Donde los Counters, cazadores de espíritus malignos, siguen su lucha secreta desde su tienda de fideos.
O...
Donde los Counters enfrentan nuevos desafíos para proteger la Tierra de espíritus malvados que buscan la inmortalidad.
The Uncanny Counter S...
Yu-na, Jeok-bong, Motak y Mae-ok llegaron apurados y se bajaron del auto, gritando los nombres del resto de su equipo. Finalmente, divisaron a Ha-na siendo ahorcada por el espíritu que había herido a Yu-na anteriormente.
Corrieron hacia ella para socorrerla, pero el espíritu logró escapar antes de que pudieran alcanzarla.
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Ha-na estaba muy mal. Yu-na se había quedado dormida a su lado, en una sillita con la cabeza sobre la cama donde descansaba Ha-na, tomándole la mano.
Mae-ok entró silenciosamente con una manta y la colocó suavemente sobre los hombros de Yu-na, asegurándose de no despertarla.
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Mo-tak y Yu-na estaban en el auto afuera del sector 3, un lugar destinado a la construcción.
Observaban a través de la computadora de Mo-tak la cámara que le habían puesto a Jeok-bong en la corbata. Jeok-bong se hacía pasar por un comprador en aquel lugar.
Cuando Mo-tak, por el audífono, le dijo que se fuera, un tipo le dijo que esperara. Jeok-bong mantuvo la calma, sonriendo amablemente al vendedor mientras intentaba no mostrar su nerviosismo.
—200 vacas ¿no es así? me gusta su traje también —dijo el vendedor, con una sonrisa falsa— tome asiento, por favor.
—Cuidado, oye, hoy en día hay muchos jóvenes exitosos —añadió otro hombre— ¿tienes una empresa tan joven?
—Llamar a mi negocio una empresa es una exageración —respondió Jeok-bong, intentando mantener la conversación ligera— debería ser dueño de un departamento.
—¿Cómo sabe que nos queda solo uno?
—¿Solo uno?
—Entonces, ¿quiere dos unidades?
—Estoy bromeando. Señor Lim ¿qué unidad queda?
—La del edificio G, unidad 708 en el piso real.
—Tráemela, por favor.
—Escuche bien, el edificio y las unidades son al azar, pero si firma hoy le dejaré elegir.