Hoy y siempre

《32》

Tres meses pasaron desde que me fui de mi casa, desde que huí de aquel infierno. Tres meses en los que mi bebe seguía creciendo y yo seguía extrañando a mi familia.

Por suerte en el trabajo estaba todo bien, ya me habían pasado a recepción debido a que mis seis meses de embarazo no me dejaban hacer mucho, tenia mucho más panza de lo que me imaginaba.

Hace unos días que empecé a salir en busca de algun departamento barato, ganaba bien en mi trabajo pero no lo suficiente para algo lujoso.

Esta mañana me levante y sali directamente a la calle, iba a ir en auto pero decidí que me haría bien caminar, nunca pense que sería una mala idea.

Entre a un par de lugares donde veía que necesitaban empleadas, algo extra me ayudaría bastante, pero en donde todos veían mi panza era suficiente para decir que no.

Seguía caminando frustrada y preguntando por departamentos, alguno me gustaron por lo cual dije que seguramente llamaría para alquilar.

Sali del último departamento con bastante hambre ya que se estaba acercando la hora del almuerzo, empecé a camiar en dirección al hotel nuevamente.

Iba metida en mis pensamientos cuando escuche unos gritos a unos metros de mi, voltee a todos lados buscando quien era hasta que en un callejón donde no daba tanto la luz vi a una mujer forcejeando una mochila y gritando que por favor la suelte.

Me acerque a paso ligero como pude, me sorprendía que la gente no hiciera nada, que nadie la ayudará.

-Te dijo que la sueltes- grite llegando cerca de ellos, pude ver como en un ricon habia un niño abrazando sus piernas asustado.

La mayoría de las veces que salgo, ando con el arma pero justo hoy no, la habia dejado en la guantera del auto, si seré boluda.

-Y vo' que te mete- grito el chorro apuntandome con un arma la mujer al ver mi estado se puso frente a mi.

-Esta embarazada- grito la chica.

-Te dijo que la dejes en paz o no entedes- volvi a decir al chorro que nos apuntaba con el arma.

-Dame la mochila y me voy- hablo el chico.

-No, son todos mi ahorros por favor, tengo un nene de tres años- sollozo la mujer frente a mi, mi vista fue a aquel niño que lloraba por la mamá pero que no se movia de allí.

-Que me importa tu nene- grito sacandole el seguro al arma.

-Para- pedí levantando mis manos y poniendome a un lado de la señora que no paraba de llorar- dejalos ir, veni conmigo al banco y sacamos todo lo que tengo ahí- sugerí, mentía, no tenía nada en el banco, pero necesitaba que nos deje de apuntar.

El pibe quedo pensativo y bajo un poco la guardia, la mujer saco algo de su bolso y le roció al chico en la cara haciendo que a este se le escape un disparo y le de en el pecho.

Solte un grito ahogado y vi como el nene se acerco al cuerpo de su mamá llorando, el chico corrio mientras refregaba sus ojos y se quejaba, intente ir tras de él para ver por donde iba pero lo perdí de vista.

Me acerque al nene que estaba en el piso y toque su hombro logrando que me mire.

-Por que mamá no despierta?- pregunto entre lágrimas, cerre los ojos suspirando y vi a mi yo de catorce años suplicandole a mi mamá que se levante del piso.

-Como te llamas?- pregunte de la manera más tranquila que pude.

-Joaquin- balbuceo como pudo.

-Donde esta tu papá?- seguí preguntando para saber que hacer con él.