Eun-bi salió del hotel en la silla de ruedas, impulsándose únicamente con su pierna izquierda. Tras batallar con la puerta giratoria de la entrada, logró salir, nerviosa y confundida. No entendía por qué Ju-seok no le había hecho nada, pero se alegraba de que la hubiera dejado ahí.
Anduvo por la calle, esforzándose con cada impulso, hasta que Moon apareció frente a ella. Aliviado, se acercó rápidamente.
—¿Hay espacio para una más? —preguntó Moon, mientras los demás cazadores hacían espacio en el auto para ayudarla a subir.
Una vez dentro, Jeok-bong le quitó el cubrebocas junto con la cinta adhesiva, haciendo que le doliera la boca.
—Gracias —dijo Eun-bi, agradecida.
—¿Qué pasó? —preguntó Moon, mientras el auto arrancaba.
Eun-bi tomó aire, preparándose para contar lo ocurrido.
—Ju-seok mató a Pil-kwang. Le rompió el cuello y absorbió su espíritu. Pero luego fue inquietante... Ju-seok me sonrió muy raro... y él siempre me evitaba cuando estuve secuestrada.
Los cazadores se miraron entre ellos, procesando la información.
—Iremos a Yung, pero primero vamos a curarte —dijo Moon, decidido.
El camino fue tenso, con cada uno de los cazadores sumido en sus pensamientos. Mo-tak mantenía una mano firme en el volante, su mirada fija en la carretera pero con el ceño fruncido por la preocupación. Jeok-bong, sentado al lado de Eun-bi, no dejaba de observarla con un gesto de compasión.
Eun-bi, agotada y adolorida, recostó su cabeza en el hombro de Jeok-bong, sus ojos entrecerrados mientras trataba de mantenerse despierta.
Los cazadores llegaron rápidamente a su escondite. Motak cargó a Eun-bi hasta su habitación correspondiente y la sentaron en la cama. Con cuidado, le quitaron la chaqueta, revelando la camisa de fuerza que llevaba debajo. Intentaron quitársela sin causarle más dolor, pero anular el dolor sin el tratamiento adecuado de la señora Choo era prácticamente imposible. También le quitaron las botas y todas las vendas que cubrían su cuerpo.
Una vez que estuvo acostada en la cama, la señora Choo tocó suavemente sus brazos y sus piernas, asustándose por el estado de sus huesos.
—Eun-bi, esto dolerá mucho —avisó la mujer con una voz llena de preocupación.
Eun-bi apretó los labios, asintiendo ligeramente, consciente del dolor que estaba por venir. La señora Choo empezó a utilizar su poder sanativo, enfocándose en curar lentamente todas las partes afectadas del cuerpo de Eun-bi. A medida que el proceso avanzaba, los gritos de dolor de Eun-bi resonaban en la habitación. Sus gritos eran desgarradores, llenos de una mezcla de sufrimiento y alivio por saber que estaba siendo curada.
Motak, Moon y los demás cazadores observaban impotentes, sus rostros mostrando una mezcla de tristeza, preocupación y determinación. Cada grito de Eun-bi se sentía como un golpe en sus corazones, pero sabían que esto era necesario para que ella pudiera recuperarse completamente.
ESTÁS LEYENDO
𝗖𝗔𝗡'𝗧 𝗬𝗢𝗨 𝗦𝗘𝗘 𝗠𝗘? ||The Uncanny Counter||
FanfictionDonde los Counters, cazadores de espíritus malignos, siguen su lucha secreta desde su tienda de fideos. O Donde los Counters enfrentan nuevos desafíos para proteger la Tierra de espíritus malvados que buscan la inmortalidad. The Uncanny Counter Sea...