LUNA ROJA

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Capítulo dos


El sonido rítmico de las tijeras acariciando mi cabello y el bullicio animado de Elena llenaban la atmósfera de la peluquería, creando una sinfonía de anticipación. Mi hermana, inmersa en un peinado extravagante, mostraba un anhelo palpable por mi próxima transformación. Cada mechón que caía al suelo era un símbolo de cambio, una transición hacia un nuevo capítulo de mi vida. La emoción y el nerviosismo se entrelazaban en mi interior, alimentando la energía de ese momento único.

—¡Montse, estás a punto de experimentar una metamorfosis espectacular! —exclamó Elena, contagiada por la emoción, mientras el estilista continuaba con su labor con maestría.

Asentí con una sonrisa, intentando aplacar los latidos frenéticos de mi corazón. Este cambio no era simplemente estético; era una afirmación de mi determinación para dejar atrás el pasado y abrazar con valentía el futuro. Con cada corte, sentía cómo se desvanecían las cargas del ayer, como si estuviera liberando las cadenas que me habían atado durante demasiado tiempo. Era el comienzo de una nueva era, una versión renovada y empoderada de mí misma.

Con mi nuevo corte de cabello por los hombros luciendo espectacular y las uñas recién pintadas, me sentía lista para enfrentar lo que el mundo tenía reservado para mí. La suave mascarilla facial había dejado mi piel radiante, y el reflejo en el espejo me devolvía la mirada con una confianza renovada.

—Montse, te ves increíble —dijo Elena, admirando mi nueva apariencia con una sonrisa de satisfacción—. Estoy segura de que esta noche brillarás como nunca.

Agradecí sus palabras con una sonrisa, sintiendo una oleada de gratitud por tener a mi hermana a mi lado durante este emocionante proceso de transformación. Su apoyo incondicional me daba fuerzas para enfrentar cualquier cosa que se presentara.

Después de despedirnos del estilista con una lluvia de elogios y consejos de cuidado personal, salimos de la peluquería sintiéndonos como nuevas mujeres. La brisa fresca de la noche acariciaba nuestras mejillas mientras caminábamos por la calle, disfrutando del momento y compartiendo nuestras expectativas para la noche por delante.

—¿Estás lista para la fiesta, Montse? —preguntó Elena, con una chispa de emoción en los ojos.

Asentí con determinación, sintiendo una mezcla de nerviosismo y anticipación por lo que esta noche podría traer. Este era un nuevo comienzo para mí, una oportunidad para dejar atrás el pasado y abrazar un futuro lleno de posibilidades.

Eran las 9:30 de la noche cuando finalmente regresamos a casa, luego de pasar todo el día en la peluquería. Mamá estaba desbordante de emoción por el cambio que había experimentado. No podía dejar de elogiar la nueva versión de mí misma durante un buen rato. Decidí prepararme para la ocasión, y opté por un atuendo completamente negro. El vestido, ajustado hasta la cintura y con un pequeño tutú, resaltaba mis curvas de manera natural, algo poco común para mí, acostumbrada a llevar camisones anchos. Para añadir un toque de misterio, elegí unos guantes del mismo tono y unos tacones altos que completaban mi look nocturno.

Aunque me sentía un poco fuera de mi zona de confort, debo admitir que me veía bastante atractiva. Era como si fuera una especie de muñeca gótica, una elección que encajaba perfectamente con la temática de la fiesta de disfraces.

Mi hermana, notando mi nerviosismo, me sorprendió con un hermoso abrigo de piel.

—Aquí tienes —dijo con una sonrisa, —ahora pareces una vampira de película.

OJO DE LOBO ✓(TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora