Al tiempo. XVIII

13 0 0
                                    



Hazel:

Timbra mi celular, estoy recostada en mi cama mirando hacía el techo, no tengo ganas de ver de quién es la notificación.

Vuelve a timbrar mi celular y ladeo la cabeza hacia la ventana y cierro los ojos tratando de dormir.

Cuando estoy a punto de dormirme vuelve a timbrar mi celular me levanto furiosa de la cama para apagar el celular y cuando lo tomo me doy cuenta que son tres imágenes de Saint. Abro las imágenes y no puedo creerlo, quedo en shock al ver la cara de Jackson repleta de sangre, está todo golpeado tiene un moretón en el ojo, la nariz y la ceja derecha partida.

Rápidamente le respondo a Saint preguntando que paso y solo me deja en visto y no me dice nada.

—Maldita sea—grito.

Le dejo un sin número de mensajes y sigo sin obtener respuestas solo un visto.

—Mierda—bufé. Me halo el cabello y camino de un lado a otro.

Llamo a Saint pero tampoco contesta. Tomo mis llaves y cuando iba a abrir la puerta la cerradura se abre.

—¿A dónde crees que ibas?

—Papá, déjame salir.

—¿A dónde vas?

—Voy a buscar a Saint.

—No vas a buscar a Saint, no me mientas.

—Si iré a buscar a Saint.

—Hazel soy tu padre- levanta su mano derecha—¿ves esa palma?

—Si.

—Pues te conozco perfectamente como esa palma, la palma de mi mano.

—Papá, deja de usar tu psicología conmigo si muy bien sabes que no funciona.

—Siéntate, yo no estoy usando nada.

Me estrello en la cama quedando de frente y mi padre cierra la puerta.

—¿Qué pasa ahora?

—Se que no irás por Saint.

—¿Y dónde iré según tú?—pregunto haciendo comillas con mis dedos-.

—Tu y yo sabemos donde iras.

—Papá deja la tonteria.

—No me hables así, soy tu padre.

—Es que estas poniendo cosas donde no las hay.

—Yo no estoy poniendo nada, es la verdad. Victoria le contó a Saint todo y Saint me lo contó a mí, ¿y adivina? yo mande a Saint a que le partiera la cara a tu amado.

—¿Papá qué te pasa, por que hiciste eso?

—Porque a las personas hay que enseñarles que no es cuando ellas quieran, es cuando yo quiera.

—Estas enfermo papá—le grito mientras señalo mi cien con mi dedo-.

—Quizás, pero seguiré siendo un enfermo y más cuando se trata de mi hija. Hazel eres lo único que me queda, si tengo que entregar mi vida por ti no lo voy a pensar, a mi me duele mucho mas de lo que te imaginas todo lo que nos ha pasado, me duele que has desarrollado traumas por culpa de mis malas decisiones, tu eres un diamante único para mi, yo te amo y eres mi hija. Ese idiota - señala la puerta- no te merecia, no te merece y nunca lo hará. Sé que no soy el mejor padre del mundo pero creeme que me esfuerzo por serlo, entiende que tampoco para mi es algo con lo que pueda lidiar fácilmente y lo único que me mantiene a flote eres tu, tu eres el barco que me mantiene a flote y yo soy un simple marinero perdido en el mar.

Al escuchar las palabras de mi padre rompí en llanto, nunca pensé que lo fuera a escuchar así, tan roto y tan genuino.

Mi padre se acercó a mí y me abrazó apoyando mi cabeza en su pecho y con sus brazos rodeando mi cabeza.

—Puedes llorar, no necesitas hacerte la fuerte igual seguirás siendo una Palmieri.

—Muchas gracias papá—susurro.

—No hay de que.

—Sabes que tienes que olvidarte de ese chico, ¿cierto?

Quedo en silencio y solo asiento con la cabeza.
Mi padre recibe una llamada, me aleja gentilmente de él y se va.

—No sé porque actuó de esa manera conmigo, íbamos muy bien y de un momento a otro paso esto, no se porque, estoy consciente de que perdió a su hermana pero yo no tenía culpa de eso ni merecía pagar por eso.

Mi padre solo volteo la cabeza y de su boca salieron las siguientes palabras "hay cosas que aun no sabes y por ahora es mejor así"

Volvió para acercarse a mí a darme un beso de buenas noches.

—Dormi bene, ragazza mia. (Duerme bien, mi niña).

—Anche papà (Igualmente papa).

Sr. Belliard (Palmieri).

Cuelgo la llamada, no me interesa y me dirijo al sótano. Está completamente oscuro, bajo las escaleras y enciendo las luces, —Buenas noches gato—hablo tranquilamente.

—Buenas noches mi señor.

—Ya sabes por que estas en esta situación, digo, debes ya haberlo imaginado.

—Sí mi señor, pero juro que no tengo nada que ver con lo de la trata de blancas.

—Gato, gato, gato...¿Desde cuando nos ocultamos las cosas?

—Señor.

—Shhh....-pongo mi dedo en medio de mis labios cerrando los ojos.

—¿Dónde está?

—¿Quién?

—No te hagas el idiota ya sabes lo que hago con ese tipo de personas.

—Está en la cárcel.

—Mientes.

—No lo hago mi señor, esa mujer tiene una gran influencia y controla desde la cárcel.

—No me gusta hacer las cosas por las malas gato.

—No estoy mintiendo.

—¿En qué cárcel está entonces?

—PDS, florence colorado.

—¡Extraditaron a esa perra a Estados Unidos!

—Es que según los registros no es nativa de aquí señor.

La maldita cada vez es más fuerte y más inteligente.—¿Cómo la conociste?

—En un bar.

—¿Tiempo?

—Un año.

—¿Lugar?

—Notting Hill.

—¿Qué buscaba?

—Estaba trabajando.

—¿Hace cuánto está en la cárcel?

—Cinco meses.

—¿De cuánto es su condena?

—Veinte años.

—Poco tiene.

—¿Cómo?

—¿Por qué fue condenada?

—Sólo por drogas no pudieron identificar si eran para ellas o para venderlas y por eso está condenada a veinte años de prisión.

<<Con razón>>

—¿Ella fue quien te vendió a la chica?

—Si señor.

Maldita perra.

—¿Dónde esta la chica señor?

—Eso a ti no te importa, nos vemos luego.

*Nota*

Lamento la inactividad amores, es culpa de la universidad :(

Si Tan Sólo Esos Ojos Pudieran Volverme A Mirar. Where stories live. Discover now