《14》

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Otros dos meses habían pasado, dos meses en donde habia tenido varias recaídas, dos horribles meses desde que no veía a Anabella, me dolía pensar que esta vez la habia perdido para siempre.

Todos venían y me decían que ella simplemente no podía venir pero yo no les creía, más de una vez pense que podría llegar a estar muerta pero Enzo me prometio que no, que si sería asi el me lo diría.

Habia tenido pobreblas con los mismos chicos de siempre, una tarde me agarraron desprevenida y metieron uno de mis brazos en el hogar (chimenea) del living quemandolo según ellos para que no los vuelva a amenazar.

Estuve unos cuantos días en el hospital y aunque pense que Bella aparecería no fue así, tuve quemaduras de segundo grado, no muy grave según yo, me habian dado cremas para que no quedará cicatriz y la verdad que funcionaron bien.

Los primeros en ir a verme fueron Enzo y la China, preguntaron que habia pasado, les dije que me caí y que uno de mis brazos cayo en la chimenea, se que no me creyeron pero tampoco preguntaron más.

Ayer me dieron la gran noticia de que hoy me daban el alta, por lo cual estaba acomodando mis cosas, no sabía quien me vendría a buscar o si alguien vendría.

Me asustaba salir al mundo de nuevo, me daba miedo volver y que falte alguien en casa, mejor dicho, me daba miedo volver y no encontrar a mi hermana, el miedo de que me hayan mentido me carcomia viva.

Termine de ordenar todo y me despedí de las efermeras, que la verdad me trataron muy bien, me dieron unos papeles donde estaba certificado que ya tenía el alta.

Me acerque a la puerta y la observe unos segundos, agarre el picaporte y la abrí saliendo afuera, el sol me hizo cerrar los ojos para después abrirlos lentamente y acostumbrarme a él, respire el aire fresco, no tan fresco, estabamos en diciembre casi en verano diría yo, pero el clima estaba bastante lindo.

Mire al frente y me encontré con Danilo y Enzo esperandome junto al auto, cuando el mayor me vio se adelanto abriendo sus brazos, camine un poco y tire la mochila al piso para después correr hasta él.

Salte a sus brazos como si no lo viera hace meses, enrede mis piernas al rededor de su cintura mientras él se aferraba a mi con fuerza.

-Te extrañe- solto haciendome reír, me baje y deje un beso en su mejilla.

-Me viste hace dos dia'- respondí, él se encogio de hombros.

Me acerque al uruguayo y lo abrace por el cuello, estaba más alto, más flaco pero se veía muy bien muy sano, pensando en todo eso me aferre más a su cuello sacandole un quejido.

-Me va' a mata'- dijo con dificultad, me separe de él y lo mire con una sonrisa- también te extrañe hermosa- puso una mano en mi cabeza despeinandome ganandose un manotazo de mi parte- ah lo violenta no te lo sacaron- se quejo haciendome reír.

Nos subimos al auto, pelee por la parte delantera y termine ganando, Danilo me contó toda su vida durante estos cinco meses, como si ya no me lo hubiera contado, cuando termino quedamos unos minutos en silencio.

-Y los demás?- pregunte queriendo saber de alguien en especial.

-En la casa- contesto el mayor con una sonrisa.

-Bella también?- pregunte insegura.

-Si preciosa, ya te dije que si- respondio cansado, mientras que yo solo me removi en mi lugar por el apodo que dijo, él se dio cuenta y me miro- perdón- dijo mirandome preocupado.

-No pasa nada- dije mirando por la ventanilla y quedando en silencio el resto del viaje.

No había pensado mucho en Joni a decir verdad, la psicóloga me dijo que lo mejor que podia hacer era dejarlo ir, pensar en las cosas buenas y que lo que habiamos vivido fue hermoso, pero como todo, tuvo su final, de la peor manera, pero estaba lejos de mi alcance.

Hoy y siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora