Capítulo 14

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—. Señorita Lyrae, por favor despierte

Sus ojos de negaban a abrirse pero la voz irritante era insistente que no le tocó de otra que levantarse, rodo los ojos cuando vio el atuendo que le tenían preparado, definitivamente en este lugar no tenían sentido de la moda, ella le brindo una sonrisa tierna a la mucama para luego pedirle que se retirara, la señora le dijo que tenía un almuerzo a las 12 retirándose por fin.

—. No pienso usar eso, es un insulto para mi carrera, que pensará mi profesora —. Decía tratando de buscarle algo bonito al vestido pero esta horrible, empezo a buscar en su maleta y combinó varias prendas que usaría para la cena, terminado eso se fue al cuarto de baño, después de varios minutos salió del lugar y se arreglo, una falda negra con un top blanco pegado y un abrigo azul oscuro grande, recogió su cabello con un lazo blanco.

Ya estaba lista para salir cuando la puerta fue tocada así que abrió la puerta, para su sorpresa se encontró con el Albino.

«Te odio»

«No te quiero ver»

Fueron los primeros pensamientos que tuvo cuando vio esos mechones blancos asomados por la puerta, no dijo nada y alzó su cabeza, estuvieron un rato así hasta que Titan empezó a caminar, el silencio era abrumador y demasiado incómodo, sentía que se iba a desmayar.

Algo en su pecho dolía como si su poder rechazara al del chico, no le presto atención suponiendo que debía ser por la incomodidad, cuando estaban a unos metros de llegar el hombre se detuvo, ella repitió la misma acción, mirándolo.

—. Solo por hoy, ¿puedes dejar de ser Lyrae Collins? Quisiera que te comportaras como alguien decente

Oh

Su corazón dolía, tenía unas inmensas ganas de llorar, porqué el la estaba tratando así? No sentía las ganas de defenderse como hacia antes, las palabras crueles que solto la boca contraria era cuchillos afilados que se enterraban en cada parte de su alma, destruyéndola, bajo la cabeza y sintió la presencia de Titan avanzando, no podía moverse, a pesar de todo lo que el le había dicho anoche ella no le guardo rencor, en cambio, lo perdono y pensó que era por el estrés de la corona, ella lo entendía, siempre lo hace.

Solto un suspiro pesado, retomando su postura y camino en dirección al almuerzo, «todo va estar bien Lyrae, no te preocupes» Cuanto más se acercaba, sus ganas de vomitar aumentaban, llegó a la mesa donde estaban reunidas todas esas caras importantes que vio ayer.

Su asiento estaba al lado del muchacho que conoció en el baile, y al frente estaba nilka agarrandole el brazo a Titan como una asquerosa cucaracha.

«Ojalá y te ahogues con el pastel »

Ya en su asiento no podía evitar mirar a la mujer colgada del Albino, las miradas que la peli negra le daba eran de satisfacción, como de victoria, no sabía porque pero le daba rabia que ella no se le despegara un segundo, cuando llegaron todos los meseros empezaron trayendo las comidas, era un banquete para ser un almuerzo.

—. Parece que quieres matar a alguien rubia.

—. Si y si sigues hablando quizás seas tú prince

—. ¿Por qué tanta agresividad? —. Escucho la risa del chico y solo pudo rodar los ojos, pero le agradecia internamente que despejará su mente un poco de la pareja al frente suyo, no comió mucho, no tenía apetito o solo era una excusa para no comer.

—. Oh Lyrae, cariño, ¿por qué no comes otro poquito más? —. Perra. Su voz es fastidiosa, ¿porqué no se podía morir? La sonrisa falsa que la contraria le brindaba le causa más asco del que ya tiene.

—. No te metas con mis invitados hermanita

—. Ay prince, como siempre tú, que no se te olvide que soy tu odiona.

—. Pero sigues siendo mi hermana menor, así que cierra la puta boca —. Ella solo podía observar la escena de hermanos, cuando el chico menciono lo último, nilka se levantó de su asiento y dio un manotazo a la mesa con fuerza, haciendo que todos los presentes voltearan a ver.

—. Es hora del té

Enserio esa bruja estaba loca, luego de aquello todos se dirigieron al patio, ya aquí ella solo actuaba con normalidad, muchas sonrisas falsas y halagos que no son ciertos, ese tipo de personas las odiaba, no sabía cómo hacía para que en cada parte que ella se sentaba estuviera la pareja al frente, el destino la odia, no cabe duda.

Con su mirada busco a prince pero no lo veía por ningún lado, seguro se fue para no soportar a su hermana, pobre de el, con esa familiar tan odiosa.

«Oh no, vienen para acá, Lyrae hace algo, desmayate, si, eso»

No tuvo tiempo de planear su estrategia de huída cuando el perro y la pulga se sentaron, «universo, se que soy muy intensa a veces pero porfavor sacame de aquí, te lo ruego» Suplicaba a todos los dioses que podía conocer, estar con nilka significaba aguantar sus comentarios sarcásticos y sus historias absurdas y no podemos olvidar a su perrito guardián.

—. Lyrae, disculpa por lo que pasó en la mesa, esa no soy yo, lo juro

«Umm ya, te creo»

—. Titi y yo estabamos pensando que si querias ir al baile esta noche, es para celebrar su estadía aquí.

¿Otro?

Esta mujer no se cansaba de beber acaso? Pobres ciudadanos de venus, les tocó a la más loca de los hermanos como gobernante. ¿Titi? Hizo lo posible para contener la risa con ese apodo tan ridículo, pero prefiere evitar problemas ahora mismo.

—. Oh, muchas gracias, pero...

—. Ella irá, no te preocupes nilka

—. Me alegro de escuchar eso, te espero, tus atuendos nunca me decepcionan —. Ese tono de sarcasmo ya la estaba cansando, la peli negra se acerco y dio un beso de cachete y cachete para luego ir de nuevo donde titan y darle un beso en el cachete marchándose del lugar.

«Gracias universo»

—. ¿Vas a seguir decidiendo por mi? ¿O ya no tengo derecho a opinar sobre mi vida?—. Le molestaba ahora mismo hablar con el Albino.

—. Solo te pido este favor

—. ¿Y por qué tendría yo que ayudarte? Solo iré para molestar a la estúpida esa, una más titan y me largo a mi planeta y no me importa una mierda la conexión contigo, solo eso me mantiene atada a ti, prefiero mil veces tener esta conexión con Helios que contigo.

—. ¿Tu crees que me encanta estar conectado contigo?

—. No, no lo hago, pero aún así pensé que nos llevaríamos bien pero veo que contigo nadie puede estar bien, un egocéntrico y narcisista, que solo le importa su vida y no le importa una mierda los demás, muy mal para ser un gobernante.

—. Tu no eres nadie para decirme si soy un mal odion o no, ¿qué vas a saber tu?

—. Si, tienes razón, no soy nadie, porque quizás pensaba que éramos amigos pero veo que no y pues yo al menos si sé como tratar a otros, cosa que a ti te falta, deberías tomar clases de empatía, idiota.

Y otra vez, estaba ella huyendo de todos sus problemas, de su más grande dolor de cabeza, cuando corría por los pasillos del Castillo pensó que no tenía ropa de baile, pero qué podría hacer? Fue cuando en su mente paso el pelirrojo y su padre.

Se dirigió a la puerta del palacio, los guardias le impidieron el paso pero ella dijo que era un asunto real y la dejaron salir, con su abrigo se cubría mientras caminaba por las calles del pueblo, en 20 minutos llegó a la sastrería, entró y el sonido de la campana en la puerta anuncio su presencia y fue recibida por Leo.

—. Hola Leo, ¿te gustaría hacer el mejor vestido de tu vida?

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Holaa, disculpen si demore en actualizar este capítulo 😞

Los quiero mucho, tomen agua

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