Capítulo 17

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—. Lyrae, hermanita, despierta. —. Nunca le había fastidiado tanto la voz de su hermano como en este momento. Quería seguir durmiendo. Estaba muy cansada en realidad, con la reciente muerte de leo, no sentía ganas de hacer algo o siquiera respirar. Dos días han pasado desde que el pelirrojo falleció. Ni siquiera le puede dar una sepultura porque lo único que le queda de él, es un collar.

—. ¿Para qué? El estar despierta no me va a devolver a leo, aladfar.

—. ¿Enserio lo preguntas?  Llevas dos días acostada, sin comer nada, estas tomando pastillas y inyectándote. Yo sé que estas devastada por la muerte de ese chico, pero tienes que seguir, no es el fin del mundo.

“El mundo sigue igual, pero el mío no"

Se acomodo entre las sabana, recostando su espalda en la cabecera de la cama, a penas dio indicios de estar despierta sus aladidis vinieron casi que corriendo. Las había estado ignorando desde que llego, aunque ellas no tuvieran la culpa.

—. ¿Feliz?

—. Y no sabes cuánto. Linae, tiera, ¿pueden ir a buscarle el almuerzo? —. Las mujeres la voltearon a ver, sabia que estaba esperando su aprobación. La rubia asintió levemente y ellas se retiraron.

—. ¿Sabes donde esta Hestia? Llevo días que no he podido ver sus pelos rojizos.

—. Ah, cierto, no te he dicho. Hestia esta con las hermanas celestiales, ellas le ofrecieron un lugar para que estudiara herbología, aun no se cuando regrese.

—. Oh, espero que se encuentre bien, hace tiempo que no hablábamos. Titan me dijo que iba a hablar con la corte para traer a nuestra madre.

—. ¡¿Enserio?! Ojalá y dejen que mamá venga, la extraño mucho.

—. Yo también, es raro estar aquí, se que llevamos bastante rato y eso, pero no logro acostumbrarme.

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—. Odio las plantas.

Acostada en el tejado de una torre que estaba cerca de la catedral. El día que llegaron a saturno la paso realmente mal, pero no dijo nada porque sabia que sus amigos la estaban pasando, ella no se enteró que no era humana, debía tener algo de empatía.

Tantas cosas han pasado desde ese día, ya no sabia si esto que estaba haciendo esta bien. Cuando decidió unirse a la sacerdotisas no esperaba que todo lo que sus padres le enseñaron no sirviese de nada, se sintió apenada, le enseñaron tantas cosas, estaba muy agradecida por eso, pero ese no era su mundo. No quería pasar el resto de su vida sirviendo para ellas.

—. Espero que me puedan perdonarme —. Dijo mientras miraba la catedral, tomando la bolsa que estaba en el suelo. Bajo de la torre, caminando en dirección a la ciudad.

Se encontraba ya alejada cuando un estruendo azoto sus oídos y una fuerte brisa golpeo los árboles, se sostuvo lo más que pudo, pero terminó cayendo al suelo, cuando alzo la mirada una llamarada resplandeciente ilumino el cielo, la catedral estaba ardiendo.

Dejó tirada su bolsa, comenzando a correr con dirección donde provenían las llamas, si bien era una simple humana, al menos podía salvar a algunas de las monjas que cuidaron de ella, brindando su protección. No podía ser tan egoísta.

Cuando llegó unas llamas la atacaron con fureza, dejándola con varias quemaduras en su pierna derecha, se sentía inútil. Vio una cabellera rubia iluminada por las llamas que solo miraba como el lugar ardía, pensó que era un caballero por la armadura.

—. ¡Oye, tu! ¡Maldito imbécil! ¡¿Por qué mierda no ayudas?!

—. ¿Qué quieres que haga? ¿Rezar para que sus almas no se quemen? No seas patética —. Su corazón ardió, como podía siquiera atreverse a hablar así cuando las señoras estaban muriendo, se acercó con rapidez y lo agarro del pecho presionando con fuerza.

—. ¡Maldito idiota! ¡¿Para que eres un caballero?!  ¡Haz algo por favor! 

—. ¿Caballero? Linda, te estás confundiendo, yo soy el que incendió este maldito lugar. El sol ardera intensamente en cada lugar del universo.

No podía creer lo que escuchaba, el hombre frente a ella observaba con satisfacción como las mujeres del lugar se quemaban con su templo. Como podía ser alguien tan sádico, el Rubio la miraba con atención, se acercaba con peligro, cortando el poco espacio que les quedaba.

Arremato los labios de la pelirroja contra los suyos, en el acto el sabor a hierro invadió sus bocas.
El mayor tenía más fuerza por lo cual se le dificultó a Hestia separarse, en el forcejeo Helios golpeo la nuca de Hestia dejándola inconsciente en sus brazos.

—. Te convertiras en mi mejor juguete, linda.

Dijo mientras pasaba la lengua por sus labios, cargando a Hestia como un costal de papas, subiéndose a la nave escondida en el bosque, viendo desde adentro como la catedral se deshacía y los gritos ahogados de las monjas iban desapareciendo poco a poco.

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Lyrae
01/09/2025

Tres días después de la muerte de Leo, aun mi corazón sigue sufriendo por ese hermoso chico, que a pesar de no conocernos hace años, se ganó mi corazón en tan solo unas horas. Había decidido retomar mi vida, linae y tiera estaban encargándose de mi vestuario porque dentro de unos minutos tenía una eunión de último minuto con el Consejo.

Le informaron que se tenía que presentar lo antes posible. Se colocó el vestido blanco sencillo, atando su larga cabellera con un Lazo azul. Caminaba despacio con dirección a la Sala de juntas, sentía que algo malo pasaba, lo presentía, su corazón empezó a latir rápidamente con cada pisada que daba, posicionó sus manos en la barriga entrelazandolas.

Creía que en cualquier momento sus piernas iban a desfallecer. Entró con cautela al lugar, solo faltaba ella por llegar, notó a todos los presentes con cara de preocupación y a su hermano con pequeñas lágrimas recorriendo por sus ojos.

Se ubicó en su silla en medio de Titan y aladfar, los dos con una cara de preocupación horrible. Sintió la pesada mano de el peli blanco tocar su muslo, sonriendo con dificultad, se acerco a su oído Susurandole.

—. Trata de mantener la calma, si?

Supo que todo estaba mal desde ese momento, ella asintió y trato de controlar el nerviosismo en sus piernas que no dejaban de temblar pese al contacto de la mano de Titan.

—. Antes de inciar, me gustaría decirle a la señorita Collins sobre lo sucedido en la catedral. Fue quemada por manos de Helios Soleil, dejando sólo a una persona viva pero, esta misma fue secuestrada y tomada como rehén, lamento informarle que es la señorita Hestia.

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Lamento la tardanza por actualizar, trataré de estar mucho más activo, espero le guste el capítulo. No se olviden de votar, se los agradecería mucho ❤

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