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Jisung revisa varias veces su atuendo en cuanto pone un pie fuera del taxi. Resulta que la dirección del restaurante que le envió la madre de Minho era la de uno de los hoteles más caros de la ciudad. Jisung había cenado en el restaurante de dicho hotel en su último aniversario con Minho, y realmente no le había gustado mucho el lugar.

A pesar de que estaba acostumbrado a una vida de comodidades, todo le resultó demasiado ostentoso, pero por supuesto que Lee Somi no pensaba lo mismo. Ella lo espera en el lobby del hotel, saludándolo con una sonrisa y unas palmaditas suaves en el hombro. Jisung intenta controlar todo su cuerpo durante el camino hasta el restaurante del hotel para que no delate su incomodidad y nerviosismo.

-Estás un poco tenso, tesoro.-La voz de Somi le dice, en un tono dulce que solo ha escuchado cuando la mujer habla con Minho.-Sé que puede resultar muy incómodo para ti, teniendo en cuenta que nuestra relación siempre ha sido difícil.-Somi se encoge de hombros, deteniendo la conversación en lo que un camarero toma su orden y llena sus copas de vino.- Fui yo quien ofrecí este almuerzo y me encuentro igual de nerviosa, la verdad.

-Supongo que tiene razón en eso. No me siento para nada cómodo con usted.-Admite, mirándola a los ojos.-Sigo pensando que esto es extraño, pero haré un esfuerzo para que...nos llevemos mejor. No me gusta que Minho-ah esté en el medio de esto. A pesar de que fue su madre quien lo provocó.-La Omega sonríe y Jisung no sabe que le resulta gracioso.

-Tienes razón y por eso me alegra mucho que hayas aceptado mi invitación a almorzar, Jisung-ah. Significa mucho para mí, realmente quiero resolver las cosas entre nosotros.-Jisung asiente ante las palabras ajenas, tomando un poco del vino que pidieron mientras esperaban que su comida llegara.-Y bien, cuéntame. ¿Cómo están las cosas en casa? Escuché de Minhoie que han hablado sobre tener bebés. Me haría muy feliz ser abuela.-El Omega le dedica una sonrisa tensa.

-Eso tenemos pensado, pero todavía no es nada seguro.-Añade y Somi asiente con una sonrisa. El lenguaje corporal de la Omega es imposiblemente relajado y su propio cuerpo se relaja instintivamente ante ello.-La verdad me gustaría mucho compartir esa experiencia con Minho.

-Te daré una advertencia: El embarazo, no es la peor parte. Creéme.-Ella le dice, con una expresión de añoranza.-Mientras estás gestando, solo rezas para que el tiempo pase rápido y los puedas tener entre tus brazos. Pero cuando nacen, te preguntas por qué solo son nueve meses de gestación y cómo una cosita pequeña puede gritar tanto.-Jisung no puede evitar reír por sus palabras, relajándose un poco.-Minho fue un bebé muy tranquilo, pero después comenzó a caminar y fue otra historia totalmente diferente. Me pregunto si sus cachorros serán iguales.

-¿Es así?-La mujer asintió.-Lo tendré en cuenta, gracias.-Somi asiente, desviando sutilmente su mirada hasta una de las mesas a distancia y sonríe ante lo que ve.-Bien, si este almuerzo es para llevarnos mejor supongo que debería disculparme por lo que le dije en la fiesta de los Han.-Somi lo mira sorprendida, por un momento pensó que Jisung solo se sentaría ahí a esperar que ella comenzara a disparar disculpas.-No debí opinar acerca de su vida personal, sobre todo con un tema tan delicado como lo es su matrimonio.

-No te preocupes, lo hiciste como defensa propia. Si yo no te hubiera dicho todas esas cosas...-Somi aprieta los labios, sintiéndose extrañamente culpable. Dios, incluso su pecho se aprieta al ver a Jisung sonreírle mientras le da la espalda a la imagen de Hyunjin y Minho.-Es solo que no te quería para Minho, él siempre tuvo otros planes y que tu padre llegara y lo cambiara todo fue...molesto.

-Una madre siempre quiere lo mejor para sus hijos, y lo mejor para Minho es Hyunjin.-Los ojos negros de Somi se ampliaron, la frase es tan familiar para sus oídos que la llevan al día que dijo aquello.-Entiendo que quería lo mejor para Minho, que para ambos mi hermano siempre fue la mejor opción, pero esa no era una excusa para que se comportara tan...

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