PUSILÁNIME

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Había conocido a Hyunjin en una de las muchas fiestas que organizaba la alta sociedad coreana. Se había presentando hace un año en ese entonces, por lo que el aroma suave a rosas del rubio no pasó desapercibido por él cuando sus familias los presentaron.

Junto al Omega había otro chico de cabellos castaños y rizos revueltos que lo miraba con ojos brillantes, lo ignoró, centrando la mirada en Hyunjin, en sus mejillas rosadas y sus ojos que lucían como medias lunas cuando sonreía.

Minho se había prendado de Hyunjin en aquel entonces, al punto de que no le molestó en absoluto cuando sus padres le hicieron saber que habían concertado un compromiso con uno de los hijos de la familia Han. A su mente, había llegado el rostro precioso de Hyunjin, no había podido ni quiso quejarse en aquel entonces.

Sin embargo unos años después, terminó comprometido con Han Jisung y entonces, la caja de Pandora que contenía todos y cada uno de los sentimientos negativos que podría tener por una persona se abrió, volcándose completamente sobre el Omega.

El actual Han Hyunjin sigue siendo un Omega jodidamente precioso a la vista, su figura se mantiene a pesar de sus dos hijos y aunque luce un poco enfermo y pálido, no opaca el porte perfecto que tiene el Omega. Minho lo escruta con la mirada, y todo lo que ese Omega había provocado en él y en su lobo, ya no está.

Lee Minho mira a la persona que en un pasado consideró el amor de su vida y siente...nada. Absolutamente nada.

-Gracias por reunirte conmigo. Sé que debes estar muy ocupado con el trabajo.-Hyunjin le dijo, sacándolo de su trance mental. Minho le resta importancia al asunto, dejando caer los hombros en una posición relajada.-Además, gracias por guardarme el secreto. No te lo hubiera pedido de no ser necesario.

Ambos están sentados en ese restaurante ridículamente caro en el hotel en el que el Omega se hospeda. Minho lo observa de reojo y Hyunjin luce apagado, hay un apósito cubriendo el sitio donde el Alfa recuerda que descansaba una marca y se hace una idea del tema que van a tratar.

Sus comidas están intactas sobre la mesa, ninguno tiene apetito y el ambiente no es agradable como para compartir un almuerzo. Minho solo quiere terminar la conversación e ir a hundir la nariz en el cuello de Jisung, para drogarse con su aroma.

-Supongo que lo mejor será ir directo al grano, ¿no?-Minho asiente y Hyunjin suspira, luciendo visiblemente afectado.-El padre de mis bebés...me pidió el divorcio hace unas semanas.-Los ojos de Minho se abren amplios ante la información.-No me sorprendió la verdad, nuestra relación ya estaba estancándose desde hace un tiempo. Mi marca se está desvaneciendo -Apuntó hacia el apósito en el cuello.-Y realmente nada de esto importa, pero el quiere quitarme a mis cachorros, quiere la custodia para él, va a llevarlos a Europa. Él los alejará de mí. Solo podría verlos en las vacaciones, quizás para Navidad y yo,...no puedo hacer eso.-Sollozó.-Son mis bebés, no puedo perderlos.

-¿Por eso querías mi ayuda?-Hyunjin asiente. -Aún así, nada de lo que me has dicho me explica por qué no querías que nadie de tu familia supiera de esto, ni siquiera Jisung.-El Omega aprieta los labios.

-Acordamos mantener el asunto del divorcio entre nosotros, no queremos involucrar a nuestras familias. Hacerlo, significaría hacer de nuestra separación un mayor escándalo y queremos proteger a los niños de esto lo más que podamos. Es lo único en lo que logramos estar en acuerdo y quiero respetar eso. Las cosas son lo suficientemente difíciles como para empeorarlas.-Minho asiente ante sus palabras.-Y sé que no tenemos una relación cercana pero eres la única persona capaz de ayudarme en estos momentos.

-¿Cómo puedo ayudarte?-Minho cuestiona y los ojos de Hyunjin brillan en alivio.

-Solar.-Responde y el Alfa alza sus cejas al escuchar aquel nombre.-Escuché que eras cercano a ella.-Le cuenta y Minho le dedica una sonrisa un poco torcida, removiéndose en el lugar.