Capítulo Final

128 13 1
                                    

Comenzaron a lanzarle golpes y patadas. Eun-bi lo tiró contra una puerta con telequinesis. Cuando Ju-seok pudo ponerse de pie, gruñó y escupió sangre, pero luego soltó un grito y todas las luces explotaron. Los cazadores cayeron, quejándose del pitido en sus oídos. Eun-bi fue la primera en lanzarse contra él e intentar darle una serie de golpes, peleando como si tuviera al mismísimo Pil-kwang enfrente. Pero él logró derribarla, siendo prontamente atacado por los demás.

Moon lo inmovilizó con telequinesis y todos hicieron lo mismo.

—Moon, entra al subconsciente de Ju-seok.

—No puedo, necesito el territorio, y se hará más fuerte.

—¿Y de qué te preocupas? ¿Crees que no somos capaces de protegerte? ¿No confías en nosotros?

—No es eso. Yo sí confío en mi familia.

—Entonces estaremos aquí todo el tiempo que podamos.

Moon activó el territorio y eso hizo que Ju-seok se recompusiera y sus heridas sanaran.

—Entra rápido, Moon —exclamó Eun-bi, ejerciendo más poder.

Cuando notó que Moon había entrado, dejó de usar la telequinesis y se conectó a la sombra de Ju-seok, logrando inmovilizarlo otro rato. Pero no duró mucho, ya que Ju-seok se movía y ella seguía sus movimientos cuando debía ser al contrario. Mo-tak agarró un disco de pesas y se lo lanzó. Ju-seok no lo pudo esquivar, pero eso también hizo que Eun-bi chocara contra una pared al igual que él. Ha-na le dio un rodillazo y Eun-bi tuvo que desconectarse para ir hasta él y darle una patada en el rostro. Con psicoquinesis, arrojó el disco hasta Ha-na y le dio en la cabeza. Cuando la Señora Choo iba a socorrerla, Ju-seok la lanzó contra el techo. Jeok-bong amortiguó la caída al poner su cuerpo como almohada para Mae-ok.

Mo-tak le golpeó el rostro y el maligno se rió.

—Ríete todo lo que quieras porque ahora sí te voy a dejar hecho mierda —dijo Jeok-bong, poniéndose en pose de pelea— protegeremos a Moon hasta nuestro final.

—De acuerdo. Entonces voy a matarlos, y con mucho gusto —respondió Ju-seok.

Siguieron luchando, pero eso no bastó. Todos estaban en el suelo, intentando levantarse, pero Eun-bi, que fue lanzada abruptamente contra una máquina, se le enterró una varilla que atravesó su estómago hasta la espalda. Ella cayó al suelo con los demás gritando su nombre.

La vista se le puso borrosa y se sintió alejada del suelo, no porque la estuvieran elevando con psicoquinesis, sino porque estaba perdiendo el conocimiento. Su equipo ahora estaba siendo ahorcado en el aire, luchando contra aquella sensación. Eun-bi cerró los ojos un momento, dejando de escuchar todo.

Apareció en donde estaba cautiva, como si volviera al pasado. Justo frente a sus ojos, la imagen de Pil-kwang rompiéndole la pierna, arrastrándola, tocándola y besándola mientras estaba inconsciente se proyectó en frente. Todo pasó tan rápido que apenas podía ver a sus ojos lagrimear y lamentarse por ser tan tonta y no darse cuenta.

Todo se oscureció y apareció en otro lugar: el escondite de su equipo. Todos estaban discutiendo desesperados cómo salvarla, ideando planes y más cosas hasta que voltearon a verla. Eun-bi se paralizó escuchando cómo le decían que no perdiera la esperanza. Todo volvió a oscurecerse y volvió en sí.

Abrió los ojos, viendo cómo su familia perdía el conocimiento. Ju-seok les daba la espalda, así que ella se levantó en silencio. La varilla se había roto y quedado dentro de ella, pero temía hacer ruido si se la sacaba.

—¡Hwang Pil-kwang!

Cuando este la miró, fue elevado por la telequinesis y asfixiado a la vez, logrando así que soltara al equipo. Eun-bi lo hizo impactar fuertemente contra el techo, las paredes y el suelo. Nunca había llegado a la telequinesis a ese nivel; incluso mechones de su cabello estaban flotando. Pero luego de un momento sintió que algo cambió y dejó de hacer aquello. Ju-seok se levantó con esfuerzo.

𝗖𝗔𝗡'𝗧 𝗬𝗢𝗨 𝗦𝗘𝗘 𝗠𝗘? ||The Uncanny Counter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora