después de un rato, sentí algo encima de mi y sentí como Fermín me daba muchos besos. Sonreí y abrí los ojos. 

Me dio un beso en los labios:- Buenos días, princesa.

-Yo de ti diría aún buenas noches por las horas que son.- soltamos una risa y me dio un beso corto. Le acerqué a mi y nos dimos un beso largo mientras el ponía sus manos en mi cintura y las mías en su nuca. Le di un beso corto para acabar y me levanté. 

-¿Que te vas a poner?- me preguntó mirando su armario. 

-Nada, voy a ir en tanga.- dije irónica haciéndome una trenza. 

-Encantado de mirar.- me guiño el ojo y me puse roja. Le tiré una almohada y ambos nos reímos. Mi tono rojo no desparecía de mis mejillas. 

-Cállate.- rodé los ojos riendo. 

-Cállame tú, preciosa.

-¡Fermín ya!- nos reímos y agarré una sudadera con unos pantalones cortos. 

-Ponte pantalones largos, en Barcelona hace frío y en Andorra también.- me dijo mirándome. Miré mi ropa y luego lo miré a él. 

-Será solo un momento, luego iremos en coche.- Fermín se acercó a mi y me agarró de ambas mejillas con sus manos. 

-Hace frío igual, piensa que haremos alguna parada de por medio.- me dijo mirándome a los ojos. 

-Estaré bien.- me dió muchos besos en los labios. 

-Deja de ser tan cabezota y hazme caso.- nos dimos unos besos mas y nos preparamos para ir a dejar el coche. Al final Fermín se puso un chándal beige entero con las AirForce y yo unos pantalones negros largos normales y un top azul oscuro de mangas largas. 

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